La tercera parte de las personas estresadas pierde el apetito y adelgaza, pero m¨¢s de la mitad reacciona al estr¨¦s comiendo y, lo peor, ingiriendo alimentos muy apetitosos, ricos en az¨²cares y grasas. La explicaci¨®n cient¨ªfica es que el centro de recompensa que tenemos en el cerebro se activa con ese tipo de comida. Adem¨¢s, la hormona del estr¨¦s, el cortisol, sensibiliza ese sistema de recompensa y se favorece la ingesta compulsiva de alimentos muy cal¨®ricos. Rub¨¦n Bravo, director del Departamento de Nutrici¨®n del Instituto M¨¦dico Europeo de la Obesidad (IMEO), afirma: ¡°Ansiedad y estr¨¦s son dos situaciones que se repiten con frecuencia en nuestras consultas. Los problemas econ¨®micos y laborales conducen a buscar la felicidad en la comida, y especialmente en dulces, que pal¨ªan la agitaci¨®n¡±.