El cocinero sigue en la brecha. Este es un d¨ªa de confesiones, revelaciones y risas en los mercados, los bares y los rincones de su ciudad, San Sebasti¨¢n
Su hija Elena ha tomado el relevo en el restaurante, pero Juan Mari Arzak va casi todos los d¨ªas. ¡°Mi padre es mi jefe aunque venga un minuto al d¨ªa¡±, dice ella. ¡°No tengo fecha de caducidad¡±, subraya ¨¦l.Gorka LejarcegiArzak, en el marcado de La Bretxa, en Donosti. En la tercera foto por arriba, con su hija Elena.Gorka LejarcegiEl cocinero se relaja a la sombra de unmagnolio en el jard¨ªn de la villa Eguzki-Alai, donde vive. Su casa est¨¢ situada muy cerca del restaurante Arzak.Gorka LejarcegiJuan Mari Arzak en los a?os setenta, en el mercado de La Bretxa de San Sebasti¨¢n.Gorka LejarcegiArzak, en el mercado de La Bretxa, en Donostia. En la tercera foto por abajo, con su amiga la hostelera Amaia Ortuzar.Gorka LejarcegiBonito de palo santo, en el men¨² actual.Gorka LejarcegiJuan Mari Arzak, en uno de sus rincones favoritos de San Sebasti¨¢n: el Peine del viento, de Eduardo Chillida y Luis Pe?a Ganchegui.Gorka LejarcegiOtro Arzak vigila la biblioteca de libros de cocina de su casa.Gorka LejarcegiEl bar Ganbara, en la Parte Vieja de San Sebasti¨¢n, es uno de sus lugares favoritos. All¨ª charla con amigos sobre temas como los chipirones, la Real Sociedad o el tiempo.Gorka LejarcegiEn el Peine del viento.Gorka Lejarcegi
