La eutanasia, a debate

El Congreso de los Diputados va a abordar por fin, tras varios intentos fallidos, la regulaci¨®n de la eutanasia y el suicidio asistido. El desbloqueo de la proposici¨®n de ley org¨¢nica presentada por el PSOE asegura que pueda tramitarse, y esta vez tiene altas posibilidades de salir adelante si no se interrumpe la legislatura. El hecho de que Ciudadanos haya comprometido su apoyo allana el camino para una medida que supone un avance importante en la extensi¨®n de los derechos civiles. La ley prev¨¦ la despenalizaci¨®n de la ayuda a morir en casos de enfermedad grave e incurable con un pron¨®stico de vida limitado o una discapacidad irreversible que cause un sufrimiento insoportable. De llegar a buen puerto, supondr¨¢ un paso decisivo en la extensi¨®n de los derechos civiles. Como ya ha ocurrido otras veces en materia de regulaci¨®n bio¨¦tica, si se aprueba, el legislador demostrar¨¢ su capacidad para atender los cambios sociales y de sensibilidad en materias que ata?en a la libertad y la autonom¨ªa de las personas.

Ciudadanos ha condicionado su apoyo a la aprobaci¨®n previa del proyecto de ley de muerte digna que present¨® en marzo de 2017 y se encuentra en una fase avanzada de tramitaci¨®n. Pero la despenalizaci¨®n de la eutanasia y el suicidio m¨¦dicamente asistido no es incompatible con la regulaci¨®n de los cuidados paliativos. Ambas normas pueden tramitarse en paralelo. El proyecto de Ciudadanos regula el acceso a los cuidados paliativos y la sedaci¨®n terminal, y su prop¨®sito es extender el derecho a una muerte digna que ya han regulado con normas espec¨ªficas 10 comunidades aut¨®nomas. En estos momentos, todav¨ªa hay muchos lugares en los que no se muere bien por falta de recursos m¨¦dicos o porque no est¨¢ plenamente garantizado que los facultativos atiendan la voluntad del paciente cuando este decide rechazar un tratamiento o un soporte vital. Es preciso garantizar unos paliativos de calidad, pero eso no impide afrontar tambi¨¦n la despenalizaci¨®n de la ayuda a morir. Incluso con los mejores y m¨¢s completos cuidados paliativos seguir¨¢ habiendo enfermos incurables con un gran sufrimiento que desear¨¢n morir. En esos casos, debe ser el paciente quien decida si quiere seguir viviendo. Si decide morir, ha de recibir ayuda m¨¦dica para hacerlo en condiciones seguras y dignas.

La despenalizaci¨®n de la muerte asistida cuenta con un amplio apoyo ciudadano desde hace a?os. El miedo a los costes electorales ante la previsible oposici¨®n de la Iglesia cat¨®lica es lo que ha frenado el cambio legislativo. Pero el apoyo a la eutanasia y el suicidio m¨¦dicamente asistido es mayoritario incluso entre las personas que se declaran cat¨®licas. No hay ninguna raz¨®n para no aprobar un proyecto que permitir¨¢ a los enfermos incurables decidir el momento de morir sin tener que recurrir a la clandestinidad como ocurre ahora. Muchos enfermos de patolog¨ªas neurodegenerativas deciden suicidarse mucho antes de lo que desear¨ªan por el miedo a que el avance de la enfermedad les impida poder hacerlo m¨¢s tarde. Por supuesto, la existencia del derecho a decidir el momento de la muerte no obliga a nadie a ejercerlo si sus creencias se lo impiden y tampoco obliga a los m¨¦dicos a practicar esta asistencia si hacen objeci¨®n de conciencia.