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El calvario de las familias reunificadas: pendientes de una solicitud de asilo Maria Marroquin y su hijo de 11 a?os huyeron de Honduras despu¨¦s de que dos polic¨ªas asaltaran su casa y los extorsionaran. Despu¨¦s de conseguir cruzar R¨ªo Grande, zona fronteriza entre M¨¦xico y EE UU, Maria fue detenida y Abisai llevado a un centro de menores de paradero desconocido. Ahora, en cumplimiento de la orden judicial que obliga a la administraci¨®n Trump a reunificar a las familias separadas, vuelven a estar juntos. Pero se enfrentan al calvario de tener que regresar a un hogar que no sienten seguro si no les aprueban la solicitud de asilo Un residente local traslada en su veh¨ªculo a Maria desde el centro de detenci¨®n de Port Isabel hasta el refugio de la Posada Providencia, en San Benito, Texas (EE UU). LOREN ELLIOTT (REUTERS) Mar¨ªa Marroqu¨ªn llora al conocer que su hijo ha sido autorizado para la reunificaci¨®n familiar, tras una orden judicial que apelaba a la administraci¨®n de Trump a devolver a los menores con sus familias con fecha l¨ªmite del 26 de julio de 2018. LOREN ELLIOTT (REUTERS) Refugio de La Posada Providencia en San Benito, Texas (EE UU), donde Mar¨ªa y su hijo Abisai pasaron la noche juntos tras la reunifaci¨®n, m¨¢s de un mes despu¨¦s de su detenci¨®n. LOREN ELLIOTT (REUTERS) Mar¨ªa espera la reunificaci¨®n con su hijo en el refugio La Posada Providencia, en San Benito, Texas (EE UU). LOREN ELLIOTT (REUTERS) Maria besa a su hijo de 11 a?os tras abandonar el centro de menores de la instalaci¨®n de Casa Padre. LOREN ELLIOTT (REUTERS) Abisai Montes Marroqu¨ªn, de 11 a?os, llega al refugio La Posada Providencia, en Texas (EE UU), el 14 de julio de 2018, horas despu¨¦s de haber visto a ver a su madre, de la que se separ¨® tras ser detenida a principios de junio en Texas por la pol¨ªtica de tolerancia cero de la administraci¨®n Trump. LOREN ELLIOTT (REUTERS) Abisai Montes Marroqu¨ªn, de 11 a?os, mira los mensajes y dibujos que su madre le hizo mientras estaba detenida, junto a otras madres, en el centro de detenci¨®n Port Isabe, en Texas (EE UU). LOREN ELLIOTT (REUTERS) Abisai Montes Marroquin, de 11 a?os, juega despu¨¦s de llegar al refugio La Posada Providencia en San Benito, Texas (EE UU). LOREN ELLIOTT (REUTERS) Mar¨ªa arropa a su hijo en la primera noche que pasan juntos tras ser reunificados en el refugio de La Posada Providencia en San Benito, Texas (EE UU). Madre e hijo pasaron m¨¢s de un mes separados despu¨¦s de que Mar¨ªa fuese detenida al llegar a EE UU por las autoridades de inmigraci¨®n. LOREN ELLIOTT (REUTERS) Despu¨¦s de reunirse con su hijo, Mar¨ªa Marroquin llora durante una llamada telef¨®nica con el padre del ni?o, que reside en Nueva Orleans, Luisiana (EE UU). LOREN ELLIOTT (REUTERS) Mar¨ªa Marroqu¨ªn Perdomo y su hijo Abisai, de 11 a?os, paran en una gasolinera para tomar un refresco despu¨¦s de partir de las instalaciones de Casa Padre, un refugio para migrantes donde pasaron la primera noche juntos, en Brownsville. Ambos se reunir¨¢n con el padre de Abisai en Nueva Orleans, Luisiana (EE UU). LOREN ELLIOTT (REUTERS) Mar¨ªa Marroqu¨ªn Perdomo y su hijo de 11 a?os, Abisai, buscan su puerta antes de volar a New Orleans, Louisiana, en el Aeropuerto Internacional Valley en Harlingen. LOREN ELLIOTT (REUTERS) Abisai Montes Marroqu¨ªn, de 11 a?os, ayuda a su madre, Mar¨ªa Marroqu¨ªn Perdomo, a instalar su nuevo tel¨¦fono en un centro comercial de Nueva Orleans, Luisiana (EE UU) LOREN ELLIOTT (REUTERS) Mar¨ªa Marroqu¨ªn Perdomo y su hijo Abisai, de 11 a?os, viajan desde Harlingen, Texas a Nueva Orleans, Louisiana (EE UU), donde reside el padre de Abisai. Es la primera vez que viajan en un avi¨®n. LOREN ELLIOTT (REUTERS) Abisai Montes Marroqu¨ªn, de 11 a?os, se encuentra con su padre, Edward Montes L¨®pez, por primera vez desde que era un beb¨¦, en el Aeropuerto Internacional Louis Armstrong de Nueva Orleans en Louisiana (EE UU). LOREN ELLIOTT (REUTERS) Mar¨ªa, Abisai y su padre, Edward Montes, hablan con su familia en Honduras tras reunirse en Nueva Orleans. El futuro de Mar¨ªa y Abisai a¨²n es incierto. Para evitar la deportaci¨®n, necesitar¨¢n convencer a un juez de inmigraci¨®n de que su caso es una de las razones espec¨ªficas recogidas en las leyes de asilo, en tiempos dif¨ªciles con la suspensi¨®n de la administraci¨®n Trump del Estatus de Protecci¨®n Temporal para salvadore?os, hondure?os, haitianos y nicarag¨¹enses. LOREN ELLIOTT (REUTERS)