La m¨²sica y la letra

El encuentro entre Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias parece ir m¨¢s all¨¢ de la cortes¨ªa parlamentaria. De sus acuerdos depende en buena medida lo que queda de legislatura. El PSOE, con apenas 84 diputados, s¨®lo puede gobernar con el respaldo de los partidos que apoyaron la moci¨®n de censura el pasado junio, algo que no solo es significativo para la aprobaci¨®n de los pr¨®ximos Presupuestos Generales del Estado ¡ªimprescindibles para que S¨¢nchez pueda llegar al final de la legislatura¡ª sino incluso para la convalidaci¨®n de todos esos decretos leyes ¡ªcomo el de la sanidad universal¡ª de los que se est¨¢ sirviendo el Ejecutivo para impulsar su acci¨®n pol¨ªtica. El encuentro de ayer confirma que, aunque con Podemos no es suficiente, su apoyo es condici¨®n necesaria para que los socialistas contin¨²en en La Moncloa.

Un asunto central en la discusi¨®n entre ambos dirigentes ha sido la b¨²squeda de compromisos socioecon¨®micos que habr¨¢n de sustanciarse en los Presupuestos. Ya era hora de que esto entrase con centralidad en la agenda pol¨ªtica. Ambos partidos parecen estar de acuerdo en la necesidad de incrementar los ingresos a trav¨¦s de los impuestos, ya sea uno sobre las transacciones financieras, la modificaci¨®n del de Sociedades o el incremento de los que afectan a los tramos m¨¢s altos del IRPF. Sin embargo, falta la letra peque?a: aunque el PSOE y Podemos puedan compartir m¨²sica, poner letra a la partitura requiere descender al detalle viendo las implicaciones de cada medida sobre el sistema tributario en su conjunto. Hasta ahora hab¨ªa algunas diferencias sustanciales en la interpretaci¨®n que ambas formaciones ten¨ªan de estas cuestiones. El cap¨ªtulo del gasto p¨²blico tiene igual relevancia.

En cualquier caso, que estos acuerdos puedan sustanciarse en una mayor¨ªa suficiente pasa por Catalu?a. Tanto el PSOE como Podemos son conscientes de que la polarizaci¨®n y el peso del tema territorial en el debate general les perjudica electoralmente. Paralelamente el Gobierno tambi¨¦n necesita a los 17 diputados de ERC y PDeCAT para sostenerse en el Congreso, as¨ª que si no se rebaja la crispaci¨®n le va a resultar dif¨ªcil aguantar. El problema catal¨¢n y la aprobaci¨®n de los Presupuestos est¨¢n ligados hasta cierto punto, pues el concurso de los partidos nacionalistas catalanes es tan decisivo para el Gobierno, en ¨²ltimo t¨¦rmino, como el de Podemos. Tanto la pr¨®xima Diada, como el aniversario del 1 de octubre, o el calendario judicial tendr¨¢ un impacto en los planes del Gobierno, muy dif¨ªciles de controlar. Por mucho que Pablo Iglesias pueda insistir, el margen que tiene el Ejecutivo para influir en esta cuesti¨®n es reducido.

El calendario electoral que se avecina va a dificultar tambi¨¦n cualquier negociaci¨®n al exacerbar el tacticismo de todas las formaciones pol¨ªticas. No solo por la posible inminencia de los comicios andaluces sino porque la relevancia de la cita de las municipales, auton¨®micas y europeas (sin olvidar el espectro de una generales adelantadas) har¨¢ que las posiciones de los partidos se vayan distanciando. La paradoja es que el PSOE y Podemos tienen que competir pero al mismo tiempo tienen que controlar sus diferencias. El encuentro de ayer sirvi¨® para constatar este hecho.