Convivir con el oso

Con el altavoz puesto frente a aquellos que defienden la extinci¨®n del oso en los Pirineos, se aduce que la especie es culpable de la situaci¨®n que sufre la ganader¨ªa extensiva. Argumentan que la anormal depredaci¨®n del oso Goiat es extensible a toda la poblaci¨®n osera pirenaica, obviando, interesadamente, el loable trabajo de t¨¦cnicos y expertos. Un trabajo que, all¨ª donde existe coordinaci¨®n, impulsa la convivencia y reduce los incidentes al m¨ªnimo. Otra cosa es buscar al culpable deseado, uno incapaz de defenderse, evitando reconocer errores propios: los ganaderos y sus sindicatos que no parecen comprender que en la Europa actual resulta impresentable defender el exterminio de una especie; los del sistema econ¨®mico que les obliga a competir en desventaja; los del peligroso monocultivo tur¨ªstico; los de una clase pol¨ªtica acobardada que declara en funci¨®n de su propia conveniencia. Porque la conveniencia es ego¨ªsmo, incapacidad para compartir. Y convivencia resulta ser todo lo contrario. Los monta?eses defensores del oso pardo no somos ilusos. Si queremos osos habr¨¢ que pagarlos. Pagar su recuperaci¨®n, pagar indemnizaciones y pagar el coste de la coexistencia en un Pirineo, que no es propiedad exclusiva de uno, sino patrimonio de todos.¡ª Miguel Flores Pintado. Torla (Huesca).