Y tambi¨¦n hay un ministro que se llama M¨¤xim Huerta

En la toma de posesi¨®n del ya exdirector del Instituto Cervantes, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, este hizo un parlamento lleno de buena sintaxis y de citas puestas en su sitio. Entre ellas, una que luego repiti¨®, al rev¨¦s, el entonces ministro de Exteriores, el muy locuaz Garc¨ªa Margallo. Cuando acab¨® el acto le puse de relieve al ministro esa contradicci¨®n en iguales citas. Y entonces ¨¦l me dijo, con toda naturalidad:

¡ª Voy a morir por esta boca.

No muri¨®, y tampoco muri¨® su boca, pues la sigue usando, a veces no citando sino expresando venablos. Ya no es ministro, eso se sabe.

?Por qu¨¦ esa rareza? Porque as¨ª pasa: la peor carne para un periodista es la carne de periodista

Pues ahora Pedro S¨¢nchez ha puesto la guinda de su gobierno, una espl¨¦ndida selecci¨®n de talentos, poniendo en el renacido Ministerio de Cultura a M¨¤xim Huerta, escritor y celebrity. Tiene seis libros publicados, miles de tuits, red social en la que sigue a 1169 personas y ten¨ªa nada menos que 343.929 seguidores a las 6.47 de la ma?ana del d¨ªa despu¨¦s de su consagraci¨®n administrativa. Es famoso por sus libros, naturalmente, pero sobre todo por su larga carrera ligera en televisi¨®n, y ha sido recibido como la rareza de este gobierno de notables.

?Por qu¨¦ esa rareza? Porque as¨ª pasa: la peor carne para un periodista es la carne de periodista. Y M¨¤xim Huerta es periodista, de modo que en la noche del mi¨¦rcoles, cuando todos est¨¢bamos con la pluma afilada a ver qui¨¦n demonios iba a completar el espl¨¦ndido elenco ministerial, en la Redacci¨®n se hizo un silencio y luego un jolgorio: "?M¨¤xim Huerta!" Le?a al mono.

No es que sea raro, es que no era el esperado. A lo largo del d¨ªa, este periodista recibi¨® recado de confirmar si el ministro de ese ramo iba a ser, sucesivamente, Joan Manuel Serrat, Antonio Banderas, Rosa Le¨®n, Aitana S¨¢nchez Gij¨®n, Ana D?Atri... La gente esperaba, en las redacciones al menos, y tambi¨¦n en las redes, que son ahora las redacciones por otros medios, que Pedro S¨¢nchez eligiera a Andr¨¨ Malraux o a Jorge Sempr¨²n o a Carmen Alborch o a Javier Solana. Es notorio que Andr¨¨ y Jorge eran imposibles nombramientos, pero tambi¨¦n tiene cerca, en el arco de filosof¨ªa y letras, a Fernando Savater o a Santos Juli¨¢ o a Javier Solana o a Solana y a Alborch (que de eso saben m¨¢s que Huerta), entre aquellos que no me pidieron confirmar. Y en lugar de esos malrauxes y semprunes, o gilbertogiles, o solanas, o alborchs, apareci¨® en la pantalla el nombre de M¨¤xim Huerta. "?M¨¤xim Huerta!", gritaron mis compa?eros, sus colegas.

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?Qui¨¦nes somos los periodistas para adelantar c¨®mo desempe?ar¨¢ M¨¤xim Huerta su cometido? Somos unos atrevidos... como lo ha sido M¨¤xim Huerta, en sus tuits, que va a tener que revisar para que no se los afeen uno a uno, menos el ¨²ltimo, en el que invoca a su muy invocada Ana Mar¨ªa Matute. Y con ese atrevimiento ya hemos se?alado a este valenciano llamativo como el pimpampum del nuevo Gobierno socialista.

Siempre hay un pimpampum en los gobiernos. En el ¨²ltimo el m¨¢s destacado pimpampum fue Crist¨®bal Montoro, por razones de bolsillo. Y ahora tenemos a Huerta. A ver c¨®mo le va.

Javier Pradera, el m¨¢s destacado de nuestros editorialistas, se encargaba en este peri¨®dico de hacer balance peri¨®dico de los ministros, empezando por los de UCD. Y ah¨ª hab¨ªa un ministro gris para la ¨¦poca, Juan Rovira Tarazona, ministro de Sanidad de Adolfo Su¨¢rez. Durante su corto periodo fue el que regul¨® la donaci¨®n para trasplante de ¨®rganos, una iniciativa milagrosa. Aun as¨ª no daba la talla frente a sus colegas de gabinete, as¨ª que Pradera acababa siempre aquella relaci¨®n de trabajos ministeriales: "Y tambi¨¦n hay un ministro que se llama Rovira Tarazona".

Pues ya tiene el nuevo ministro de Cultura remedo del sanbenito: "Y tambi¨¦n hay un ministro que se llama M¨¤xim Huerta". Por su boca lo conocer¨¦is, como a Margallo.