Fecundidad y utilidad de las humanidades
Las Humanidades proporcionan beneficio econ¨®mico y dise?an marcos de sentido que permiten a las sociedades comprenderse a s¨ª mismas y orientar cambios hacia un aut¨¦ntico progreso
?El escaso aprecio por las Humanidades que suelen mostrar quienes dise?an planes de estudios y financian proyectos de investigaci¨®n tiene su origen sobre todo en la convicci¨®n de que no ayudan a incrementar el PIB de los pa¨ªses, no resultan rentables, a diferencia de las ciencias y las tecnolog¨ªas, que son fuente de innovaci¨®n y riqueza. Fomentar la investigaci¨®n y la docencia en estos campos ser¨ªa, pues, prometedor, y relegar las Humanidades, dada su inutilidad, una buena medida.
Pero lo curioso es que en dar por bueno que las Humanidades son saberes in¨²tiles coinciden sus detractores y buena parte de sus defensores, con la diferencia de que estos ¨²ltimos atribuyen su grandeza a su presunta inutilidad: a la utilidad de lo in¨²til, por decirlo con el t¨ªtulo del libro de Nuccio Ordine. Un buen n¨²mero de cl¨¢sicos de la filosof¨ªa y la literatura coinciden en subrayar que la sublimidad de lo in¨²til consiste en no estar al servicio de otras metas, sino en valer por s¨ª mismo, como ya avanzara Arist¨®teles al referirse a la Filosof¨ªa Primera: ¡°As¨ª como llamamos hombre libre al que es para s¨ª mismo y no para otro, as¨ª consideramos a ¨¦sta como la ¨²nica ciencia libre, pues ¨¦sta sola es para s¨ª misma¡±.
Sin embargo, y a pesar de la belleza del texto, las cosas no son tan simples. Por muy atractivo que sea el discurso sobre la superioridad de los saberes in¨²tiles, resulta ser que las Humanidades son tambi¨¦n ¨²tiles, pero tienen la peculiaridad de conjugar la utilidad con lo que cabr¨ªa llamar ¡°fecundidad¡±. A mi juicio, conviene reservar el t¨¦rmino ¡°utilidad¡± para las actividades que valen porque sirven para otras cosas, y recurrir al t¨¦rmino ¡°fecundidad¡± para los saberes que valen por s¨ª mismos y, precisamente por eso, promueven la formaci¨®n de las personas, el cultivo de la humanidad.
Se adjudican a las ciencias descubrimientos que proceden del campo human¨ªstico
En este sentido, es aconsejable acudir a textos como el de Rens Bod A New History of the Humanities, en el que defiende que las Humanidades tambi¨¦n han contribuido al progreso econ¨®mico y han resuelto problemas concretos. Seg¨²n Bod, lo que sucede es que se han escrito muchas historias de la Ciencia destacando sus logros para el bienestar de la humanidad, pero no se han escrito historias de las Humanidades en su conjunto. Si conoci¨¦ramos esa historia, nos percatar¨ªamos de que sus visiones han cambiado el curso del mundo, lo cual ¡ªa mi juicio¡ª es sin duda un s¨ªntoma claro de fecundidad, pero adem¨¢s muchas de esas concepciones han tenido aplicaciones muy concretas que han permitido resolver problemas. Es el caso de descubrimientos como el de Panini, hacia el 500 antes de Cristo, de que el s¨¢nscrito est¨¢ basado en una ¡°gram¨¢tica¡±, lo cual contribuye al desarrollo de los primeros lenguajes programados muchos siglos despu¨¦s; por no hablar del crucial descubrimiento de la piedra de Rosetta. Pero como la Historia de las Humanidades no se conoce, se adjudican al haber de las ciencias un conjunto de descubrimientos que proceden del campo human¨ªstico. Por eso el af¨¢n por distinguir y separar ¨¢mbitos, que se refleja en los planes de estudios y en los campus universitarios, m¨¢s se debe a un inter¨¦s burocr¨¢tico y administrativo que a un inter¨¦s por ajustarse a la realidad del saber.
