6 fotosSeis libros de esta semanaObras de Penelope Fitzgerald, Bernhard von Brentano y Eduardo Maura, entre las rese?adasEl Pa¨ªs16 jul 2018 - 16:54CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEn estos d¨ªas acaba de aparecer la poes¨ªa reunida de Vicente Aleixandre, despu¨¦s de 15 a?os desde sus anteriores completas, que me fueron encomendadas por Visor Libros, en 2001-2002. Es una espl¨¦ndida noticia que los poemas de Aleixandre vuelvan a ocupar el primer plano de la actualidad y a estar al alcance de los lectores con su hermosa incandescencia y su arrolladora fuerza irracionalista, que parece nacer del fondo de la conciencia verbal. El verbo se hace carne en ella, luz y esp¨ªritu. Por ALEJANDRO DUQUE AMUSCOSi alguien quiere tener una idea global de la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, en sus distintas vertientes y en los varios continentes, encontrar¨¢ en esta obra del te¨®logo Juan Jos¨¦ Tamayo, director de la C¨¢tedra de Teolog¨ªa y de Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid, una orientaci¨®n detallada. Se trata, de hecho, de una obra de convincente madurez teol¨®gica. El autor figura entre los mejores conocedores y cultivadores de este tipo de teolog¨ªa en Europa. Ha seguido y compartido el nacimiento, la construcci¨®n, la evoluci¨®n, las turbulencias y la consolidaci¨®n de las Teolog¨ªas de la Liberaci¨®n, en sus m¨¢s de 40 a?os de existencia. No solamente presenta las intuiciones b¨¢sicas de estas teolog¨ªas, sino que ¨¦l mismo es un te¨®logo de la liberaci¨®n en el contexto europeo. De ah¨ª el alto valor que demuestra este trabajo. Por LEONARDO BOFFA Marta Reb¨®n le debemos la traducci¨®n de varias obras maestras: Vida y destino, de Grossman; Las almas muertas, de G¨®gol; Una saga moscovita, de Aksi¨®nov¡ La lista completa ser¨ªa apabullante. Reb¨®n (Barcelona, 1976) es una gran traductora porque simpatiza con cada libro que vierte al espa?ol o al catal¨¢n. Es precisa y flexible, y tambi¨¦n arriesgada. Todas estas cualidades caracterizan En la ciudad l¨ªquida, su primera obra propia, un libro en la tradici¨®n de Praga m¨¢gica, de Angelo Maria Ripellino; El Danubio, de Claudio Magris, o El viaje, de Sergio Pitol, invocado en estas p¨¢ginas como modelo. Es decir: un sabio manual de la literatura como forma de vida. Pero al contrario de los citados, Reb¨®n no realiza un ejercicio de critica literaria, sino de simpat¨ªa biogr¨¢fica. Por CARLOS PARDOCuando los Giants ganan la World Series, la calle Market de San Francisco se llena de forofos provenientes de Silicon Valley. Llegan en coche porque necesitan compartir ese momento con la muchedumbre aunque vivan en cualquiera de las poblaciones de la Bah¨ªa donde hoy se encuentran Apple, Google o Facebook. Esas peregrinaciones ocasionales llevan a Deyan Sudjic a preguntarse por el modelo de ciudad que est¨¢n creando empresas que, m¨¢s que urbanizar un territorio, suben el precio del terreno donde se asientan. Sudjic advierte de que si cualquier cosa puede definirse como ciudad (recuerden: la Ciudad Financiera del BBVA, la del Santander, la de las Artes¡), esta corre el riesgo de no significar nada. Moldeadas tradicionalmente por la estrategia militar, los r¨ªos o la industria, hoy es la econom¨ªa la que dibuja las ciudades anteponiendo el beneficio econ¨®mico ¡ªcomo fondo de inversi¨®n o destino tur¨ªstico¡ª a cualquier otro objetivo. Por ANATXU ZABALBEASCOALa circunstancia de Ortega vale, pero el yo se ha vuelto muy complejo. Somos un yo que en realidad es una multitud, un n¨²mero de esos que nos cuesta imaginar: billones. Cada organismo est¨¢ compuesto de millones de millones de c¨¦lulas, s¨ª, pero tambi¨¦n de microbios con los que vivimos en una maravillosa simbiosis, dice Ed Yong. Aunque es un n¨²mero dif¨ªcil de precisar, y del que se han dado muchas variantes, ¡°las ¨²ltimas estimaciones dicen que tenemos alrededor de 30 billones de c¨¦lulas humanas y 39 billones de c¨¦lulas microbianas¡±. Yo contengo multitudes nos cuenta qui¨¦nes son y qu¨¦ hacen esos compa?eros de viaje que nos pueblan y sin los cuales no ser¨ªamos. Por ANTONIO CALVO ROYAunque escrib¨ªa desde adolescente, Elizabeth Dotten (1829-1913) s¨®lo accedi¨® a la notoriedad cuando comenz¨® a tomar el ¡°dictado¡± de poetas como Edgar Allan Poe y William Shakespeare, entre otros. A¨²n faltaba algo m¨¢s de medio siglo para que Harry Houdini denunciase a m¨¦diums y espiritistas, y la creencia en la posibilidad de una comunicaci¨®n con los muertos se extend¨ªa (a modo de consuelo) a la misma velocidad con la que estos se multiplicaban en los campos de batalla de la guerra civil estadounidense. ¡°Debido a mis tendencias po¨¦ticas naturales¡±, afirm¨® Dotten, ¡°atraigo la influencia de almas similares, y cuando yo lo deseo o cuando ellas tienen la voluntad de hacerlo proyectan sus peculiares inspiraciones sobre m¨ª, y yo les doy expresi¨®n de acuerdo con mis capacidades¡±. Amado Nervo (se sabe) escribi¨® su ¨²ltimo libro en 1949; tuvo la sagacidad de morirse 30 a?os antes y dict¨¢rselo a una m¨¦dium (seg¨²n ¨¦sta), pero las colaboraciones p¨®stumas no carecen de dificultades: M¨¢s all¨¢ de la muerte no se parece en nada a un libro de Amado Nervo, pero el Poe de Dotten es bastante veros¨ªmil y su Shakespeare no est¨¢ mal. Por PATRICIO PRON