El ¡®influencer¡¯ de la generaci¨®n Z, demandado precisamente por no influir
El caso del neoyorquino Luka Sabbat (20 a?os), acusado de incompetente, cambia las reglas del juego en la era de Instagram
Es el influencer de la generaci¨®n Z. No uno cualquiera, 'el influencer', con art¨ªculo. Porque en la era de Instagram, en la que todo el mundo tiene esos quince minutos de fama que vaticin¨® Andy Warhol, Luka Sabbat (Nueva York, 1997) es el rey de las redes, con casi mill¨®n y medio de seguidores. "Un joven creativo y emprendedor que explora los mundos del arte y la moda", asegura en su web. El adolescente m¨¢s cool e influyente de Internet, seg¨²n la lista publicada por la revista Times en 2016.
Amigo de artistas como Tyler The Creator o A$AP Rocky. Novio, al menos durante unos meses, de Kourtney Kardashian, a Sabbat se lo rifan las marcas, porque todo lo que toca, viste o anuncia en Instagram se agota. Con sus rastas jamaicanas y una est¨¦tica actualizada a lo Jimi Hendrix, ha cambiado algunos c¨®digos de estilo. Excepto cuando nos metemos de lleno en material legal... Esta semana una agencia de publicidad (la que representa a las gafas Snap) ha demandado a Luka Sabbat, ir¨®nicamente, "por no influenciar".
Seg¨²n un art¨ªculo publicado por la revista Variety, Sabbat firm¨® un contrato de 60.000 d¨®lares (53.000 euros) con la firma de gafas Snap para promocionar su modelo Spectacle. Hasta aqu¨ª nada raro: la web de Sabbat es un ca¨®tico cat¨¢logo de primeras marcas, en donde puedes encontrarlo agarrado a una botella de agua Evian o vestido como un pincel de los dise?adores m¨¢s importantes. Estas marcas le pagan por estas im¨¢genes. Las exigencias contractuales tambi¨¦n eran de lo m¨¢s sencillas. Sabbat solo ten¨ªa que subir tres Instagram stories (una opci¨®n que ofrece Instagram y donde se pueden publicar fotos o v¨ªdeos que desaparecen a las 24 horas) y una foto en su cuenta de Instagram siempre con las gafas Snap. Adem¨¢s, deb¨ªa dejarse ver durante la Semana de la Moda de Par¨ªs y Mil¨¢n con las lentes de sol. Recordemos, de nuevo, que es a lo que se dedica. En resumen: dinero f¨¢cil. La cantidad que mucha gente gana en ?uno? ?dos? a?os. Pues bien, Sabbat no lleg¨® a cumplir su parte del trato.
Seg¨²n la demanda presentada el pasado martes ante un tribunal de Nueva York por PR Consultint Inc., ¨¦l solo colg¨® una historia con las gafas en su cuenta de Instagram y la publicaci¨®n ni siquiera se present¨® para su aprobaci¨®n final. Ni rastro tampoco de las gafas en el archivo fotogr¨¢fico de sus estilismos durante las Semanas de la Moda de Par¨ªs y Mil¨¢n. ?Qu¨¦ hizo la agencia? Lo m¨¢s l¨®gico: pedirle al joven el dinero que ya le hab¨ªan adelantado, unos 45.000 d¨®lares (40.000 euros aproximadamente). ?Qu¨¦ hizo Sabbat? Negarse en redondo. As¨ª que ahora se enfrenta a una demanda en la que le reclaman el doble por da?os adicionales.
Y aqu¨ª es donde nace una nueva figura en la era del buenrollismo de Instagram: Sabbat peca de poco profesional y esto se castiga. Esta es una de las primeras demandas que lleva a cabo una agencia contra un personaje tan popular. Pero seg¨²n The fashion law, los desplantes son bastante comunes en este mundillo. El medio recoge casos como el de la Perfumer¨ªa Holding, que demand¨® por 18 millones de d¨®lares al rapero Jay Z por no publicitar su perfume Gold. Tambi¨¦n en 2016, la empresa Hillair Capital Management reclam¨® 180 millones a las hermanas Kardashian por incumplimiento de contrato y fraude al no promocionar su propia l¨ªnea de belleza.
Otras marcas han optado por cambiar las cl¨¢usulas de contratos cuando trabajan con influencers para evitar este tipo de situaciones, sobre todo cuando se trata de redes sociales. De este modo, el pago se realiza en funci¨®n del trabajo realizado y se evitan este tipo de querellas.
El caso de Sabbat deja en evidencia el todav¨ªa poco regulado modelo de negocio de los influencers. Hace unos a?os, la revista Vogue llamaba a estos personajes "pat¨¦ticos" y les suger¨ªa que se buscasen otro trabajo. Ahora, el negocio de los influencers vive algo muy parecido a una burbuja. El poder de estos personajes no solo se mide en seguidores de Instagram, sino en el caso que le hacen las distintas firmas de moda y belleza. ?Se cansar¨¢n de trabajar con ellos??Habr¨¢n creado un monstruo fuera de control? Se ver¨¢ en breve...
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