El jueves de la emoci¨®n
Zidane se va como las estrellas, en lo m¨¢s alto, en pleno orgasmo
Comenc¨¦ a ver el debate de la moci¨®n de censura al gobierno de Mariano Rajoy por TVE porque prefiero ver los acontecimientos importantes a trav¨¦s de cadenas p¨²blicas. Lo de la consulta catalana el pasado octubre lo vi entre la BBC y La 1. Hice lo mismo con la boda de Meghan y Enrique y los discursos de Felipe VI. Pero este jueves en El Programa de Ana Rosa analizaban la llegada al Congreso de los protagonistas de la moci¨®n como si estuvieran narrando una alfombra roja. Me cambi¨¦ decididamente a Telecinco porque sent¨ª que esta moci¨®n hab¨ªa que enfrentarla con otra emoci¨®n, con iron¨ªa en detalles que siempre creemos poco serios y en realidad no lo son. Ana Rosa se mostr¨® sorprendida de que Pablo Iglesias acudiera con traje y Montserrat Dom¨ªnguez le corrigi¨®: era una combinaci¨®n de pantal¨®n vaquero y americana. Ana Rosa insisti¨® en que se hab¨ªa puesto una camisa de vestir que no era de su agrado. Y aprovech¨® para desnudar la novedad de que por fin se detallaba el vestuario de un pol¨ªtico en vez de comentar el de una mujer.
Fue buena idea de Telecinco ofrecernos ese momento de alfombra roja, porque los pol¨ªticos han conseguido convertirse en estrellas del entretenimiento. Les suceden cosas que antes solo les pasaban a las celebridades. Se les se?ala y censura y van y vienen de la c¨¢rcel en pareja, como el matrimonio Luis B¨¢rcenas¡ªRosal¨ªa Iglesias. De hecho, yo habr¨ªa retransmitido las llegadas de ambos a recoger sus sentencias penales. B¨¢rcenas con un Macintosh beige que se pueden hacer a la medida en Dubl¨ªn Y Rosal¨ªa envuelt¨ªsima con pa?uelos primaverales y un humor de perros. Alguien deber¨ªa convencer a la se?ora de B¨¢rcenas que tenga un mejor trato con la prensa. Es incongruente ser rico y antip¨¢tico. Todos los ricos que conozco son encantadores. Sea enriquecimiento l¨ªcito o il¨ªcito. A nadie le cae bien una persona antip¨¢tica, Rosal¨ªa, mi amor, aunque hayas reunido con esfuerzo familiar los 200.000 euros de tu fianza, si sigues as¨ª la gente puede decirte cosas en la calle que te hagan volver a casa a encerrarte. Con todo lo que ha viajado y vivido la se?ora B¨¢rcenas, parece mentira que insista en ese tono agrio que solo demuestra desconocer que las buenas maneras son gratis.
Ese malhumor no es exclusivo de Rosal¨ªa. Se ha contagiado a G¨¦nova, 13. ?Hay que ver c¨®mo se ha puesto Dolores de Cospedal en la Comisi¨®n! Es un poquito c¨ªnico enviar a Mar¨ªa Dolores a dar explicaciones por la sentencia de G¨¹rtel, o la no dimisi¨®n de Rajoy, porque es someterla nuevamente a la misma tortura p¨²blica. Este martes, vestida un poco como Brigitte Macron, dijo que los hechos juzgados sucedieron hace 15 a?os y no tienen nada que ver con ella ni con su marido. Con su cara y su carisma puso el turbo y se lanz¨® a explicar la nueva versi¨®n de la teor¨ªa de la Relatividad. Una teor¨ªa en la que pol¨ªtica y realidad se estiran y encogen con la envidiable elasticidad de Jennifer Lopez en su ¨²ltimo v¨ªdeo. Record¨¦ el perfume de Cospedal, que estuvo muy cerca de m¨ª en unos premios Ortega y Gasset; pondr¨ªa las manos en el fuego que lleva m¨¢s de 15 a?os acompa?¨¢ndola. Peluquer¨ªa y perfume deben ser elementos de poqu¨ªsima variaci¨®n en una dama. Ni siquiera una moci¨®n de censura debe alterarlos. El jueves, Cospedal habl¨® con la voz llena de calma tensa y frase¨® de Maja de Castilla. Son momentos as¨ª en los que Soraya deber¨ªa sustituir a Mar¨ªa Dolores, como gesto de compa?erismo. Lamentablemente S¨¢enz de Santamar¨ªa esta cada vez m¨¢s parca en gestos. Y en estilo. Mientras toda la bancada popular aplaud¨ªa de pie a Rajoy, quiz¨¢s por ¨²ltima vez, ella se mantuvo sentada, ensimismada en unos pensamientos que, por su cara, parec¨ªan cubiertos de nubarrones. O ambiciones.
Rajoy no quiso estar presente cuando por fin intervino Aitor Esteban, por el PNV. Fue como una final de Eurovisi¨®n. ?Qu¨¦ nervios y cuantas vueltas dio para dar la estocada final! Aunque influyente, su look con gafas de pasta, casi un antifaz, combinadas con una corbata marr¨®n sucio no va a ponerse de moda ni en Bilbao. Otra sorpresa estil¨ªstica fue la inesperada renuncia de Zidane. El entrenador, al contrario que Rajoy, decide marcharse en lo m¨¢s alto. Como las verdaderas estrellas. En pleno orgasmo. Y sin moci¨®n.
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