La arena de N��ger se alimenta de migrantes

Un migrante expulsado de Argelia espera en el centro de tr��nsito de la Organizaci��n Internacional para las Migraciones en Arlit, N��ger, el jueves 31 de mayo de 2018. Argelia ha abandonado a m��s de 13.000 personas en el desierto en los ��ltimos 14 meses, incluyendo mujeres embarazadas y ni?os, varamientos sin comida ni agua y oblig��ndolos a caminar, a veces a punta de pistola, a temperaturas de hasta 48 grados.

Migrantes nigerianos y de terceros pa��ses se dirigen hacia Libia desde Agadez, N��ger, el lunes 4 de junio de 2018. Migrantes de todo el ?frica subsahariana (Mal��, Gambia, Guinea, Costa de Marfil, N��ger y m��s ) son parte de la migraci��n masiva hacia Europa, algunos huyendo de la violencia, otros solo esperando ganarse la vida.

Nigerinos y migrantes de otros pa��ses se dirigen hacia Libia desde Agadez, N��ger, el lunes 4 de junio de 2018. Todos los lunes por la noche, los convoyes llenos de personas rebosantes de esperanza pasan a trav��s de un puesto de control militar en el borde de la ciudad, de donde obtienen jarras de agua.

El domingo 3 de junio de 2018 un cami��n que transporta mercanc��as y migrantes recorre la regi��n des��rtica de Tenere, en el sur del S��hara central. Ls 4.500 kil��metros de la carretera son el camino favorito para los migrantes que marchan al norte con la esperanza de una vida mejor.

Unos migrantes suben a un cami��n para dirigirse al norte hacia Argelia en el puesto fronterizo de Assamaka, en el norte de N��ger el domingo 3 de junio de 2018.

Los migrantes se agolpan en el interior de un veh��culo, en el que recorrer��n cientos de kil��metros a trav��s del desierto del S��hara para llegar a Libia. La arena del camino se introduce f��cilmente en los ojos, as�� que casi todos optan por cubrirse la cabeza con telas y gafas de sol.

Un contrabandista cuenta su dinero mientras los inmigrantes suben a los camiones para dirigirse al norte hacia Argelia en el puesto fronterizo de Assamaka, en el norte de N��ger, el domingo 3 de junio de 2018.

Una cabra muerta yace en la arena, cerca del puesto fronterizo de Assamaka, en la regi��n del desierto de Tenere. Viajando a temperaturas que alcanzan los 48 grados en verano, la gran monoton��a del desierto desnudo de Tenere est�� roto por los cad��veres de veh��culos abandonados, ��rboles solitarios capaces de sobrevivir con el m��s leve susurro de agua, barriles de agua oxidados y llantas de cami��n barridas por arena usadas como marcadores de distancia.

Ju Dennis, de Liberia, sostiene su tel��fono. Con ��l film�� su situaci��n en el S��hara despu��s de haber sido expulsado de Argelia. El pasado 1 de junio, cuando se tom�� esta fotograf��a, el chico se encontraba enun campamento de la Organizaci��n Internacional para la Migraci��n en la ciudad de Arlit, en el norte del pa��s. Dennis grab�� su deportaci��n con un tel��fono m��vil que mantuvo oculto en su cuerpo. "Nos arriesgamos a la deportaci��n en Argelia, no hay piedad", dice. "Quiero mostrarlo: Estamos aqu��, vimos lo que hicieron. Y tenemos pruebas".

Tres hombres se dirigen al norte hacia Argelia despu��s de cruzar el puesto fronterizo de Assamaka, en el norte de N��ger, el domingo 3 de junio de 2018. La Organizaci��n Internacional para las Migraciones ha estimado que por cada migrante que se sabe que muri�� cruzando el Mediterr��neo, se pierden hasta dos en el Desierto.

Los migrantes de Sierra Leona que fueron expulsados de Argelia esperan la repatriaci��n en un centro de la Organizaci��n Internacional para las Migraciones en Agadez, N��ger, el martes 5 de junio de 2018. Argelia ha abandonado a m��s de 13.000 personas en el desierto en los ��ltimos 14 meses, incluidas mujeres embarazadas y ni?os, dej��ndolos sin comida ni agua y oblig��ndolos a caminar, a veces a punta de pistola, a temperaturas de hasta 48 grados.

Los migrantes de Sierra Leona que fueron expulsados de Argelia esperan la repatriaci��n en el centro de la OIM en Agadez, N��ger, el martes 5 de junio de 2018. Las expulsiones masivas de Argelia han aumentado desde octubre de 2017, cuando la Uni��n Europea renov�� la presi��n sobre los pa��ses del norte para evitar que los migrantes vayan al norte de Europa a trav��s del mar Mediterr��neo o de las vallas de Ceuta y Melilla, en Espa?a.

