Acercar a presos etarras

La pol¨ªtica penitenciaria es una de las herramientas en manos de un Gobierno que cuenta con suficiente capacidad de graduaci¨®n como para poder abarcar desde la flexibilidad en casos puntuales y la capacidad de reacci¨®n por razones humanitarias o estrat¨¦gicas hasta la m¨¢xima rigidez. Durante la democracia, los Gobiernos han desarrollado esas pol¨ªticas penitenciarias de forma muy variada: Aznar acerc¨® a 135 etarras a prisiones vascas durante la tregua de ETA de 1998-1999. La dispersi¨®n de los presos ha sido despu¨¦s la pol¨ªtica en general de todos los Gobiernos, en paralelo al empecinamiento de la banda en continuar con el terrorismo o con su mera existencia sin pedir perd¨®n.

En las ¨²ltimas semanas, sin embargo, de forma previa al anuncio de disoluci¨®n de ETA, el Gobierno ha contactado con los responsables de algunas prisiones para interesarse por la disposici¨®n de 40 de los 242 recluidos en Espa?a a aceptar las v¨ªas legales que puedan facilitar su reinserci¨®n. Se trata de 29 etarras que est¨¢n ya en segundo grado penitenciario y de 11 con enfermedades graves. El Gobierno lo ha atribuido a una ronda de informaci¨®n rutinaria, pero las fuentes citadas por EL?PA?S niegan ese car¨¢cter ¡°rutinario¡±. El acercamiento de los presos ha sido una constante reivindicaci¨®n del PNV, partido clave para aprobar los Presupuestos.

Una medida de este tipo generar¨ªa quiz¨¢ una reacci¨®n adversa por parte de algunas asociaciones de v¨ªctimas del terrorismo y de algunos partidos, que l¨®gicamente exigen la colaboraci¨®n de los etarras en el esclarecimiento de los 379 casos pendientes antes de cualquier actuaci¨®n de esta naturaleza. La justicia y las fuerzas de seguridad deben seguir funcionando para esclarecerlos y para que los culpables cumplan la sanci¨®n correspondiente, sin olvidar que ¡°las penas privativas de libertad y las medidas se seguridad estar¨¢n orientadas hacia la reeducaci¨®n y reinserci¨®n social¡±, seg¨²n el art¨ªculo 25 de la Constituci¨®n.

Nada de esto ¡ªni la firmeza de las fuerzas de seguridad, de la justicia, ni del Gobierno¡ª est¨¢ en contradicci¨®n con la posibilidad de aplicar de forma siempre individual la flexibilidad que permite la ley con los detenidos dispuestos a abrazar ¡°medidas de reinserci¨®n¡±, objetivo constitucional de la prisi¨®n. El ministro Zoido ha asegurado tras la publicaci¨®n de EL PA?S que ¡°no habr¨¢ impunidad ni blanqueo de ETA¡±. Y que la pol¨ªtica penitenciaria ¡°ser¨¢ conforme a la ley¡±. Pero la flexibilidad tambi¨¦n est¨¢ dentro de la ley. El Estado, no olvidemos, ya ha vencido al terrorismo.