Un manchego centroeuropeo
Europa, los j¨®venes y la formaci¨®n eran las principales preocupaciones de Manuel Mar¨ªn

Los manchegos somos universales y cada uno lo somos a nuestra manera, como las familias de Ana Karenina. Carlos Fuentes, ¡°un manchego de M¨¦xico¡±, dej¨® escrito que todos los que hablamos el espa?ol somos habitantes del territorio de La Mancha.
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Pues bien, Manuel Mar¨ªn era un manchego centroeuropeo, de Mitteleuropa para ser m¨¢s exacto. Cosmopolita, culto, pol¨ªglota, ir¨®nico y, seg¨²n sus propias palabras, ¡°extraordinariamente amigo de sus amigos, con una cierta capacidad de trabajo y respetuoso siempre con las personas¡± ¡ªy con las instituciones democr¨¢ticas, a?adir¨ªa¡ª.
Socialdem¨®crata de convicci¨®n fue un pol¨ªtico al¨¦rgico a la demagogia, muy alejado de lo que es un populista, que se tomaba muy en serio sus obligaciones y por eso cuando hablaba lo hac¨ªa desde un profundo conocimiento basado en el estudio y la reflexi¨®n. Por esa raz¨®n no le gustaban los c¨ªnicos, los que act¨²an con falsedad o desverg¨¹enza. Creo que no provocar¨¦ un conflicto diplom¨¢tico si revelo que no le ten¨ªa mucha simpat¨ªa a Boris Johnson, a quien conoc¨ªa desde que ¨¦ste ejerc¨ªa de corresponsal del Telegraph en Bruselas.
Fue uno de los diputados m¨¢s j¨®venes de las Cortes Constituyentes de 1977. Ah¨ª coincidi¨® con Dolores Ib¨¢rruri, Rafael Alberti, Santiago Carrillo, Manuel Fraga, Adolfo Su¨¢rez, Felipe Gonz¨¢lez, Alfonso Guerra¡ y tantos otros. Es dif¨ªcil entender, y a ¨¦l le costaba hacerlo, c¨®mo ahora se pretende devaluar uno de los momentos estelares de nuestra historia. Espa?oles que acababan de salir de las trincheras, o hijos de ellos, se reunieron en ese Congreso para construir un sistema pol¨ªtico democr¨¢tico y avanzado, dejando atr¨¢s siglos de luchas fratricidas, abriendo el periodo m¨¢s largo de paz y progreso de nuestra historia, y hacerlo homologable a cualquier otro pa¨ªs de Europa, esa Europa a la que Manuel Mar¨ªn iba a dedicar buena parte de sus desvelos.
Su imagen ya ha quedado definitivamente unida a la integraci¨®n de Espa?a a la Uni¨®n Europea, a su labor como comisario y vicepresidente de la Comisi¨®n. Y entre otras muchas ocupaciones y responsabilidades, su nombre ha quedado ligado a Erasmus, que representa muy bien cu¨¢les eran sus principales preocupaciones: Europa, los j¨®venes y la formaci¨®n. Su apelaci¨®n a los j¨®venes para que se formaran era constante. Vuestros competidores, les dec¨ªa, no est¨¢n en vuestro pueblo, en vuestro pa¨ªs, est¨¢n en China, en India, en cualquier parte del mundo; solo cultivando el talento podremos competir y avanzar. Por esa preocupaci¨®n mantuvo siempre una estrecha colaboraci¨®n con la Universidad.
El homenaje a este pol¨ªtico es a toda una generaci¨®n que contribuy¨® a mejorar Espa?a y Europa
Cuando regres¨® a Espa?a, volvi¨® al Congreso. Primero como portavoz de Asuntos Exteriores y luego como presidente. Para conocer su labor como portavoz recomiendo la lectura del Diario de Sesiones; algunas de sus intervenciones, especialmente las que se refieren a la participaci¨®n de Espa?a en la guerra de Irak, tienen una gran altura pol¨ªtica e intelectual; encontramos razones y argumentos sacados de la experiencia y del conocimiento. Como presidente s¨®lo dir¨¦ que es el autor del m¨¢s serio intento por hacer del Parlamento una c¨¢mara viva, din¨¢mica y cercana a las preocupaciones de la sociedad, y hacer de los diputados los protagonistas de la acci¨®n parlamentaria. En este empe?o, igual que otro manchego ilustre, se enfrent¨® a gigantes, que no eran molinos pero eran muy grandes tambi¨¦n.
Gran conocedor de las relaciones internacionales, con ¨¦l la conversaci¨®n pod¨ªa empezar en el conflicto de los Balcanes, seguir con la evoluci¨®n pol¨ªtica de Ecuador tras la presidencia de Abdal¨¢ Bucaram y terminar con un viaje suyo a Zambia. ¡°?My friend Manuel Mar¨ªn!¡±, as¨ª contaba que lo recibi¨® Kenneth Kaunda en Lusaka cuando viaj¨® a aquel pa¨ªs, como vicepresidente de la CE, para supervisar un proyecto de cooperaci¨®n al desarrollo. La profusi¨®n de detalles, lo ordenado del relato y el sentido del humor con el que amenizaba la explicaci¨®n dicen mucho de su personalidad: met¨®dico, riguroso, de profundos y amplios conocimientos que te permit¨ªan siempre interpretar los hechos desde ¨¢ngulos diferentes.
Han sido muchos los servicios que ha prestado a Espa?a y a Europa, me temo que insuficientemente reconocidos. Por eso creo que el homenaje que este 11 de junio se le va rendir en la UNED es justo y necesario. Y con ¨¦l a toda esa generaci¨®n de pol¨ªticos espa?oles que han contribuido a mejorar la vida de los espa?oles y de los europeos.
M¨¢ximo R. D¨ªaz-Cano del Rey es secretario general de la Presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa.
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