La xenofobia toma el mando de la pol¨ªtica migratoria
El ministro de Interior italiano anuncia deportaciones masivas y trabas al desembarco de inmigrantes
Matteo Salvini no va a defraudar a quienes le jalean para que ejerza de azote de inmigrantes. Su primer acto oficial fuera de Roma ha sido una visita al centro de refugiados de Pozzallo, en Sicilia. Ni un gesto de comprensi¨®n, ni una palabra de aliento para esos migrantes derrotados por la adversidad que han puesto sus vidas en peligro para llegar all¨ª y han dejado en el camino a familiares y compa?eros de viaje. Literalmente, ni una palabra les dirigi¨®. Como si no estuvieran all¨ª. Como si fueran transparentes. Para Salvini, ellos eran los otros,la amenaza que viene del exterior.
Pocas horas antes se hab¨ªa conocido la muerte de 46 n¨¢ufragos y la desaparici¨®n de otros setenta frente a las costas de T¨²nez. Pero este dato no contaba para quien basa su estrategia pol¨ªtica en la explotaci¨®n del miedo y la incertidumbre ante el futuro. Antes de consolidarse como una fuerza de ¨¢mbito nacional, la Liga Norte dirig¨ªa sus dardos envenenados contra los pobres de las regiones del sur de Italia, a los que se refer¨ªa como ¡°par¨¢sitos¡±. Ahora Salvini pide los votos del sur en las pr¨®ximas municipales apuntando a los inmigrantes.
La compasi¨®n no entra en el cat¨¢logo de emociones a mostrar en el discurso p¨²blico, no vaya a ser que la ciudadan¨ªa se reblandezca ante casos como el que explicaba a este diario el m¨¦dico Vinzenzo Morello, todav¨ªa impactado por haber tenido que certificar la muerte por hambre de un joven eritreo que lleg¨® a Sicilia moribundo, con apenas 40 kilos de peso, despu¨¦s de haber pasado 19 meses de penalidades en un campo de detenci¨®n libio. Cuando el m¨¦dico le ped¨ªa perd¨®n por no saber encontrarle las venas escondidas en su esquel¨¦tico cuerpo, el muchacho a¨²n sacaba fuerzas para agradecer la ayuda que recib¨ªa. Pero apenas sobrevivi¨® unas horas al logro de su sue?o: llegar a Italia.
No, la compasi¨®n no entra en el cat¨¢logo emocional del vicepresidente y nuevo ministro del Interior. Salvini fue al epicentro de la crisis migratoria a proclamar que va a aplicar una pol¨ªtica de mano dura que incluye trabas al desembarco, deportaciones masivas de inmigrantes sin papeles y el hostigamiento permanente a las organizaciones humanitarias que trabajan en tareas de rescate y ayuda. Organizaciones como SOS Mediterran¨¦e, M¨¦dicos sin Fronteras o la espa?ola Proactiva Open Arms. El l¨ªder de la Liga se ha inventado incluso un nuevo t¨¦rmino para denigrar a estas organizaciones: vicetraficantes, como si quienes salvan vidas actuaran por encargo de las mafias al servicio del ¡°negocio de la inmigraci¨®n¡±.
Esto es lo que ocurre en Italia en v¨ªsperas de la reuni¨®n de ministros del Interior que tiene que celebrarse en Luxemburgo. All¨ª se abordar¨¢ el en¨¦simo intento de encauzar la crisis migratoria y tambi¨¦n la posible reforma del tratado de Dubl¨ªn que regula la pol¨ªtica de asilo. Este tratado, adoptado en 1990, prev¨¦ que la evaluaci¨®n y registro de los posibles refugiados se haga en el primer pa¨ªs de tr¨¢nsito, lo que concentra el mayor esfuerzo en los pa¨ªses de la frontera sur: Grecia, Italia y, cada vez m¨¢s, Espa?a. Varios a?os despu¨¦s de estallar, ni se ha resuelto la crisis de los refugiados, ni hay una pol¨ªtica com¨²n que permita afrontar la migraci¨®n econ¨®mica. Mientras la pol¨ªtica europea de migraci¨®n hace agua, las fuerzas xen¨®fobas toman el control en los puntos m¨¢s calientes. Nada bueno cabe esperar de ello.
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