Se busca ¡®temazo¡¯ para el Orgullo

Cada pa¨ªs tiene el suyo. Eurovisi¨®n tambi¨¦n. Un m¨²sico dedic¨® uno a la alegr¨ªa y Marta S¨¢nchez le intent¨® poner letra al de Espa?a. El colectivo LGTBIQ tambi¨¦n tiene himnos. De hecho, unos cuantos. As¨ª, cada Orgullo retumban por las calles de las ciudades canciones dance, pop y rock que, adem¨¢s de estar tatuadas en el imaginario colectivo, se convierten en gritos de guerra a favor de la igualdad. Nadie escapa a su influencia. Seguro que te sabes alg¨²n verso de A qui¨¦n le importa o I will survive y podr¨ªas imitar la coreograf¨ªa de YMCA de Village People.

Los himnos son como la canci¨®n del verano pero con m¨¢s recorrido y mensaje. Nacen de la pluma de compositores comprometidos o se transforman en adalides de las libertades por casualidad y siempre gracias al p¨²blico (especialmente el masculino homosexual). Cada a?o se suman nuevas melod¨ªas que buscan su hueco en la historia. Nadie tiene, sin embargo, la receta para crear el himno perfecto. Muchos han fracasado en el intento. ?Qu¨¦ tiene el perfecto himno LGTBIQ?

Andr¨¦s Borque, m¨²sico (conocido como Borque) y Dj (con el nombre de Ni?o Fixo) ha intentado encontrar la clave. Este artista, nacido en 1988, lleva varios a?os pinchando en Cuenca Club, una de las fiestas gais m¨¢s juveniles de Madrid. La posici¨®n privilegiada de Borque a los platos, tambi¨¦n le permite monitorizar los movimientos nocturnos del personal que cada semana puebla la pista de baile."Veo m¨¢s besos que rechazos, la gente est¨¢ muy por la labor de probar", reconoce. De eso va su nueva canci¨®n, Obsex, cuyo videoclip estrenamos en exclusiva en TENTACIONES.

Se trata de una especie de contrahimno gay. "Mi intenci¨®n es desestigmatizar el amor y el sexo libres, en ella hablo de alguien cuyo modo de vida es quedar con gente para follar pero no busca nada serio", comenta. Borque asegura que muchos j¨®venes est¨¢n inmersos en esta din¨¢mica, aunque no les guste. "Muchos viven encantados con estas situaciones pero otros no", completa.

El tema es un reflejo de sus vivencias personales que pueden extenderse a otras muchas personas. "El sexo por el sexo est¨¢ muy bien, pero cuando quieres algo m¨¢s y no lo consigues, es una putada", argumenta Borque. A¨²n as¨ª, Obsex, una versi¨®n oscura de La revoluci¨®n sexual de La Casa Azul, puede convertirse en un himno. "Es bastante homoer¨®tico as¨ª que creo que servir¨¢ para visibilizar", afirma.

"Un himno gay debe condensar respeto hacia el pr¨®jimo, mucha alegr¨ªa y reivindicaci¨®n", aconseja Jos¨¦ Antonio Nielfa, m¨¢s conocido como La Otxoa, transformista desde hace m¨¢s de 40 a?os. Ella fue la primera en cantar un himno abiertamente gay en espa?ol, ?Lib¨¦rate!, en Bilbao en 1979. "Ser mariquita no es un delito, no te calles, lanza un grito", dice la letra.

"El bailar¨ªn y letrista Vicente Raga la compuso para El Titi, pero no se atrevi¨®, as¨ª que la cant¨¦ yo", asegura. "Saqu¨¦ a la ciudad entera a bailarla. Despu¨¦s de mi ¨¦xito s¨ª que la grab¨® el Titi en 1983", continua. ?Lib¨¦rate! son¨® a la vez que I will survive y mucho antes que A qui¨¦n le importa, pero no lleg¨® al p¨²blico masivo. Espa?a a¨²n parec¨ªa no estar preparada. Por eso, recientemente ha sido reivindicada por el colectivo. La Terremoto de Alcorc¨®n grab¨® una canci¨®n con el mismo t¨ªtulo que homenajeaba a este y otros temas y artistas apegados este p¨²blico: Ol¨¦ Ol¨¦ y el No controles, Raphael y su Qu¨¦ sabe nadie o M¨®nica Naranjo con Des¨¢tame, aunque su verdadero himno homosexual sea la versi¨®n de Mina, Sobrevivir¨¦.

Tambi¨¦n las folcl¨®ricas son reivindicadas por el colectivo, por su figura de divas y sus dram¨¢ticos versos. La Otxoa canta algunos temas de Concha Piquer, Mar¨ªa Dolores Pradera o Rapahel en un nuevo disco, titulado?Con mucho... orgullo,?que hablan de amores ambiguos. "Roc¨ªo Jurado e Isabel Pantoja forman parte de ese grupo de artistas igualmente", apostilla. Tambi¨¦n incluye un nuevo himno,??Qui¨¦n roba mi libertad?, para mantener viva la reivindicaci¨®n, porque, alerta, nos estamos durmiendo."El otro d¨ªa en el barco, durante la manifestaci¨®n del orgullo por la r¨ªa de Bilbao, ve¨ªa a los chavales muy tranquilos. No han vivido como nosotros una ¨¦poca en la que pod¨ªan perseguirles por ser gays", comenta. Con sus sermones ellos se sienten como cuando su abuela le hablaba de la Guerra Civil, asegura: "Algo lejano y ajeno". Esa es una de las razones por las que quiere seguir agitando con su m¨²sica: "Los himnos gay no deber¨ªan ser gays, sino cantos a la libertad, pero deben estar ah¨ª porque si no hacemos ruido, retrocedemos".

Borque confirma la fragilidad de esa lucha. "Hacemos mucho ruido en las redes sociales pero luego en las manifestaciones no aparecen tantos". Desde la cabina de dj ha descubierto qu¨¦ canciones entusiasman y se convierten en himnos gay autom¨¢ticamente. "Yo quiero bailar de Sonia y Selena es el mejor ejemplo", dice. Esta canci¨®n dance, ligera y veraniega, que sonaba en la primera edici¨®n de Gran Hermano en Telecinco, se ha convertido en un cl¨¢sico. "Bailar sigue estando muy relacionado con lo gay y tiene esa frase de 'cuando llega el calor, los chicos se enamoran", apunta. El tema, puramente hedonista, no comparte el ansia de libertad de los himnos m¨¢s populares y queda a a?os luz de cualquier reivindicaci¨®n o grito de supervivencia. Pero gusta.

Tanto el de Borque como el de La Otxoa sonar¨¢n por las fiestas y manifestaciones que estos d¨ªas se celebran por toda Espa?a entre los c¨¢nticos voluptuosos y reivindicativos. Ahora es cosa del p¨²blico LGTBIQ y del resto hacerlo suyo e incorporarlo a ese desacomplejado, deshinibido, a veces dram¨¢tico, y lib¨¦rrimo repertorio.