?El nieto de Hitler discrepa de Merkel!
El debate sobre las "formas" para trasladar a Franco esconde el torpedeo al "fondo" de la cuesti¨®n
?Podremos alg¨²n d¨ªa vivir en un pa¨ªs donde no sea materia de discusi¨®n alejar los huesos de un dictador de un monumento nacional? ?O donde los que deseen quitar lazos amarillos puedan hacerlo sin que les identifiquen los mossos por posible ¡°da?o a la v¨ªa p¨²blica¡±? Los debates que nos consumen son ciertamente marcianos.
Tener que contemplar c¨®mo los nietos de Franco a¨²n torpedean la retirada del cad¨¢ver del abuelo dictador es un verdadero anacronismo. Como verles desfilar por las televisiones sin aportar m¨¢s argumento que las ¡°formas¡± del Gobierno cuando en realidad se est¨¢n oponiendo al ¡°fondo¡±, que es librarnos colectivamente de una anomal¨ªa hist¨®rica.
El Partido Popular y Ciudadanos tambi¨¦n se han refugiado en el debate de ¡°las formas¡± para criticar el decreto ley del Gobierno y desmarcarse de su contenido, el ¡°fondo¡±, que es sacar cuanto antes a Franco de donde nunca debi¨® estar. Curiosa alianza. Pero no deben confundirnos ni llevarnos a mirar el dedo y no la luna. Ambos partidos critican la v¨ªa del decreto ley, mecanismo reservado para cuestiones de urgencia, cuando el Gobierno de S¨¢nchez lo ha empleado en seis ocasiones anteriores sin que se levantara semejante polvareda por ¡°las formas¡±. Los anteriores decretos ley estuvieron destinados a activar un plan de empleo, a adaptar normativas de protecci¨®n de datos, a aprobar una oferta de empleo p¨²blico, el acceso universal al Sistema Nacional de Salud, medidas contra la violencia de g¨¦nero y reformar RTVE. Pero las formas no generaron entonces tanto ruido. Tampoco cuando las emplearon Rajoy (en 76 ocasiones) o Aznar (65 veces durante su primera legislatura, sin mayor¨ªa absoluta).
Uno de los nietos de Franco, a quien nadie ha votado para representar voluntades ¡ªa diferencia de los partidos que conforman la mayor¨ªa de Gobierno¡ª considera adem¨¢s que la decisi¨®n de S¨¢nchez ¡°no es prioritaria¡±, sino ¡°oportunista, revanchista y cobarde¡±.
Hitler no tuvo hijos, ni por tanto nietos, pero ser¨ªa algo parecido a un fen¨®meno paranormal imaginar que uno de ellos a¨²n compareciera en las televisiones de Alemania para opinar sobre las prioridades de Merkel. Como imposible pensar que su tumba pudiera estar en un monumento alem¨¢n. ?Lo imaginan? ¡°El nieto de Hitler discrepa de Merkel¡±. Lo vimos el viernes, en versi¨®n rancio-nacional, en Antena 3. La citada reflexi¨®n nos la brinda, adem¨¢s, el nieto de Franco sin antes devolver el Pazo de Meir¨¢s, que su abuelo esquilm¨® a los gallegos.
Entre los disparates que se nos acumulan en este fin de agosto est¨¢ otro candidato al festival de paranormalidades: los mossos vuelven a identificar a catalanes que quitan lazos amarillos, cuya libertad de expresi¨®n es para el Gobierno catal¨¢n menos valiosa que la que ampara a quienes los ponen. Deber¨ªa llevarse un premio a la noticia falsa en el mencionado festival. Si lo fuera.
Triste es que los nietos de Franco a¨²n torpedeen la evoluci¨®n de la historia. Pero grave y m¨¢s importante es que el Partido Popular y Ciudadanos obstaculicen un mandato del Congreso de los Diputados, que en mayo de 2017 aprob¨® la exhumaci¨®n y traslado de los restos de Franco. Ojal¨¢ septiembre empiece mejor.
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