El sue?o europeo puede desvanecerse
Sin una estrategia europea cre¨ªble sobre inmigraci¨®n y asilo vencer¨¢ la l¨®gica del s¨¢lvese quien pueda, con el cierre de las fronteras nacionales y el fin de Schengen
El pr¨®ximo Consejo Europeo ser¨¢ decisivo para el futuro de la Uni¨®n. Si los Estados miembros no encuentran, juntos, el modo de encauzar y regular los flujos de migrantes y solicitantes de asilo, el proyecto mismo de la Uni¨®n Europea corre el riesgo de sufrir un golpe fatal.
La Uni¨®n y sus Estados miembros han descubierto este fen¨®meno con un retraso culpable y se han limitado a soportarlo, buscando limitar los da?os y frenarlo en nuestras fronteras.
Para 2050 la poblaci¨®n africana se duplicar¨¢, superando los 2.500 millones. Si no intervenimos de inmediato, los centenares de miles de migrantes actuales se convertir¨¢n en millones, con consecuencias devastadoras para Europa.
En el origen de estos flujos est¨¢ la inestabilidad y la inseguridad en amplias zonas de ?frica y de Oriente Pr¨®ximo, adem¨¢s del terrorismo, la pobreza, la carest¨ªa y los cambios clim¨¢ticos. Solo entre 2014 y 2017 al menos 13.000 personas han perdido la vida en el Mediterr¨¢neo, sin contar las decenas de miles de muertos en el desierto del S¨¢hara.
La pr¨®xima cumbre? es la ¨²ltima oportunidad para no defraudar a quinientos millones de europeos
Nuestros ciudadanos ya no est¨¢n dispuestos a aceptar una Europa indefensa, incapaz de dar respuestas estructurales a esta tragedia. Quieren una Uni¨®n solidaria con los que huyen de persecuciones y guerras, pero firme con los que no tienen derecho a entrar o permanecer en Europa.
La pr¨®xima cumbre de la Uni¨®n es la ¨²ltima oportunidad para no defraudar las expectativas de quinientos millones de europeos.
Hace falta valor y una aut¨¦ntica estrategia a corto, medio y largo plazo, basada en dos pilares. Por un lado, detener de inmediato las salidas desde los pa¨ªses de tr¨¢nsito y las costas africanas, haciendo llegar a Europa de forma segura solo a aquellos que de verdad tengan derecho a asilo. Por otro, repartir a los solicitantes de asilo entre los pa¨ªses europeos mediante un mecanismo autom¨¢tico y obligatorio.
De momento es necesario detener las salidas e impedir que los traficantes pongan en riesgo la vida de decenas de miles de personas. No se puede dejar a quien realmente necesita asilo en manos de personas sin escr¨²pulos. Bloquear las salidas tambi¨¦n quiere decir eliminar los beneficios de estos mercaderes de hombres, mujeres y ni?os.
Siguiendo el ejemplo del acuerdo con Turqu¨ªa, que ha permitido cerrar la ruta balc¨¢nica, la Uni¨®n debe invertir por lo menos 6.000 millones para cerrar las rutas mediterr¨¢neas.
De las 650.000 peticiones de asilo en 2017, 416.000 se registraron Alemania, Italia y Francia
Igual que para la cooperaci¨®n UE-N¨ªger, tenemos que trabajar m¨¢s con los pa¨ªses de tr¨¢nsito, como Mauritania, Mali, Chad, T¨²nez, Marruecos, Argelia y la propia Libia.
Antes de 2016 pasaban desde N¨ªger 150.000 migrantes al a?o. En 2018 se han reducido a 5.000. Ha sido posible evacuar de Libia 1.500 solicitantes de asilo, acogidos temporalmente en N¨ªger.
A mediados de julio me desplazar¨¦ a Niamey y a Agadez para reforzar nuestra cooperaci¨®n con N¨ªger y tambi¨¦n dirigir una misi¨®n de diplomacia econ¨®mica con empresarios europeos.
De las 650.000 peticiones de asilo presentadas en la Uni¨®n en 2017, 416.000 se registraron en solo tres pa¨ªses: Alemania, Italia y Francia. Esta injusticia manifiesta est¨¢ ligada al Reglamento de Dubl¨ªn, fuente continua de enfrentamientos y tensiones entre nuestros Estados miembros.
Debemos cambiarlo. Es necesario un sistema de asilo europeo m¨¢s justo y eficaz. En noviembre de 2017 el Parlamento Europeo ya aprob¨®, por amplia mayor¨ªa, una propuesta para repartir equitativamente a los solicitantes de asilo. He escrito a los jefes de Estado y de Gobierno de la Uni¨®n para pedirles que utilicen este texto como base para la reforma.
Para convencer de aceptar esta redistribuci¨®n a los Estados m¨¢s reticentes, es indispensable garantizarles la capacidad de la Uni¨®n para controlar las fronteras exteriores y bloquear las salidas desde el norte de ?frica. De este modo, solo llegar¨ªa a Europa quien tuviera derecho a la protecci¨®n mediante proyectos de reubicaci¨®n gestionados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Se transferir¨ªa a estas personas de forma segura y se las distribuir¨ªa equitativamente en los Estados de acogida de la Uni¨®n, como ya ocurre a partir de los campos de Turqu¨ªa, Jordania o el L¨ªbano.
Se necesita un Plan Marshall para ?frica con 40.000 millones en la pr¨®xima d¨¦cada
Sin una estrategia europea cre¨ªble basada en estos dos pilares, vencer¨¢ la l¨®gica del s¨¢lvese quien pueda, con una renacionalizaci¨®n de las pol¨ªticas migratorias, el cierre de las fronteras nacionales y el fin de Schengen.
Al mismo tiempo, la Uni¨®n debe coordinar los esfuerzos para la estabilizaci¨®n de Libia, de forma que exista un Estado que se pueda tratar como interlocutor.
Dentro de poco me desplazar¨¦ a Libia para hablar del papel que puede tener el Parlamento Europeo en este proceso y en la futura organizaci¨®n de elecciones democr¨¢ticas. Estamos dispuestos a aportar recursos y conocimientos, tambi¨¦n en el marco de una conferencia que re¨²na en el Parlamento a todas las partes interesadas.
Una estrategia eficaz de verdad debe hacer frente a las ra¨ªces de estos aut¨¦nticos ¨¦xodos. Pedimos que en el pr¨®ximo presupuesto de la Uni¨®n existan fondos para un Plan Marshall para ?frica. Son necesarios por los menos 40.000 millones para movilizar 500.000 millones de inversiones en la pr¨®xima d¨¦cada. El objetivo es ofrecer perspectivas y esperanzas a los j¨®venes africanos en sus pa¨ªses. Estas inversiones, en el marco de una s¨®lida diplomacia econ¨®mica y de cuotas de inmigrantes legales, pueden facilitar acuerdos de readmisi¨®n con los pa¨ªses de origen.
El sue?o europeo puede desvanecerse ante la inmigraci¨®n. No podemos, no debemos aceptar que esto suceda. Es necesario el valor, la determinaci¨®n y la ambici¨®n de encontrar juntos nuevos caminos.
El Parlamento Europeo est¨¢ haciendo su parte, proponiendo una estrategia articulada y cre¨ªble. Mi llamamiento a los jefes de Estado y de Gobierno es que dejen de lado la l¨®gica de los ego¨ªsmos nacionales y que act¨²en juntos para evitar el fin de la Uni¨®n.
Antonio Tajani es el presidente del Parlamento Europeo.
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