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Diez casos de gran arquitectura en el mundo que pasa desapercibida Del metro de N¨¢poles obra de ?scar Tusquets a los urinarios p¨²blicos de Rem Koolhaas, te habr¨¢s topado con estas construcciones en tus viajes e, incluso, en las postales, pero no sab¨ªas que son tesoros arquitect¨®nicos Los viandantes que, en la ciudad de N¨¢poles (Italia), pasen al lado de la estaci¨®n de metro Toledo, si se asoman a las ventas que emergen de la plaza que acoge la parada, pueden llegar a saludar a los usuarios que bajan las escaleras del suburbano. Ese gran cr¨¢ter que une exterior e interior, de unos 37 metros y 12 plantas de altura, es una de las huellas que el arquitecto ?scar Tusquets dej¨® en la ciudad italiana entre 2005 y 2012. Este es un proyecto art¨ªstico, que se complet¨® con el dise?o de la zona de la superficie en la Plaza Montecalvario. ?En qu¨¦ nos fijamos? Los mosaicos de William Kentridge que acompa?an al cr¨¢ter as¨ª como los juegos de luces LED que acompa?an mientras subes y bajas las escaleras mec¨¢nicas. Entre 1954 y 1958 fue construido uno de los espacios m¨¢s bellos de la arquitectura y el dise?o del siglo XX en el mundo: Edificio Seagram. En Park Avenue, en Nueva York, est¨¢ esta obra de Mies van der Rohe con interiores de Philip Johnson. Aloja oficinas y un restaurante, The Grill, punto de reuni¨®n de la alta sociedad estadounidense desde hace d¨¦cadas. En 2016 decidieron actualizarlo, y salieron a subasta muchos de los muebles de este espacio, originales de Eero Saarinen o Knoll, entre otros. Este 2018 ha reabierto y, para suerte de la historia, est¨¢ casi intacto. ?En qu¨¦ nos fijamos? En las piezas de arte de Rothko, Franz Kline, Joan Mir¨® o Alexander Calder, entre otros; el bar con su imponente escultura en bronce en el techo de Richard Lippold y sus taburetes creados por Van der Rohe y Philip Johnson; as¨ª como las sillas del comedor, las Brno de Knoll, que tambi¨¦n dise?¨® Van der Rohe en su momento y que ahora se han reeditado. Quien vaya a escuchar un concierto, ver una exposici¨®n de arte o una obra de teatro a este complejo brutalista en la City de Londres, que sepan que deben tambi¨¦n emocionarse con el hormig¨®n que le rodea. Desde 1982 es uno de los centros culturales m¨¢s grandes de Europa (aunque el Barbican Estate que lo acoge se termin¨® en 1976). Se trata de una obra de los arquitectos Chamberlin, Powell y Bon cuyo valor, adem¨¢s, est¨¢ en propio planteamiento por ocupar un solar arrasado por la Segunda Guerra Mundial. ?En qu¨¦ nos fijamos? En cualquiera de los 13 bloques de edificios que lo conforman, agrupados en torno a un lago artificial. Estos bloques est¨¢n elevados varios pisos, permitiendo que los viandantes circulen en diferentes terrazas y paseos elevados. Dos de sus edificios fueron los m¨¢s altos de Londres en los a?os setenta. Tiene una referencia est¨¦tica del movimiento Art and Crafts, pero que se a?adi¨® en los noventa. Alamy El barrio de Hansaviertel, en el noroeste de Berl¨ªn, fue destruido por la Segunda Guerra Mundial por completo. As¨ª, en 1957, el Senado de la ciudad quiso organizar una exposici¨®n internacional de arquitectura en la que se presentasen soluciones de viviendas que marcasen una diferencia con el pasado nazi y el vecino socialista. As¨ª se cre¨® esta urbanizaci¨®n, con construcciones de Walter Gropius, Luciano Baldessari, Egon Eiermann, Alvar Aalto, Oscar Niemeyer (en la foto) o Max Taut. Una obra maestra que a¨²n hoy sigue viva, con joyas arquitect¨®nicas del siglo XX desconocidas por muchos de los visitantes de la ciudad. Es considerado monumento hist¨®rico. ?En qu¨¦ nos fijamos? Empezar la ruta en Hansaplatz puede ser una opci¨®n para comprobar la magnitud arquitect¨®nica de estas construcciones de vivienda social. Son 36 edificios de arquitectos de 14 pa¨ªses. Aqu¨ª est¨¢ la sede de la Academia de las Artes, de Werner D¨¹ttmann, una maravilla racionalista. Alamy Woodrow Wilson era presidente de los EE UU, estaba a punto de comenzar la I Guerra Mundial y faltaban seis a?os para que la Ley Seca cambiase las costumbres