El 11 de agosto de 2008, Emzari Karkusov, de 60 a?os, tuvo que escapar de Kurta, el pueblo donde resid¨ªa. Ahora vive en Tserovani, uno de los campos de refugiados construidos por el Gobierno georgiano al acabar la guerra. "Cada vez que recuerdo la guerra no puedo dejar de llorar. Es muy duro ver con tus propios ojos la destrucci¨®n de tu casa, de tu trabajo y de toda tu vida. No se lo deseo a nadie. Mi mente y mis pensamientos siguen all¨ª", recuerda.
A fin de ayudar a poner en libertad a estas personas, recuperar el ganado que se ha extraviado en territorio controlado por Rusia o resolver conflictos cotidianos como determinar qui¨¦n es el due?o de estos manzanos o de aquellos vi?edos, la misi¨®n de observaci¨®n de la UE organiza una reuni¨®n mensual con las autoridades de Georgia, Rusia y Osetia del Sur. Al igual que sucedi¨® cuando las dos regiones pro rusas del este de Ucrania se declararon Estados independientes en 2014 y manifestaron su deseo de ser anexionadas por Rusia, el presidente Vlad¨ªmir V. Putin casi siempre finge que desconoce lo que traman los representantes de su pa¨ªs en Georgia.