El machismo, el nuevo protagonista de la serie de Luis Miguel
La belleza de Lucerito y la edad de Camila Sodi despiertan las cr¨ªticas m¨¢s crueles sobre el noveno cap¨ªtulo
Diego Boneta, el actor que interpreta a Luis Miguel en la exitosa serie sobre su vida, lleva siendo un adolescente nueve cap¨ªtulos. A muy pocos les hab¨ªa importado que realmente este mexicano tuviera 27 a?os, porque se hab¨ªa bronceado igual que ¨¦l, ten¨ªa el pelo como ¨¦l, se mov¨ªa como ¨¦l, se re¨ªa como ¨¦l. Algunos dec¨ªan que parec¨ªa que se hubiera tragado al mism¨ªsmo Luismi que encandil¨® a M¨¦xico a finales de los a?os ochenta, cuando Boneta ni siquiera hab¨ªa nacido (Ciudad de M¨¦xico, 1990). Camila Sodi, no obstante, no ha corrido con la misma suerte. A esta actriz mexicana de 32 a?os ¡ªIssabela Camil en la serie y uno de los grandes amores del cantante¡ª los espectadores le han recordado enseguida su edad. "Parece su madre", han llegado a decir en Twitter. Y este noveno cap¨ªtulo ha despertado los comentarios m¨¢s machistas desde que se estrenara la serie el pasado 22 de abril en Netflix.
Pero Sodi no ha sido la ¨²nica a la que han atacado los tuiteros la noche del domingo. Otra actriz, Corina Acosta (exconcursante de La Academia Kids), de 16 a?os, se ha convertido en el blanco cruel de los peores memes de la red social. A Acosta tampoco la han juzgado por su trabajo, una fugaz aparici¨®n en el cap¨ªtulo, donde interpreta a Lucero cuando ten¨ªa 14 a?os y grab¨® una pel¨ªcula con el joven cantante. Se han dirigido a ella para comparar si era m¨¢s o menos guapa que la cantante real y han convertido esta discusi¨®n en trending topic. Nadie juzg¨® si la belleza de Luis de la Rosa (Luis Miguel de 14 a?os en la serie) se acercaba a la del joven cantante.
Otro de los puntos m¨¢s pol¨¦micos ha sido uno de los comentarios que hace Issabela Camil en la serie. Ella, celosa por la nueva amante de Luis Miguel, la actriz de telenovelas juveniles, Adela Noriega, le espeta un comentario sumamente clasista: "Ay, claro que te conozco. Mis muchachas ven tus telenovelas". Y, aunque suena despectivo, muestra fielmente la triste realidad de una parte de la sociedad mexicana.
La desaparici¨®n de Marcela
Esta novena entrega de la serie, que emite cada domingo la plataforma estadounidense, quiso centrarse una vez m¨¢s en el misterio sobre la desaparici¨®n de la madre de Luis Miguel, Marcela Basteri. Pero la informaci¨®n que proporciona est¨¢ tan dosificada que el inter¨¦s va decayendo conforme avanzan los cap¨ªtulos. Y solamente en el ¨²ltimo minuto, como acostumbra, concede la p¨ªldora que todos esperaban: Marcela Basteri ingres¨® en un hospital psiqui¨¢trico en las islas Canarias (Espa?a). Aunque todav¨ªa no se sabe qu¨¦ ocurri¨® despu¨¦s ni si lleg¨® a reencontrarse con ella.
El cap¨ªtulo explica c¨®mo Basteri sufri¨® una depresi¨®n despu¨¦s de dar a luz a su tercer hijo, Sergio, y que naciera solo con seis meses. Esto, seg¨²n se se?ala, le produce un trastorno psicol¨®gico que no pudo superar durante los a?os siguientes. Ella, hu¨¦rfana desde ni?a, no pudo soportar la soledad a la que la somet¨ªa su marido, alej¨¢ndola de su hijo mayor, y puede que la decisi¨®n de abandonar su casa tuviera mucho que ver con esta situaci¨®n.
Luis Rey contin¨²a haciendo lo imposible para sacudirse la larga sombra de su hijo estrella, que ha decidido romper con ¨¦l despu¨¦s de que sus corruptelas estuvieran a punto de mandar a Luis Miguel a la c¨¢rcel. Crea sin ¨¦xito una discogr¨¢fica en Madrid, Rey Music, y trata de enga?ar al p¨²blico haci¨¦ndole creer que va a lanzar a un nuevo ¨ªdolo de la canci¨®n latina, cuando aquel cantante ni siquiera pod¨ªa afinar una nota. Regresa la coca¨ªna, las mujeres y la violencia. Rey sigue siendo el villano indiscutible de la serie.
Por su parte, Luis Miguel, que tiene ya casi 20 a?os, intenta tambi¨¦n sacudirse a su padre. "Estoy hasta la puta madre de que me relacionen con mi pap¨¢", "El Luis Miguel que cre¨® mi pap¨¢ ya no existe. Que les quede claro, ?carajo!", llega a espetarle a la prensa. En este punto aparece la periodista mexicana Claudia de Icaza, demandada en la vida real por el artista. ?l la amenaza despu¨¦s de publicar un art¨ªculo: "No se la va a acabar". Ha desaparecido el joven mirrey, due?o de la fiesta y del suelo que pisaba. Pero ha aparecido otro incluso peor: uno que no tolera que hablen mal de ¨¦l, que pretende decirle a los periodistas lo que tienen que escribir. Un Luis Miguel que hace lo imposible por alejarse de Luis Rey, pero que las formas ¡ªquiz¨¢ por gen¨¦tica¡ª lo acercan m¨¢s que nunca.
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