Un joven migrante que ha sido expulsado de Argelia se sienta en un centro de tr��nsito en Arlit, N��ger, el viernes 1 de junio de 2018. Traumatizado por su experiencia, no ha hablado y recibe ayuda de otros inmigrantes para comer y ba?arse. Su caso confunde a las autoridades, que no pueden averiguar de d��nde es para repatriarlo.

Un camello solitario camina en la regi��n del desierto de Tenere en N��ger, al sur del S��hara central, el mi��rcoles 30 de mayo de 2018. En el mapa, este une la costa mediterr��nea de Argelia con la lejana costa atl��ntica de Nigeria.

Un migrante que fue expulsado de Argelia se sienta junto a un punto de agua en un centro de tr��nsito de Arlit, N��ger, el viernes 1 de junio de 2018. Con cicatrices en las manos y los brazos, hombres como ��l cuentan que soportaron lo indescriptible en Argelia, un lugar donde muchos han sido encarcelados, golpeados y robados por las autoridades antes de ser abandonados a punta de pistola en el desierto del S��hara. AP

Un barril agujereado por las balas indica la direcci��n de Arlit en la regi��n del desierto de Tenere, en el N��ger, al sur del Sahara central, el domingo 3 de junio de 2018.

El marco de un Peugeot 404 abandonado descansa en la regi��n del desierto de Tenere, en el sur del Sahara central, el domingo 3 de junio de 2018. En el pasado, esta fue una ruta transitada por turistas, pero ahora solo la recorren migrantes que marchan hacia el norte.

Un migrante que fue expulsado de Argelia pasa el rato en un centro de tr��nsito en Arlit, N��ger, el jueves 31 de mayo de 2018. La Organizaci��n Internacional para las Migraciones normalmente organiza el transporte a casa para los hombres, mujeres y ni?os que han sido expulsados de Argelia. Pero este chico sin nombre, nacionalidad confirmada o familia para reclamarlo, ha quedado atrapado en el complejo.

Un emigrante que fue expulsado de Argelia es retenido por otros despu��s de intentar desnudarse en medio de un centro de tr��nsito en Arlit, N��ger, el s��bado 2 de junio de 2018. Gentilmente y con firmeza, fue retenido y se le abrocharon los pantalones. Hab��an pasado la noche anterior ba?��ndolo.

Aliou Kande, un joven senegal��s de 18 a?os que se march�� desde su casa en Dakar a los 15, ha sido expulsado de Argelia. Ahora posa para una fotograf��a en un campamento de tr��nsito de la Organizaci��n Internacional para la Migraci��n en la ciudad del desierto del norte de Nigeria de Arlit el jueves 31 de mayo de 2018. Kande dijo que casi una docena de personas en su grupo simplemente dejaron de caminar y colapsaron en la arena despu��s de que las autoridades argelinas las arrojaran ael desierto del Sahara.

Isaac Solomon, de 40 a?os y de Nigeria, espera atenci��n m��dica en el centro de tr��nsito de la Organizaci��n Internacional para la Migraci��n en Arlit, N��ger, el jueves 31 de mayo de 2018. Salom��n fue expulsado de Argelia y, como otros miles, fue abandonado en lo profundo del desierto del S��hara sin agua ni comida, lo que le oblig�� a caminar bajo el abrasador sol antes de ser recogido por la Organizaci��n Internacional para las Migraciones.

Una estaci��n de gasolina a las puertas de Arlit, el ��ltimo asentamiento importante en la regi��n del desierto de Tenere.

Janet Kamara, de Liberia, se sienta durante una entrevista realizada en un centro de tr��nsito de la Organizaci��n Internacional para la Migraci��n en Arlit, N��ger, el s��bado 2 de junio de 2018. Kamara fue expulsada de Argelia y qued�� varada en el S��hara durante el embarazo. "Nuestro beb�� fue asesinado, las mujeres estaban muertas, los hombres ... Otras personas desaparecieron en el desierto porque no conoc��an el camino", dice. "Todo el mundo estaba solo".

Un migrante que fue expulsado de Argelia se sienta en un centro de tr��nsito en Arlit, N��ger el viernes 1 de junio de 2018. La ��nica certeza sobre el hombre es que fue expulsado de Argelia con otros miles antes de terminar en este campo de tr��nsito de esta decadente ciudad minera situada en el coraz��n del S��hara.