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Los n¨®madas de N¨ªger se van de festival Cada a?o, cientos de familias de pastores tuareg y wodaabes se re¨²nen en una fiesta llamada La Cure Sal¨¦ a las puertas del S¨¢hara para celebrar el fin de la temporada de lluvias, compartir experiencias y preparar el ¨¦xodo al Sur. El encuentro se convierte en un gran tablero social y en un inmenso espect¨¢culo Al finalizar el verano, cientos de pastores n¨®madas tuaregs recorren a lomos de sus camellos los ¨²ltimos kil¨®metros hasta la remota ciudad de Ingall, a 160 kil¨®metros de Agadez, al norte de N¨ªger. All¨ª, durante tres d¨ªas familias enteras acampan a las afueras de la ciudad cuya poblaci¨®n se dispara hasta las 50.000 personas durante uno de los festivales m¨ªticos y m¨¢s m¨ªsticos de ?frica occidental, 'La Cure Sal¨¦', en franc¨¦s; 'La cura salada', en espa?ol. N¨ªger es el segundo pa¨ªs m¨¢s pobre de la Tierra, despu¨¦s de Rep¨²blica Centroafricana. Se encuentra en el puesto 187 en el ?ndice de Desarrollo Humano, en el que se miden 188 pa¨ªses. Para muchos, la vida en estas tierras es de una dureza incre¨ªble. JUAN HARO Son las ¨²ltimas lluvias de la temporada y la cita se realiza en busca de pastos y salinas para refrescar y curar el ganado, compartir experiencias del viaje, comerciar entre clanes y, en los ¨²ltimos a?os, dada la dif¨ªcil situaci¨®n en la zona y la inseguridad alimentaria, recibir ayuda humanitaria. A la edici¨®n de 2018 del festival asisti¨® el Primer Ministro Brigi Rafini. El lema de este a?o ha sido: "La contribuci¨®n de las mujeres a la resiliencia de las comunidades pastorales en N¨ªger". JUAN HARO Ingall fue elegida epicentro de 'La Cure Sal¨¦' por ser el cruce de caminos y comercio transahariano para los pastores n¨®madas procedentes de diferentes puntos del Sahel. Sus oasis y sus suelos salinos proveen alimento y agua para los cansados camellos y el ganado antes de tomar la ruta hacia el sur, donde la supervivencia en constante movimiento es algo m¨¢s factible. JUAN HARO ¡¯Cada d¨ªa es m¨¢s y m¨¢s dif¨ªcil desplazarse con nuestros animales al ritmo del pasado. Las condiciones son m¨¢s dif¨ªciles por la falta de lluvias y las enfermedades. Nos vemos obligados a vender nuestro ganado en el mercado a precios m¨¢s bajos para comprar sorgo o mijo para nuestros hijos y familias. A¨²n as¨ª, no renunciamos a nuestra cultura n¨®mada, el sedentarismo ser¨ªa a¨²n m¨¢s duro para nosotros¡¯¡¯, afirma Danieri Darbido, 42 a?os, pastor de la etnia peul de la regi¨®n de Tahoua. Danieri nunca fue al colegio. Al igual que la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n nigerina, no sabe ni leer ni escribir pero le gustar¨ªa que sus hijos fuesen al colegio regularmente. En N¨ªger, uno de cada dos ni?os en edad de escolarizaci¨®n va al colegio y menos de un 30% de la poblaci¨®n est¨¢ alfabetizada frente al 86% de media global, seg¨²n datos Unicef y la Unesco. JUAN HARO La m¨²sica es un s¨ªmbolo ineludible de la cultura tuareg. Durante el festival, d¨ªa y noche, mujeres tuaregs cantan en tamashek (lengua distintiva tuareg) canciones de libertad, amor, viajes o revoluci¨®n al ritmo de tam tam (tambor tuareg), mientras sus maridos doman camellos en c¨ªrculo alrededor de la m¨²sica. Los tuaregs del S¨¢hara son tambi¨¦n conocidos como "hombres de azul". Su piel y sus ropas se ti?en