Sin miedo a las urnas
S¨¢nchez y Rivera pueden demostrar ahora la autenticidad de su patriotismo
Mariano Rajoy ha desperdiciado la ocasi¨®n de demostrar su sentido de Estado facilitando la necesaria transici¨®n que ha impuesto la sentencia del caso G¨¹rtel. Forzar nuevas elecciones a trav¨¦s de una dimisi¨®n temprana o la promoci¨®n de una moci¨®n de confianza habr¨ªa sido la mejor soluci¨®n para la gobernabilidad de Espa?a en estos momentos. En consecuencia, solo los otros tres grandes partidos con representaci¨®n parlamentaria ¡ªPSOE, Ciudadanos y Podemos¡ª pueden minimizar los da?os y lograr una pronta consulta electoral que cierre esta grave crisis cuanto antes. El desencuentro entre socialistas y centristas amenaza, sin embargo, con desbaratar ese plan e incluso con favorecer la continuidad de Rajoy, lo que tal como est¨¢ la situaci¨®n resultar¨ªa hoy incomprensible.
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Los socialistas han movido ficha primero y cuentan con el apoyo de Podemos, pero su proyecto de investir a Pedro S¨¢nchez como presidente para gobernar ¡°durante algunos meses¡± dificulta que los de Albert Rivera les sigan. Alegan los socialistas que unas elecciones inmediatas contribuir¨ªan a la inestabilidad del pa¨ªs. Es probable, pero olvida el PSOE que esa inestabilidad ya est¨¢ instalada en la vida pol¨ªtica espa?ola desde el momento en que el PP ha perdido los apoyos para seguir gobernando. Y que un ejecutivo en solitario de un PSOE con 85 diputados dif¨ªcilmente lograr¨ªa estabilidad alguna. Nos tememos que m¨¢s bien todo lo contrario. No se trata de abrir una nueva crisis, sino de cerrarla.
Ambos partidos tienen margen para ceder salvando lo fundamental. Aunque la Constituci¨®n espa?ola no contempla una moci¨®n de censura ¡°instrumental¡±, eso no exime a Rivera y a S¨¢nchez de intentar lograr un acuerdo que permita desbloquear la situaci¨®n, m¨¢xime cuando sus dos partidos pactaron hace solo dos a?os un programa de gobierno. Nada deber¨ªa ser excusa para dos l¨ªderes que han acordado su apoyo sin fisuras a la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155, que han declarado su patriotismo y se han envuelto en la bandera nacional en sus actos p¨²blicos. Ahora tienen la oportunidad de demostrar la sinceridad de ese patriotismo m¨¢s all¨¢ de los gestos. Es el momento.
La moci¨®n de censura espa?ola exige la presentaci¨®n de un candidato para sustituir al l¨ªder en el poder y, en ese sentido, la iniciativa del PSOE se ajusta a lo que dicta la ley. Pero falta el acuerdo necesario y el nuevo presidente de la Generalitat, Quim Torra, ya est¨¢ exigiendo condiciones por el voto de los suyos a S¨¢nchez. Es suicida explorar esa v¨ªa.
Solo sumando a Ciudadanos se podr¨ªa construir una salida democr¨¢tica con credenciales suficientes; esto es dejar que los ciudadanos establezcan hoy sus preferencias. La doble emergencia nacional ¡ªCatalu?a y la salida de Rajoy¡ª apela a la responsabilidad de los tres grandes partidos de la oposici¨®n. Ni el PSOE ni ning¨²n otro partido que se postule como alternativa de gobierno deber¨ªa temer dar la palabra a los ciudadanos ni someterse al dictamen de las urnas. Como es esperable en una democracia parlamentaria, las diferencias entre Pedro S¨¢nchez y Albert Rivera las deben resolver los votantes.
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