
Dos de cada tres ni?os en Rep¨²blica Centroafricana necesitan ayuda humanitaria
Uno de cada cuatro es desplazado o refugiado. Y lo peor a¨²n est¨¢ por llegar, alerta Unicef








Los grupos armados actualmente controlan cuatro quintas partes del pa¨ªs. Algunos ni?os se unieron a ellos despu¨¦s de que sus padres fueran asesinados o empujados por la pobreza extrema.
Dos ni?os se ba?an en el r¨ªo Ubangi, en Bangui, y juegan en la canoa de su padre. Al otro lado del r¨ªo, se encuentra la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo.
Ashley Gilbertson
Una madre llora mientras su hija se estabiliza en la sala de emergencias de la Cl¨ªnica Pedi¨¢trica de Bangui. Este centro trata a ni?os que padecen todo tipo de dolencias, incluidos los casos m¨¢s graves de desnutrici¨®n. "La situaci¨®n es deplorable y est¨¢ empeorando", dice la doctora Jacqueline Tchebemou. "Cada d¨ªa vienen m¨¢s ni?os".
M¨¢s de 43.000 ni?os menores de cinco a?os estar¨¢n en riesgo muy elevado de muerte por desnutrici¨®n aguda grave en 2019, seg¨²n las previsiones de Unicef. ¡°Las tasas de desnutrici¨®n aguda grave han superado el umbral de lo que se considera una situaci¨®n de emergencia en 16 de los 18 asentamientos informales monitoreados en los dos ¨²ltimos a?os. Para los ni?os que se han visto obligados a adentrarse en el bosque, las condiciones son a¨²n m¨¢s extremas¡±, asegura el informe.
Ashley Gilbertson

Esta es la nueva hija de Yvette Kozenga, de 25 a?os, nacida en Bambari. El Hospital Universitario de la ciudad es el ¨²nico en la regi¨®n y la instalaci¨®n recibe electricidad solo de manera espor¨¢dica. Kozenga y su familia fueron desplazados dos veces. Antes de llegar a Bambara, viv¨ªa con su marido y dos hijos en Bria, pero el campamento en el que resid¨ªan fue atacado e incendiado.
Rep¨²blica Centroafricana tiene el segundo mayor ¨ªndice de mortalidad neonatal y tasa de mortalidad materna en el mundo. La matrona Celestine Yaya ha ayudado a miles de madres como Kozenga en los ¨²ltimos 30 a?os. En la actualidad, asegura, atiende hasta 10 partos por semana en su casa de adobe, sin medicamentos ni m¨¢quinas. Las madres que acuden a ella a menudo no tienen otra opci¨®n: el hospital m¨¢s cercano est¨¢ a unos tres kil¨®metros de distancia en un camino de tierra y ellas no pueden hacer frente al coste de un taxi.
Ashley Gilbertson





¡°Esta crisis es muy olvidada, tanto en cuanto a atenci¨®n como en financiaci¨®n. Y lo peor a¨²n est¨¢ por llegar¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica Marixie Mercado, principal autora del informe. ¡°Las condiciones son desesperadas y no hay se?al de mejora. Algunas personas han sido desplazadas m¨²ltiples veces. Hay quien elige volver a los campamentos que han sido objeto de ataques incluso sin garant¨ªas de seguridad para obtener algo de ayuda¡±.
En 2017, Rep¨²blica Centroafricana ocup¨® la cuarta posici¨®n en la clasificaci¨®n de los destinos m¨¢s peligrosos para los trabajadores humanitarios elaborada por Unicef. Solo este a?o, seis personas han perdido la vida cerca de frontera con Chad. Entre ellos, un trabajador del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Ashley Gilbertson