de tonos azulados por el contacto con los textiles tuaregs protegiendo su piel del sol durante las traves¨ªas en el desierto. JUAN HARO Un ni?o tuareg doma a su camello en el campamento a las afueras de Ingall. Los tuareg consideran a los camellos como un elemento sagrado de su cultura. Son fundamentales durante los viajes a trav¨¦s de las duras condiciones del desierto. Los camellos son proveedores de leche nutritiva esencial para las familias n¨®madas, son el medio de transporte durante la traves¨ªa y sirven de inspiraci¨®n para escritos y leyendas tuareg. JUAN HARO Las tribus n¨®madas peul wodaabe, tambi¨¦n llamadas bororo, se estima que representan en torno al 8,3% de la poblaci¨®n en N¨ªger, frente al 8,4% Tuareg. Aunque las autoridades prefieren no hacer grandes diferencias en cuanto a cifras de representaci¨®n ¨¦tnica en busca de la unidad nacional, ambas culturas son minor¨ªa en el pa¨ªs. Las tribus est¨¢n compuestas por pastores migrantes provenientes del sur de N¨ªger, norte de Nigeria, noreste de Camer¨²n, sudoeste de Chad y la regi¨®n occidental de la Rep¨²blica Centroafricana. Para los wodaabe, 'La Cure Sal¨¦' es un momento m¨¢gico en el calendario anual. Los diferentes clanes venidos en masa de diferentes puntos de la regi¨®n aprovechan la ocasi¨®n para aprender sobre medicina tradicional, sanar su apreciado ganado, contar historias del ¨¦xodo, comerciar con otros grupos ¨¦tnicos y, adem¨¢s, buscar un nuevo amor a trav¨¦s del folklore y la danza identitiva de los wodaabe. JUAN HARO Las danzas y cantos hipn¨®ticos gerewol preceden al cortejo para el que j¨®venes woodabes se preparan y maquillan minuciosamente con pinturas naturales y plumas de avestruz en aras de ser elegidos por una de las mujeres asistentes. Ellas, observan discretamente detr¨¢s de la fila al que consideren el hombre m¨¢s bello y exultante del c¨ªrculo. Para los wodaabe la belleza y la est¨¦tica f¨ªsica es un elemento distintivo de su cultura cuidado al detalle y traspasado durante d¨¦cadas entre ancestros y pupilos. JUAN HARO Durante la estaci¨®n seca, (de octubre a mayo) los wodaabe viajan a pie, en burro o en camello hacia el sur con sus familias al completo. En la cultura peul wodaabe el desplazamiento con su ganado es permanente y s¨®lo permanecen en cada lugar de pastoreo por unos d¨ªas. 'La Cure Sal¨¦' es la ¨²ltima parada antes del largo viaje y los d¨ªas de festival n¨®mada preceden a una ruta "cada vez se hace m¨¢s dura pero no hay alternativa", seg¨²n los participantes. JUAN HARO La cooperaci¨®n internacional en N¨ªger aprovecha el encuentro para dotar de ayuda humanitaria a la poblaci¨®n n¨®mada. Durante los ¨²ltimos a?os, Unicef, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre SIDA, y el Gobierno de N¨ªger organizan jornadas gratuitas y voluntarias de identificaci¨®n de nuevos casos y sensibilizaci¨®n sobre la enfermedad para una comunidad que pr¨¢cticamente desconoce toda informaci¨®n sobre el virus. JUAN HARO Durante tres d¨ªas, m¨¢s de 536 personas se hicieron las pruebas y s¨®lo fueron registrados 12 casos positivos. En N¨ªger, el ¨ªndice de prevalencia de casos positivos entre adultos de 15 a 49 a?os es de 0,3% seg¨²n ONU Sida. ¡°Aunque los grandes focos de casos de sida se encuentran en las zonas sedentarias por el contacto con casos positivos, los n¨®madas tambi¨¦n est¨¢n en riesgo ya que