Inaceptable Salvini
La propuesta del ministro italiano de crear un censo para gitanos va contra el Estado de derecho
El anuncio del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, de que va a preparar un censo de gitanos que facilite la expulsi¨®n de Italia de aquellos que est¨¦n en situaci¨®n irregular constituye un inaceptable hecho sin precedentes en la Uni¨®n Europea. Precisamente uno de los valores fundacionales de la UE es la no discriminaci¨®n de personas por su raza.
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En sus declaraciones, el ministro de la ultraderechista Liga ha utilizado un tono xen¨®fobo e insultante al a?adir que ¡°a los gitanos italianos, desafortunadamente, habr¨¢ que qued¨¢rselos¡±. De poco ha servido que su socio de gobierno y l¨ªder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), el vicepresidente Luigi Di Maio, le haya recordado a Salvini que se trata, obviamente, de una medida inconstitucional. ¡°?Yo no tiro la toalla y sigo!¡±, se ha reafirmado en las redes sociales el l¨ªder legista, una de cuyas propuestas durante la campa?a electoral fue la expulsi¨®n inmediata de al menos medio mill¨®n de inmigrantes en situaci¨®n irregular.
No ha sucedido nada semejante en Italia desde que en 1938 el dictador fascista Benito Mussolini promulgara sus leyes raciales. Tan grave es la propuesta que la comunidad jud¨ªa de Italia ha protestado oficialmente mientras que desde Bruselas se le ha recordado a Salvini que Italia est¨¢ obligada a respetar las reglas comunitarias incluyendo a aquellas que afectan al Estado de derecho.
Para la Liga llueve sobre mojado y no es la primera vez que coloca a los gitanos en el punto de mira de su discurso populista. Ya en 2008 Roberto Maroni, antiguo presidente de Lombard¨ªa y ministro del Interior con Silvio Berlusconi, propuso tomar las huellas dactilares a todos los ni?os gitanos que viv¨ªan en campamentos n¨®madas en Italia. Afortunadamente no se realiz¨®.
La crisis migratoria es terreno abonado para los extremismos, pero los responsables pol¨ªticos tienen que ser conscientes de que hay l¨ªneas que ninguna democracia debe traspasar. Y Salvini lo ha hecho.
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