Puentes, bodas y accidentes
En la fiesta Flower Power conviven, protegidos como linces, sobrevivientes de varias d¨¦cadas junto con actores j¨®venes, deportistas retirados y alg¨²n despistado
En la median¨ªa de agosto, el excomisario y casi relaciones p¨²blicas Jos¨¦ Manuel Villarejo sombrea mis pensamientos. Era una de las personas mejor relacionadas del pa¨ªs y termin¨® en la c¨¢rcel, convertido en enemigo p¨²blico. ?C¨®mo pudo pasar eso? Siempre asum¨ª que si te codeabas con gente importante lo ¨²ltimo que podr¨ªa pasarte era terminar en la c¨¢rcel. Al menos es lo que me dec¨ªan cuando me qued¨¦ en el paro. "Saldr¨¢s adelante porque est¨¢s muy bien relacionado". Pero no, a veces puede pasar que estar tan extremadamente bien relacionado puede resultarte o muy caro o muy peligroso.?
La vida no es como te la pintan. Pero de repente surge alguien como Mar¨ªa Jos¨¦ Su¨¢rez y todo vuelve a su cauce. ?Qu¨¦ maravilla que al fin haya conseguido su sue?o de casarse! Y hacer de esa boda una cumbre de Miss Espa?a en Grecia. ?Un G5 de Miss Espa?a en la cuna de la belleza cl¨¢sica! Vali¨® la pena esperar, Mar¨ªa Jos¨¦, has dado en el clavo y has recibido un anillo. Ya se habla de esta boda como una vertiente andaluza del #MeToo. Esa foto de Mar¨ªa Jos¨¦ con todas sus damas de honor, vestidas con sus dise?os y reuniendo varias generaciones de Miss Espa?a, es una prueba irrefutable de que los concursos de belleza colaboran a conseguir una vida mejor. Y tambi¨¦n un marido.
Tenemos que rodearnos de noticias buenas. La positividad ayuda a la supervivencia. Por eso celebro que Pedro S¨¢nchez llevara a Angela Merkel a visitar un centro de protecci¨®n de linces en Do?ana, lamentablemente sin Susana. La ausencia de Susana D¨ªaz hizo m¨¢s irresistible la imagen, los ¨²nicos linces aparte de los animales eran S¨¢nchez y Merkel. Pedro, que sabe mucho de estilismo, escogi¨® camisa vaquera, pantal¨®n ligero y pies descalzos en la arena, un poco como Julio Iglesias cuando tambi¨¦n conquistaba el mercado alem¨¢n. Merkel, mujer seria y tecn¨®crata integral, acudi¨® sin maquillaje, que es la ¨²nica manera en que puedes ir a ver unos animales en cautiverio. Como una valkiria .?
Esta semana nos ha sobrecogido el hundimiento de un puente en G¨¦nova. Su ingeniero, Riccardo Morandi, construy¨® sobre el Lago de Maracaibo, en Venezuela, el puente Urdaneta que todos los venezolanos de mi generaci¨®n aprendimos a calificar como "el segundo m¨¢s largo de Am¨¦rica", sin averiguar jam¨¢s cu¨¢l era el primero. Mis amigos de infancia, reunidos en un grupo de WhastApp, preguntan si existen puentes de la antig¨¹edad que est¨¦n en pie. Mencion¨¦ Puente Romano en Marbella porque acabo de estar all¨ª y sus ruinas dan nombre a uno de los hoteles m¨¢s prestigiosos de esa localidad. En realidad, ?qu¨¦ es la vida sino tender puentes? A mi modo de ver es lo que sucede cada a?o en la fiesta Flower Power que organiza Carlos Martorell en Ibiza. Un puente entre la generaci¨®n que crey¨® en el poder de las flores y las otras que entienden las flores solo como estampado. Aparte de ese puente generacional est¨¢ el puente est¨¦tico entre Ibiza y Marbella, lugares de veraneo chic que no siempre hab¨ªan conectado. Hubo una ¨¦poca que los de Ibiza sintieron la invasi¨®n marbell¨ª al tiempo que los de Marbella subrayaban la eterna batalla entre el chunda-chunda ensordecedor y su fiesteo m¨¢s folk pero no menos euf¨®rico. La fiesta Flower Power ha conseguido acortar esas distancias creando un universo propio donde conviven, protegidos como linces, sobrevivientes de varias d¨¦cadas junto con actores j¨®venes, deportistas retirados y alg¨²n despistado convencido de que lo hippie y lo disco sucedieron al un¨ªsono.
Vamos con la m¨²sica a otra parte: durante un concierto en Torrelavega, Marta S¨¢nchez sufri¨® un accidente esc¨¦nico. La parte superior de su vestido se desprendi¨® en plena actuaci¨®n. Un recurso retro que arranc¨® gritos de asombro y regocijo, muchos recordaron a Sabrina cuando la soberbia interprete italiana desnud¨® un seno en pleno especial de Navidad en televisi¨®n. Aquella heroicidad hizo historia. Tambi¨¦n Marta tiene mucho de h¨¦roe en su sangre, continu¨® su actuaci¨®n cubri¨¦ndose con el brazo que no sosten¨ªa el micr¨®fono sin perder comp¨¢s de la coreograf¨ªa. Un asistente acerc¨® una chaqueta dorada y para asombro de todos, Marta consigui¨® pon¨¦rsela sin dejar de cantar y sujetar el micr¨®fono. Eso merece una medalla. Al menos una placa en Torrelavega que genere memoria hist¨®rica. Y as¨ª, las pr¨®ximas generaciones podr¨¢n escoger, respetuosamente, entre Marta, Mar¨ªa Jos¨¦ y la fiesta Flower Power antes que sobre Villarejo y sus relaciones.
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