En efecto, en nuestro momento se transfiere conocimiento human¨ªstico en productos cinematogr¨¢ficos, discogr¨¢ficos, audiovisuales, editoriales, en museos, fundaciones, en centros responsables de educaci¨®n, en asuntos referidos al patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico, al turismo o a los medios de comunicaci¨®n. Grupos de arqueolog¨ªa trabajan con empresas de la construcci¨®n, gentes de filosof¨ªa elaboran ¨ªndices que permiten medir la calidad de las organizaciones.
Todav¨ªa en este ¨¢mbito de la utilidad conviene recordar que cada vez m¨¢s los j¨®venes prefieren tiempo de ocio para disfrutar de relaciones familiares, amistosas y diversiones, a trabajar sin descanso para lograr una mejor posici¨®n econ¨®mica; prefieren tener derecho al uso que poseer. Algo est¨¢ cambiando en este sentido, y sucede que la cultura del ocio, en la que tan implicadas est¨¢n las Humanidades, es tambi¨¦n una fuente de riqueza econ¨®mica cada vez mayor.
Las Humanidades son, pues, tambi¨¦n productivas como saberes que contribuyen directamente al aumento del PIB de los pa¨ªses; una contribuci¨®n que crecer¨¢ d¨ªa a d¨ªa.
Sucede que la cultura del ocio es tambi¨¦n una fuente de riqueza econ¨®mica cada vez mayor
Con todo, no es ¨¦sta su principal aportaci¨®n al progreso en humanitas, sino la que vienen proporcionando desde sus or¨ªgenes en el campo de la formaci¨®n. Porque ayudan a conocer reflexivamente la historia para poder encontrar el propio lugar en el mundo, la historia de cada pa¨ªs y la del g¨¦nero humano, que es ya sin duda intercultural. Permiten detectar en ella qu¨¦ tendencias queremos cultivar desde los valores morales que preferimos, desde los principios ¨¦ticos por los que debemos y queremos optar. Despiertan el esp¨ªritu cr¨ªtico para arrumbar fundamentalismos y dogmatismos desde un uso p¨²blico de la raz¨®n, propio de sociedades abiertas. Ayudan a forjar la propia conciencia, en di¨¢logo, pero sabiendo que al fin es preciso asumir las propias decisiones y responsabilizarse de ellas. Orientan las investigaciones cient¨ªficas y las aplicaciones t¨¦cnicas desde principios ¨¦ticos. Promueven la formaci¨®n de profesionales, conscientes de las metas de su profesi¨®n. Propician el cultivo de la humanidad, del que hablaba Herder, la formaci¨®n y no la mera instrucci¨®n, desarrollando la capacidad del juicio y del buen gusto, que abre la base de la comunicabilidad universal. Fomentan la imaginaci¨®n creadora que nos permite trasladarnos a mundos nunca vistos y potenciar el sentimiento de simpat¨ªa por el que nos ponemos en el lugar de cualquier otro. Hacen posible superar la trampa del individualismo, que es falso, y fomentar el reconocimiento rec¨ªproco de los seres humanos como personas, haciendo patente que somos en relaci¨®n. Colaboran en la tarea de sentar las bases de democracias aut¨¦nticas, desde una ciudadan¨ªa madura, a la vez local y cosmopolita.
Carece, pues, de sentido afirmar que las Humanidades no influyen en el progreso humano. Por el contrario, son ¨²tiles, proporcionan beneficio econ¨®mico, han sido y son fuente de innovaci¨®n, porque ofrecen soluciones para problemas concretos, que se traducen en ¡°transferencia del conocimiento¡± al tejido productivo; y sobre todo son fecundas, porque dise?an marcos de sentido que permiten a las sociedades comprenderse a s¨ª mismas y orientar cambios hacia un aut¨¦ntico progreso, propiciando el cultivo de cualidades sin las que es imposible alcanzar la altura humana a la que las sociedades democr¨¢ticas se han comprometido.
Fomentarlas y articularlas estrechamente con las ciencias y las tecnolog¨ªas, es una de las claves del buen desarrollo humano.
Adela Cortina es Catedr¨¢tica Em¨¦rita de ?tica y Filosof¨ªa Pol¨ªtica de la Universidad de Valencia, Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas y Directora de la Fundaci¨®n ?TNOR.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.