El eficaz sistema democr¨¢tico

Lo que ha llevado al Congreso de los Diputados a votar una moci¨®n de censura contra el presidente del Gobierno ha sido la convicci¨®n de que era la propia instituci¨®n la que hab¨ªa quedado profundamente afectada por la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el caso G¨¹rtel y que esa extraordinaria anomal¨ªa (un presidente cuyo testimonio ante un tribunal de Justicia no se considera veros¨ªmil) deb¨ªa ser corregida mediante los instrumentos que provee el sistema democr¨¢tico espa?ol.

En ese sentido, el ¨¦xito de la moci¨®n de censura presentada, cumpliendo con su obligaci¨®n institucional, por el l¨ªder de la oposici¨®n, el socialista Pedro S¨¢nchez, ha sido una muestra del buen funcionamiento del sistema pol¨ªtico en su conjunto. Y es la vigencia y la eficacia de ese sistema las que proporcionan la mejor demostraci¨®n de estabilidad pol¨ªtica. En un momento de crisis, las instituciones han funcionado correctamente y han obligado a salir de La Moncloa a un presidente, Mariano Rajoy, que no estaba en condiciones de cumplir con su tarea y que, pese a todo, no aceptaba la invitaci¨®n a proteger la presidencia del Gobierno mediante su dimisi¨®n.

Es posible que la deplorable negativa de Rajoy se deba a su deseo de seguir participando activamente en pol¨ªtica, al frente del Partido Popular, incluso como futuro candidato presidencial. Deber¨¢n ser los dirigentes y militantes del que sigue siendo el primer partido pol¨ªtico del pa¨ªs quienes decidan si eso es posible o si conf¨ªan su futuro a un proceso de renovaci¨®n interna, como pide ya un sector joven del PP.

El nuevo presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, ha contado con los votos (180) de todos los grupos parlamentarios, salvo PP y Ciudadanos. Albert Rivera ha arriesgado mucho en su decisi¨®n y es seguro que desarrollar¨¢ una oposici¨®n implacable frente al nuevo gobierno, especialmente en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica territorial. Sin embargo, el hecho de que S¨¢nchez haya recibido el apoyo de los grupos independentistas que protagonizan la crisis pol¨ªtica en Catalu?a no deber¨ªa disparar alarmas, sino m¨¢s bien al contrario, en el sentido de que supone que esos partidos han aceptado implicarse en un escenario pol¨ªtico espa?ol y porque, como sugiri¨® uno de sus portavoces, el cambio de gobierno puede ayudarles a recomponer, no su proyecto, por supuesto, pero s¨ª su posici¨®n. La oferta del nuevo presidente ha sido n¨ªtida: la pol¨ªtica debe recuperar su protagonismo, siempre dentro de la Constituci¨®n y de la imprescindible separaci¨®n de poderes.

En cualquier caso, dada la debilidad del gobierno que forme S¨¢nchez (solo tiene el apoyo asegurado de 84 de 350 diputados) es probable que el nuevo presidente no disponga de tiempo para desarrollar un programa pol¨ªtico y que se limite a poner en marcha parte de las leyes que ya fueron aprobadas en el Congreso por amplias mayor¨ªas (incluidos en algunos casos, Ciudadanos) pero que estaban paralizadas por decisi¨®n de Rajoy. La atenci¨®n se centra en estos momentos m¨¢s en la composici¨®n del primer gabinete del nuevo presidente que en su programa, porque de la elecci¨®n que haga de los ministros es de donde se podr¨¢n extraer m¨¢s pistas sobre su an¨¢lisis de la situaci¨®n del pa¨ªs y de la Uni¨®n Europea.

El apoyo a la moci¨®n de los grupos independentistas no deber¨ªa disparar alarmas, m¨¢s bien al contrario

La importancia del momento pol¨ªtico en Europa deber¨ªa influir tambi¨¦n en el calendario electoral, animando a S¨¢nchez a no solapar elecciones. Los ciudadanos nos merecemos que las elecciones europeas, previstas para 2019 no interfieran, como ha ocurrido en otras ocasiones, con las municipales y auton¨®micas o generales. Los electores han aprendido ya que muchos aspectos de su vida cotidiana dependen de la UE y de su Parlamento y ¨¦sta ser¨ªa una excelente ocasi¨®n para ofrecerles un debate vivo sobre algo que definir¨¢ nuestro futuro.