de la ciudad de Nueva York. En 1913 pasaban todas estas cosas, tambi¨¦n se inauguraba el Oyster Bar de Gran Central Station que unos a?os antes un arquitecto valenciano, Rafael Guastavino (1842-1908), hab¨ªa dise?ado. ?En qu¨¦ nos fijamos? En su c¨²pula, inventada por el espa?ol con un sistema de arcos y b¨®vedas ligero y resistente que replic¨® en varios edificios legendarios de la Gran Manzana. La galer¨ªa de susurros de la estaci¨®n tambi¨¦n lleva su firma, as¨ª como en el puente de Queensboro, la Sala de Registros de la isla Ellis y la Biblioteca p¨²blica de Boston. Alamy Cinco mil personas la visitan a diario desde 2006, aunque quiz¨¢ no muchas de ellas se fijan en su valor como ejemplo de la arquitectura del siglo XXI. Alberto Kalach es el creador de la biblioteca de Jos¨¦ Vasconcelos, en Ciudad de M¨¦xico, un arquitecto al que esta magna obra ha puesto en el escalaf¨®n internacional. Un recinto luminoso, de tres niveles, con paredes de cristal y una planta baja que hace las funciones de gran avenida que distribuye los espacios. Cerca de 38.000 metros ocupa todo el recinto, de los que 26.000 son ocupados por un jard¨ªn gigantesco. ?En qu¨¦ nos fijamos? En el juego de luces que se crean con las diferentes terrazas de consulta y en la obra de artistas mexicanos que salpican el espacio, como ¡®M¨¢trix M¨®vil¡¯, de Gabriel Orozco. Alamy Buenos Aires tiene m¨¢s iconos, adem¨¢s de Evita o Jorge Luis Borges. Uno de ellos es Clorindo Testa, el arquitecto responsable la Biblioteca Nacional de Argentina: "El edificio m¨¢s bello y m¨¢s feo de la ciudad¡±, seg¨²n dijeron los propios porte?os en una encuesta. Testa dej¨® su huella en el Centro Cultural Recoleta o en el antiguo Banco de Londres, entre otros edificios de la ciudad. Pero es esta mole brutalista la m¨¢s afamada (inaugurada en 1992), por la que pasan a diario miles de ciudadanos que van al barrio Recoleta, para consultar sus m¨¢s de 800.000 obras que almacena o a pasar la tarde en su animada plaza. Son 45.000 metros cuadrados, de los que 4.000 est¨¢n son para salas de lectura. ?En qu¨¦ nos fijamos? El edificio emerge de la plaza como una seta, pero realmente su valor arquitect¨®nico est¨¢ dentro, pues todo su almacenaje est¨¢ bajo tierra, lo que hace que su crecimiento pueda ser ilimitado. Estamos acostumbrados a un premio Pritzker de arquitectura firme estadios, museos o estaciones de tren, pero no que lo haga de paradas de autob¨²s o urinarios p¨²blicos. En la ciudad holandesa de Groninga, Rem Koolhaas dise?¨® estas infraestructuras junto al fot¨®grafo Erwin Olaf (conocido por sus fotograf¨ªas de Lady Di herida por la estrella de Mercedes-Benz). En esta ciudad, donde m¨¢s del 50% de sus habitantes son menores de 35 a?os, este tipo de espacios se entiende, comparte, respeta y se utiliza. ?En qu¨¦ nos fijamos? En las siluetas de las ilustraciones de las mamparas, a medio camino entre la iconograf¨ªa er¨®tica de los ba?os griegos y un c¨®mic. Getty Cuando el arquitecto Richard Seifert recibi¨® el encargo del magnate brit¨¢nico Harry Hyams de construir un edificio en el centro de Londres, no imaginaba que ser¨ªa durante a?os odiado por sus ciudadanos. Inaugurado en 1966 ha sido siempre ejemplo de especulaci¨®n inmobiliaria, de c¨®mo un capricho de uno puede terminar entorpeciendo la vida de tantos. Estuvo vac¨ªo durante una d¨¦cada ¨CHyams quer¨ªa alquilarlo a una solo empresa para que fuera su emblema, pero no lo consigui¨®¨C y el solar que ocup¨® (101-103, New Oxford Street) impidi¨® que el ¨¢rea creciera de manera ordenada, creando un ¨¢rea abandonada y conflictiva. ?En qu¨¦ nos fijamos? En 1995 el edificio fue catalogado por el gobierno brit¨¢nico e incluido en la lista de edificios protegidos del pa¨ªs. Y es que llevar la firma de Richard Seifert (autor de la Tower 42 de Old Broad Street o Gateway House de Manchester, entre otras) es suficiente para valorar que, en su momento, fue el rascacielos m¨¢s alto de Londres, con 117 metros y 34 pisos de altura. Atenci¨®n a su hormig¨®n armado con piezas en forma de H que van formando la fachada, en los sesenta, fue algo rompedor.