Disfrutar de las cosas grandes

Hay frases que me acarician el alma: ¡°En fin Seraf¨ªn¡±, ¡°Como mola la gramola¡±, ¡°La ca?a de Espa?a¡±, "Tengo un hambre que da calambre¡±, ¡°Bien com¨ªo y bien beb¨ªo que m¨¢s quieres cuerpo m¨ªo¡±¡­ Reconozco debilidad por el ripio; cuando alguien te pregunta: ¡°?Hablaste con Eufemiano?¡± solo para que, despu¨¦s del pertinente ¡°?Qu¨¦ Eufemiano?¡±, rematar con: "El que me la agarra con la mano", me subyuga. Pero no solo lo rimado, tambi¨¦n siento devoci¨®n por frases como: ¡°Cada persona es un mundo¡±, ¡°Para gusto los colores¡±, ¡°Nunca digas de este agua no beber¨¦ y este cura no es mi padre¡±¡­ Y si van acompa?adas de toquecetes en el hombro¡­ ?miel sobre hojuelas!

Pero hay una con la que no puedo: ¡°Hay que disfrutar de las cosas peque?as de la vida¡± ?Qu¨¦ rabia! ?Qu¨¦ filosof¨ªa m¨¢s cicatera se esconde detr¨¢s de ese sofisma! La sonrisa de un ni?o, el olor del caf¨¦ por la ma?ana, un rayo de sol entrando por la ventana, hundir la mano en un saco de legumbres, explotar el pl¨¢stico de burbujas¡­ todo eso no vale un pimiento, son cosas insignificantes; triste consuelo para la gente que se conforma con poco. Yo tengo altura de miras: a m¨ª me gusta disfrutar de las cosas GRANDES de la vida.

Esta semana pasada estuve en Donosti con motivo del festival de cine. Se presentaba, fuera de concurso, Tiempo despu¨¦s, la ¨²ltima genialidad de Jos¨¦ Luis Cuerda. Cuenta con los mejores actores del panorama espa?ol y tambi¨¦n estoy yo. El caso es que me alojaron en el hotel Reina Cristina, en una suite m¨¢s grande que mi apartamento y equipada con todo tipo de comodidades y lujos: En las mesillas hab¨ªa champagne y fruta pelada¡­ al descalzarme ven¨ªa una Roomba y me tra¨ªa las zapatillas¡­ la luz se apagaba chasqueando la lengua¡­

Solo tuve un peque?o sobresalto. Al meterme en la cama, por un momento cre¨ª haberme cagado, pero resultaron ser unos bombones que, tambi¨¦n por cortes¨ªa, hab¨ªan depositado debajo de las s¨¢banas. Disfrut¨¦ de todo aquello sin medida y con deleite durante d¨ªa y medio, hasta que de direcci¨®n se me comunic¨® que se trataba de un error, que en realidad era la habitaci¨®n de Ryan Gosling, y que ten¨ªa que hacer frente a unos gastillos¡­ ?Conocen la expresi¨®n ¡°Pies para que os quiero¡±?