Inseguridad ambiental
Lo sucedido con los residuos nucleares del canal del Jarama erosiona la confianza en los organismos de control
Que durante m¨¢s de 50 a?os ni las comunidades de regantes, ni los alcaldes de los municipios, ni siquiera la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo tuviera noticias de que se hab¨ªan depositado vertidos radiol¨®gicos a orillas del canal del Jarama indica el oscurantismo que ha rodeado la gesti¨®n del episodio de contaminaci¨®n radiol¨®gica ocurrido en las instalaciones de la Junta de Seguridad Nuclear en 1970, en pleno franquismo. Los lodos radiactivos de aquella fuga fueron depositados en ocho grandes zanjas junto al canal del Jarama sin que fueran se?alizadas y sin que se haya hecho un seguimiento adecuado de los niveles de contaminaci¨®n. De dos de ellas ni siquiera se conoce la localizaci¨®n exacta.
Editoriales anteriores
Los residuos all¨ª enterrados conten¨ªan con seguridad cesio 137 y estroncio 90, que tienen una vida activa media de unos 30 a?os, pero hay sospechas de que en esos lodos pudiera haber tambi¨¦n otros is¨®topos de actividad m¨¢s larga. En cualquier caso, la realidad es que hay unos enterramientos radiactivos sin se?alizar de cuyo peligro no tenemos una certificaci¨®n fiable. El Consejo de Seguridad Nuclear afirma que los niveles de contaminaci¨®n no suponen un riesgo para la salud, pero no apoya esa afirmaci¨®n en mediciones recientes. Las ¨²ltimas de las que se tiene constancia se hicieron en 1995 y dieron lugar en 2012 a un informe interno del Consejo de Seguridad Nuclear, uno de los dos organismos derivados de la extinta Junta de Seguridad Nuclear, en el que se aconsejaba ¡°realizar una caracterizaci¨®n m¨¢s completa del alcance de la contaminaci¨®n¡±, cosa que no se ha hecho.
A ello hay que a?adir que desde hace 10 a?os se incumple el decreto que obligaba al Gobierno a realizar un inventario de suelos y recursos h¨ªdricos que, como es el caso de los m¨¢rgenes del Jarama, pueden estar contaminados. Lo sucedido con estos vertidos y el incumplimiento de la propia normativa nos lleva a la inquietante pregunta de cu¨¢ntos otros episodios como este se han podido producir sin que tengamos constancia y qu¨¦ riesgos soporta la poblaci¨®n en este y otros lugares por falta de diligencia de los responsables de gestionar los residuos nucleares.
La dejadez con que se ha tratado este asunto hace albergar una gran desconfianza hacia los organismos p¨²blicos encargados de velar por la seguridad ambiental. La ¨²nica forma de restablecer esa confianza es realizar un estudio de riesgo de la zona afectada para tomar las medidas que los datos aconsejen, y realizar en el tiempo m¨¢s breve posible el inventario de terrenos contaminados que exige la normativa. De poco sirve tener una legislaci¨®n equiparable a la de otros pa¨ªses en materia de seguridad si no se ejercen controles eficientes para su cumplimiento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.