El misionero espa?ol que dio educaci��n a los hijos de los corteros de ca?a

El padre P��rez, lleg�� a Colombia hace 60 a?os para dar charlas formativas y se qued�� a vivir en El Cerrillo, a pocos kil��metros de Cali. All�� conoci�� a los trabajadores de la ca?a, casi todos analfabetos, que le explicaron que lo que quer��an para sus hijos era educaci��n. En la imagen, un grupo de corteros de ca?a de la finca Providencia en las inmediaciones del Centro de Formaci��n que el curo fund�� para dar una educaci��n a los hijos de los empleados. En los a?os 60 los corteros y acarreadores viv��an en peque?os barracones en los mismos terrenos de la empresa, rodeados de ca?averales, de manera insalubre y sin m��s enseres personales que una olla para cocinar y un machete para trabajar.

De este modo construy��, con la ayuda de los propios empleados, un centro formativo cuyo sistema educativo hoy ha sido exportado a otros pa��ses y acoge a m��s de 4.000 chavales. El Padre P��rez y Dora Luc��a D��az, directora del centro, paseando por las instalaciones en la actualidad. Canchas deportivas, salones de actos, teatro, zona de residencia, diversos talleres completan en sus ocho hect��reas unos servicios formativos que el Ministerio de Educaci��n Colombiano premi�� en el a?o 2008 como mejor Centro Regional de Educaci��n Superior.

Un grupo de ni?os juega al f��tbol en los aleda?os del centro de formaci��n donde inculcan el deporte como una herramienta efectiva en la educaci��n de los ni?os, pues a trav��s de ��l se fomentan valores y habilidades.

Tal y como explica P��rez, el sistema de sus centros de formaci��n es autosuficiente: ��Gracias a los frentes productivos que mantienen como la divisi��n de confecci��n donde realizan uniformes laborales para las empresas m��s importantes de Colombia��. El centro tambi��n pretende contribuir al desarrollo social y econ��mico de la comarca, en los talleres de corte y confecci��n generan formaci��n y empleo a madres solteras adem��s de brindarles la oportunidad de darle a sus hijos educaci��n b��sica primaria y secundaria.

Un grupo de estudiantes en uno de los talleres mec��nicos. ��Cuando la empresa nos di�� la cesi��n del terreno nos pusimos a trabajar con el poco material que conseguimos comprar, el resto lo ��bamos sacando de chatarra, de material donado o del que recog��amos de una manera u otra por los terrenos del ingenio: los antiguos rieles de los trenes de az��car son hoy las vigas de los talleres mec��nicos��, recuerda el misionero.

Despu��s de construir el centro educativo el padre P��rez ten��a una cuenta pendiente: la vivienda digna para los trabajadores. Con su terquedad y diplomacia involucr�� a la empresa y a un buen pu?ado de empleados para construir, en 1967, un barrio para los setenta y dos trabajadores m��s humildes, el barrio Oviedo.

Una vista parcial del Barrio Oviedo desde el centro de educaci��n. Hoy, en las calles del barrio Oviedo apenas quedan un pu?ado de aquellas casas intactas. Esas familias fueron creciendo y con ellas su vivienda. Muchas casas han doblado la altura y han dividido su huerto para que sus hijos construyeran sus hogares. ��Casi todos trabajan en el ingenio azucarero igual que lo hicieron sus padres, y la gran mayor��a ya no como corteros de ca?a como ellos, sino trabajando como mandos intermedios gracias a sus estudios en el Centro de Formaci��n Integral��.

Una familia posa ante su vivienda cerca del Barrio Oviedo. Hace unos diez a?os, Jos�� P��rez descubri�� que a poco m��s de un kil��metro de su barrio ��surgi��, como por generaci��n espont��nea, un nuevo barrio de invasi��n en el que viven en condiciones lamentables un n��mero indefinido de familias conocido como Techo Azul, por el color de los pl��sticos que cubren sus casas y que ti?e el hogar de ese color��. Son algunos de los 7,2 millones de desplazados por la violencia que afecta al pa��s.

Un antiguo trabajador llega a saludar al padre P��rez en una de las casas que el mismo contruy�� para las 72 familias m��s humildes del ingenio. Todos los edificios est��n construidos seg��n las exigencias de la Convenci��n de Bruselas de 1927, en la que dec��a que la vivienda del trabajador debe estar cerca pero fuera de las empresas y tener un peque?o huerto para desestresarse, pero tambi��n como una fuente de ingresos.

Dos j��venes apadrinadas por Padrinos Asturianos en Techo Azul. Fundada en 1995 por el padre P��rez a su vuelta a temporal a Espa?a, esta ONG presta ayuda a menores en situaci��n de extrema pobreza a los que brinda apoyo social y formativo implicando a profesionales que trabajan de manera voluntaria. A sus noventa y dos a?os continua supervisando los programas de formaci��n o visitando a alguno de los mas de mil ni?os que la ONG tiene apadrinados en el pa��s.