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La vida despu¨¦s de la muerte del marido Vrindavan, a apenas 150 kil¨®metros de Nueva Delhi, es conocida como la ciudad de las viudas. La muerte del esposo supone para muchas de ellas ser repudiadas por sus familias porque creen que son las responsables del fallecimiento En India se estima que viven 40 millones de mujeres viudas. La muerte del marido supone para muchas de ellas ser repudiadas por sus propias familias, que creen que son las responsables del fallecimiento y que incluso su sombra da mal augurio. A la discriminaci¨®n por ser mujer o por pertenecer a determinada casta se le suma la viudedad, que las condena a la pobreza y la mendicidad. Vrindavan, a apenas 150 kil¨®metros de Nueva Delhi, en el estado de Uttar Pradesh, es conocida como la ciudad de las viudas. A orillas del r¨ªo Yamuna, afluente del Ganges, es considerada como enclave sagrado y de peregrinaje para los hind¨²es. Seg¨²n la religi¨®n hind¨² aqu¨ª creci¨® el dios Krishna, y para muchas mujeres viudas morir en ella las liberar¨¢ de su karma y lograr¨¢n alcanzar el nirvana. Llegadas desde diferentes estados del pa¨ªs tras ser repudiadas por sus familias, m¨¢s de 15.000 viudas sobreviven a diario en sus calles seg¨²n ONU Mujeres, aunque la cifra podr¨ªa ser mucho mayor. Reciben peque?as limosnas de los feligreses que visitan los m¨¢s de 5.500 templos y 'ashrams' (centros religiosos) de la ciudad. Cada semana, el equipo de SOS Mujer instala su dispensario m¨¦dico ambulante en la ciudad de Radha Kund, a 15 kil¨®metros de Vrindavan. Fundada en 2009 y dirigida por la espa?ola Diana Ros, trabaja en esta ciudad proporcionando atenci¨®n m¨¦dica, jur¨ªdica y psicol¨®gica a 4.500 mujeres viudas. En su dispensario ofrecen, desde hace una d¨¦cada, una cobertura m¨¦dica primaria y medicamentos gratuitos. En un solo d¨ªa llegan a acudir m¨¢s de un centenar de mujeres. Adem¨¢s, poseen otro centro de salud ambulante para acudir a zonas cercanas como Radakun, donde viven unas 1.500 viudas sin medios para desplazarse. Para las viudas es dif¨ªcil acceder a los hospitales p¨²blicos. Muchas de ellas creen incluso que no merecen ser atendidas y ni siquiera acuden a los centros m¨¦dicos. Por este motivo, las enfermedades de f¨¢cil tratamiento se agravan por un diagn¨®stico tard¨ªo. Adem¨¢s, si logran ser atendidas, no tienen dinero para comprar los medicamentos que se les prescriben. Las principales causas de mortalidad entre las viudas son: la diarrea causada por g¨¦rmenes transmisibles y par¨¢sitos intestinales, la tuberculosis y otras infecciones respiratorias, la hepatitis B y C y malaria. Adem¨¢s, debido a su vulnerabilidad sufren agresiones sexuales que pueden acarrear VIH y s¨ªfilis. La atenci¨®n primaria que ofrecen organizaciones humanitarias permite detectar casos de tuberculosis u otras enfermedades infecciosas graves. Rajo ¡ªsentada junto al m¨¦dico¡ª es viuda y tiene 50 a?os. El doctor Gopal examina las radiograf¨ªas que le realizaron en el hospital de Mathura, situado a m¨¢s de 19 kil¨®metros de Radha Kund la ciudad donde vive. Rajo acude semanalmente al centro hospitalario para tratarse el c¨¢ncer de est¨®mago que padece, aunque reconoce que en ocasiones no puede desplazarse porque no dispone de dinero para pagar los tratamientos ni el transporte. Estos son algunos de los medicamentos que el doctor Gopal administra a las mujeres para diversas dolencias: dolores articulares, problemas intestinales, dificultades respiratorias o artritis. Los f¨¢rmacos son gratuitos. El simple hecho de haberse quedado viudas las condena por el resto de sus vidas. Muchas son obligadas a raparse el pelo, vestir de blanco y no llevar joyas. Aunque tienen derecho a recibir una pensi¨®n por parte del Estado, la mayor¨ªa son analfabetas y no saben c¨®mo reclamar este derecho. Seg¨²n SOS Mujer, que las ayuda con asistencia jur¨ªdica, se trata de un subsidio que ronda las 1.500 rupias anuales, que son menos de 25 euros. Aunque es una cantidad modesta, ayuda a las viudas a cubrir algunas de sus necesidades b¨¢sicas. Es un proceso complejo por las numerosas trabas burocr¨¢ticas y porque muchas no disponen de documentaci¨®n ni partidas de nacimiento. El alojamiento es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las viudas. Muchas duermen en la calle o hacinadas en peque?os espacios sin agua ni luz. En esta casa viven 45 mujeres. Algunas ONG las visitan regularmente para realizares los chequeos m¨¦dicos. Yankee se qued¨® viuda con tan solo 18 a?os. Vive en una peque?a casita de adobe que ella misma construy¨® en la vereda de una de las calles con mayor tr¨¢nsito de la ciudad. Gracias a que entr¨® en contacto con organizaciones humanitarias que trabajan en el empoderamiento de mujeres como ella, ha ganado confianza en si misma y ha vuelto a llevar joyas, vestir con saris de colores, pintarse las u?as y soltarse el pelo, algo que contrasta con las dem¨¢s viudas.