carecen de los m¨ªnimos servicios para el tratamiento y de informaci¨®n al respecto. Al estar siempre en movimiento, es complicado llegar a ellos¡¯¡¯, aseguran desde la Oficina Gubernamental de la Lucha Contra el Sida. JUAN HARO Los l¨ªderes tradicionales en N¨ªger son considerados un puntal indispensable en las decisiones relevantes de la vida pol¨ªtica, social y cultural del pa¨ªs. Unicef trabaja con l¨ªderes de todas las regiones del pa¨ªs para sumar fuerzas en la mejora de los derechos fundamentales de los ni?os y familias n¨®madas. ¡°Los l¨ªderes religiosos y tradicionales son una pieza fundamental en el desarrollo de pol¨ªticas sociales en beneficio de los m¨¢s vulnerables. Contamos con ellos para hacer pasar el mensaje a los jefes de pueblos y comunidades sobre la importancia de temas como el registro civil, el matrimonio infantil, la vacunaci¨®n, o la migraci¨®n. No podemos hacer solos la sensibilizaci¨®n, cuando ellos hablan el pueblo escucha¡¯¡¯, explica Rosman Mohamed Gosm¨¢n, de Unicef N¨ªger. JUAN HARO La agencia de Naciones Unidas, en colaboraci¨®n con otros actores de la salud y la nutrici¨®n, realiza actividades para madres y mujeres n¨®madas como sesiones sobre pr¨¢cticas ¨®ptimas de lactancia y alimentaci¨®n infantil para fortalecer la prevenci¨®n de la malnutrici¨®n en las zonas rurales, jornadas de detecci¨®n de casos de desnutrici¨®n aguda y la referencia m¨¦dica de los casos detectados. Seg¨²n la organizaci¨®n, cuatro de cada 10 ni?os menores de cinco a?os tienen retraso en el crecimiento en N¨ªger. JUAN HARO Las familias n¨®madas representan algunos de los ¨ªndices m¨¢s preocupantes en cuanto a higiene y salud de la poblaci¨®n nigerina. La falta de acceso a servicios sociales de base hace que la conciencia e informaci¨®n sobre buenas pr¨¢cticas de higiene sea fundamental para la supervivencia de las familias durante el viaje. En N¨ªger, s¨®lo un 13% de la poblaci¨®n tiene acceso a servicios m¨ªnimos de saneamiento, un 56% a agua potable, y un 71% a¨²n practica la defecaci¨®n al aire libre seg¨²n la OMS y Unicef. JUAN HARO En los ¨²ltimos cuatro a?os la falta de lluvias y las sequ¨ªas se recrudecen a lo largo y ancho del Sahel. Los n¨®madas de N¨ªger, acostumbrados a las duras condiciones de vida que exigen las zonas semi-des¨¦rticas que separan el S¨¢hara de la sabana africana, tambi¨¦n se resienten al paso del cambio clim¨¢tico. Cambios en el ritmo y frecuencia de las lluvias, temperaturas m¨¢s elevadas y la escasez de agua y alimento al paso de los pueblos ponen en riesgo a los reba?os de animales. La muerte del ganado no s¨®lo supone una p¨¦rdida econ¨®mica para los n¨®madas, tambi¨¦n un duro golpe sentimental en el seno de sus familias. JUAN HARO Un a?o m¨¢s, los n¨®madas tuareg y wodaabe se rencontraron en la fiesta n¨®mada. Antes, durante y despu¨¦s del festival el tiempo parece detenerse para dar paso al espect¨¢culo, al color, la m¨²sica, la seducci¨®n y al arte. En una cultura cuya supervivencia depende de la existencia y manutenci¨®n del ganado, el futuro se mira incierto. Pero es tiempo de seguir. Los animales est¨¢n bien alimentados y se han beneficiado de la 'La cura salada¡¯. Las lluvias no aparecer¨¢n hasta mayo o junio. En unos meses, los n¨®madas volver¨¢n a contarse las historias y secretos del viaje, ¡®¡®si los dioses lo permiten, Inshallah¡¯¡¯. JUAN HARO