11 fotosLa reivindicaci¨®n del derecho a la ciudadEn la ¨²ltima d¨¦cada, los proyectos de reurbanizaci¨®n del centro de R¨ªo de Janeiro han transformado dr¨¢sticamente la ciudad. El m¨¦todo de los pobres para luchar por tener una vivienda es okupar casas y edificios abandonadosEl Pa¨ªsRio de Janeiro - 16 ago 2018 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEl derecho a la vivienda es uno de los derechos humanos fundamentales reconocidos en la Constituci¨®n brasile?a. Los pobres est¨¢n cada vez m¨¢s excluidos del centro urbano; muchos han tenido que marcharse a otros barrios para dejar sitio a los centros comerciales y los edificios de apartamentos para los ricos y acomodados.Los m¨¢s desfavorecidos est¨¢n siendo expulsados incluso de las favelas c¨¦ntricas debido al incre¨ªble aumento de los precios de los alquileres a consecuencia, entre otros factores, de la celebraci¨®n de grandes eventos como el Mundial de f¨²tbol de 2014 y los Juegos Ol¨ªmpicos de 2016 en la ciudad. En Brasil se suele criminalizar a los movimientos sociales debido a que se los asocia con la pobreza, los okupas, la violencia y los traficantes de drogas.Hay gente que ha emprendido diversas iniciativas para reivindicar su derecho a la ciudad. Okupar casas y edificios abandonados es una de las maneras que tienen los pobres de poner en pr¨¢ctica su derecho a la vivienda. El objetivo de estas organizaciones es presionar al Gobierno para que construya viviendas sociales en esos espacios dentro del programa 'Minha Casa, Minha Vida' (Mi casa, mi vida), un plan del Gobierno federal que financia la construcci¨®n de bloques de viviendas administrados por los movimientos sociales.Elisate Napole?o es l¨ªder de uno de estos grupos que okupan. "La gente se re¨ªa de que quisi¨¦ramos vivir en el centro. Nos dec¨ªan que era imposible, que los pobres no podemos vivir all¨ª. Pero, ?por qu¨¦ no vamos a tener derecho a ello?", cuestiona.Los movimientos coinciden en que, para que todo salga bien, tienen que estar organizados. Una de las normas es controlar las entradas y salidas de los espacios okupados las 24 horas del d¨ªa. Para ello, se organizan en turnos de vigilancia de la puerta que tienen que cumplir los habitantes del edificio y los miembros del movimiento, como Creozlita Silva do Nacemente en el centro Manuel Congo.Roberto enumera los peligros de okupar un lugar. "Cuando est¨¢bamos okupando otro edificio anterior, tuve la mala suerte de que la gente me eligiese l¨ªder. La organizaci¨®n social se vino abajo cuando los traficantes de drogas se instalaron en el edificio y, poco a poco, empezaron a hacerse con el control". Tras ser atacado con un arma, Roberto tuvo que huir y empezar de nuevo con el proyecto Quilombo da Gamboa.Mariana Crioula, llamado as¨ª por una esclava que se convirti¨® un modelo de resistencia, es el nombre del movimiento social que okup¨® un almac¨¦n vac¨ªo del puerto, situado inmediatamente a espaldas de Morro da Providencia, la favela m¨¢s antigua de R¨ªo. Aunque en el antiguo almac¨¦n solo viven permanentemente cuatro personas en chabolas construidas por ellas mismas, el movimiento social al que pertenecen est¨¢ formado por 70 miembros que pagan un cuota.Debido a los precios cada vez m¨¢s altos y a la crisis econ¨®mica, en R¨ªo de Janeiro el n¨²mero de personas sin hogar se ha triplicado en los ¨²ltimos a?os. Por la noche, la gente busca un lugar tranquilo donde dormir, como en esta foto, tomada en la Rua da Lapa.Isabelle juega en un antiguo almac¨¦n de la Rua da Lapa, en el centro de R¨ªo. Sus abuelos lo okuparon hace m¨¢s de 30 a?os. Con el tiempo, en su interior construyeron paredes, habitaciones y un bar. La mayor¨ªa de las casas abandonadas son antiguas residencias coloniales del siglo XIX. En general, quienes pueden permit¨ªrselo prefieren vivir en los nuevos edificios de apartamentos.Muchas veces las casas se compartimentan para acoger a m¨¢s gente. A veces los propietarios portugueses murieron y dejaron la casa a sus parientes en Portugal, que nunca la han reclamado.Hay casos de okupaciones muy bien preparadas y organizadas, lideradas por movimiento sociales, como en Vito Gianotti, en la zona de Santo Cristo. El edificio se okup¨® hace dos a?os en una iniciativa conjunta de la Uni¨®n Nacional para la Vivienda Social y el Movimiento de Lucha en los Barrios y las Favelas.