Chris Pratt, el ¡®heredero¡¯ de Harrison Ford

Nunca una dieta ayud¨® tanto a un actor. Chris Pratt lo sabe. Y como es como es, llano afable y honesto adem¨¢s de superestrella es el primero en reconocer los beneficios que le ha tra¨ªdo su transformaci¨®n f¨ªsica. ¡°Me hab¨ªa acostumbrado a un trabajo muy c¨®modo como secundario y con el que me los ganaba a todos¡±, recuerda el actor a EL PA?S. Muchos ven a Pratt como el nuevo Harrison Ford.

Tampoco estaba as¨ª cuando se hizo un nombre como el buenazo un tanto simpl¨®n que interpretaba en la serie Parks and Recreation. Simplemente no ten¨ªa el cuerpazo de superh¨¦roe que ahora luce para la saga Guardianes de la Galaxia y especialmente para Jurassic World y ahora su continuaci¨®n, El reino ca¨ªdo, en la que trabaja a las ¨®rdenes del espa?ol J.A. Bayona.

Fue un golpe de suerte para un comediante con ambici¨®n del que se pod¨ªa esperar de todo menos que fuera a convertirse en uno de los grandes hombres de Hollywood. Entre los cien personajes del a?o seg¨²n decidi¨® la revista Time en 2015 o entre los m¨¢s atractivos seg¨²n People. ¡°Mi hijo se lo sigue sin creer. Sigue sin ver en mi a un superh¨¦roe¡±, comenta acostumbrado a que Jack, su ¨²nico hijo, no le vea con la admiraci¨®n que le profesan el resto de sus seguidores. Al fin y al cabo solo tiene cinco a?os.

Hay algo refrescante en Pratt que el tama?o de su fama o de sus m¨²sculos todav¨ªa no ha maleado. Quiz¨¢ porque tan solo han pasado cinco a?os desde que James Gunn, director de Guardianes de la Galaxia le describiera en privado como ¡°el gordito que se pasa el d¨ªa cay¨¦ndose de Parks and Recreation¡±. Y no mucho m¨¢s desde que le dec¨ªan que no a cualquier intento de hacer algo fuera de la comedia. ¡°Nadie me tomaba en serio¡±, recuerda sobre sus fracasados intentos de protagonizar Star Trek o Avatar. ¡°Nunca se nos ocurri¨® que iba a ser la estrella en la que se ha convertido¡±, rememora el que fue su director y ahora productor de El reino ca¨ªdo, Colin Trevorrow.

Su vida suena a pel¨ªcula. Nacido en Minesota (EEUU), su primer recuerdo vocacional se remonta al d¨ªa en el que dijo que ¨¦l lo que quer¨ªa era ser famoso y ganar toneladas de dinero haciendo nada. Al principio cumpli¨® solo lo ¨²ltimo, viviendo en Haw¨¢i sin un techo sobre su cabeza y fumando marihuana. Todav¨ªa le queda un poco ese aire surfista en su nuevo cuerpo de superh¨¦roe. Y como buen guion, su historia tambi¨¦n tiene momentos amargos. Casado en 2009 con la tambi¨¦n humorista Anna Faris en lo que parec¨ªa una pareja ideal el matrimonio lleg¨® a su fin el pasado agosto. ¡°El divorcio es una mierda¡±, declaraba Pratt recientemente sin filtro alguno. Por eso ahora no quiere seguir hablando del tema y cualquier conversaci¨®n sobre su vida est¨¢ fuera de la entrevista. Probablemente orden de su equipo de publicistas, el mismo que le ha puesto un par de guardaespaldas durante la ronda de entrevistas. ¡°Yo tampoco s¨¦ de d¨®nde salen¡±, bromea. ¡°Supongo que para salvarme la vida si aparece un loco aunque me temo que es para llegar a tiempo a los sitios porque si no me paro con todo el mundo. Pero ?a que me hacen sentir importante?¡±, se r¨ªe de su fama.

En una industria que clama por la igualdad de g¨¦neros, Chris Pratt es el mejor ejemplo. La presi¨®n que siente para mantener la l¨ªnea, especialmente en esas escenas de camisa desgarrada y pecho al aire, es similar a la de cualquier actriz. Solo hay una cosa que le mata a la hora de mantener el tipo: su hijo. ¡°Me puedo aguantar las ganas de pizza o de cerveza pero en cuanto cocino para mi hijo, como se deja la mitad en el plato, me pillo acabando sus tortitas o las patatas sin darme cuenta¡±, se chiva. Todav¨ªa queda algo normal debajo de este nuevo h¨¦roe de la pantalla.