Kosovo y el ¡®proc¨¦s¡¯

El independentismo catal¨¢n ha tratado de reflejarse en procesos de autodeterminaci¨®n en todo el mundo, desde Quebec hasta Escocia, pasando por Kosovo. En este caso se han obviado los motivos que condujeron a su independencia y al posterior reconocimiento por m¨¢s de un centenar de pa¨ªses.

El factor Kosovo qued¨® afianzado en la pol¨ªtica de los partidos nacionalistas catalanes antes de la explosi¨®n del proceso soberanista catal¨¢n. A diferencia de la recepci¨®n que tuvo en los partidos constitucionalistas, la declaraci¨®n unilateral de independencia de Kosovo, el 17 de febrero de 2008, provoc¨® una oleada de j¨²bilo en los partidos nacionalistas catalanes. El motivo era muy simple: para los aspirantes a una Catalu?a independiente, la independencia de Kosovo ¡ªy en especial, su posterior reconocimiento¡ª abr¨ªa las puertas a la independencia de nuevos Estados en Europa.

As¨ª lo reflej¨® Carod Rovira, secretario general de ERC por aquel entonces, que decidi¨® escribir de su pu?o y letra una carta de felicitaci¨®n al entonces primer ministro kosovar, Hashim Tha?i. La posici¨®n de ERC fue contundente. Aunque evit¨® comparar Kosovo con Catalu?a, Esquerra emprendi¨® una defensa en¨¦rgica de la independencia de Kosovo, prediciendo que la v¨ªa Kosovo ¡ªla de la unilateralidad¡ª podr¨ªa servir como modelo para Catalu?a a?os m¨¢s tarde. Este posicionamiento qued¨® evidenciado en mociones frustradas presentadas por ERC en la Comisi¨®n de Exteriores del Congreso y del Senado, en donde se instaba al Gobierno a reconocer a Kosovo.

CiU ¡ªque siempre apoy¨® estas mociones¡ª se mostr¨® mucho m¨¢s cauto en este aspecto. Aunque celebr¨® la independencia de Kosovo, y reclam¨® su reconocimiento por parte del Gobierno espa?ol, Artur Mas afirm¨® rotundamente que no exist¨ªa similitud alguna entre Catalu?a y Kosovo. Despu¨¦s de dos a?os de calma, y pasado el frenes¨ª de la independencia de Kosovo, los meses de junio y julio de 2010 cambiaron el rumbo pol¨ªtico de Catalu?a. A las ya populares, sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Catalu?a de 2006 y la posterior manifestaci¨®n contra esta sentencia, el 10 de julio, se sum¨® otro dictamen judicial. Este, emitido por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el 22 de julio, dict¨® que la declaraci¨®n de independencia de Kosovo no supon¨ªa una violaci¨®n del derecho internacional.

La ¡®v¨ªa Kosovo¡¯ se convirti¨® en la principal hoja de ruta despu¨¦s del recurso de inconstitucionalidad de la consulta del 9N en septiembre de 2014

En este cl¨ªmax de tensi¨®n, el separatismo no dud¨® en reivindicar este dictamen, guardando la v¨ªa Kosovo en la rec¨¢mara. Una vez m¨¢s, ERC fue el principal exponente de esta exultaci¨®n, argumentando que Catalu?a tendr¨ªa una base jur¨ªdica internacional para declarar de manera unilateral la independencia. Aunque los focos segu¨ªan puestos en un refer¨¦ndum acordado con el Estado, tras el dictamen de la CIJ, a Kosovo se le empez¨® a mirar por el rabillo del ojo, prediciendo, que la v¨ªa escocesa iba a topar con la negativa del Gobierno.

Los l¨ªderes de CiU siguieron siendo precavidos. Y es que CiU, en aquellos a?os, a¨²n no se hab¨ªa convertido al independentismo de puertas para fuera. Exist¨ªan discrepancias entre Converg¨¨ncia y Uni¨® sobre el camino que deb¨ªa tomar Catalu?a.

Los independentistas eran conscientes de esa lectura sesgada, ya que era tristemente c¨¦lebre que la d¨¦cada que precedi¨® a la independencia del pa¨ªs balc¨¢nico hab¨ªa estado marcada por violaciones reiteradas de los derechos humanos. La independencia de Kosovo era inconcebible sin esos acontecimientos. El separatismo, no obstante, sigui¨® adelante, utilizando el dictamen de la CIJ para legitimar una futura declaraci¨®n de independencia. Durante la conferencia nacional de ERC, en julio de 2013, sus dirigentes volvieron a avalar la v¨ªa Kosovo como modelo a seguir para Catalu?a.

La v¨ªa Kosovo se convirti¨® en la principal hoja de ruta despu¨¦s del recurso de inconstitucionalidad de la consulta del 9-N en septiembre de 2014. El independentismo top¨® con el muro del Estado: no hubo un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n acordado con el Gobierno. En junio de 2016, Marta Rovira pidi¨® fijarse en el proceso constituyente de Kosovo, como si Catalu?a y la antigua provincia serbia tuvieran un pasado com¨²n. Incluso el presidente de la Generalitat, Quim Torra, escrib¨ªa en su libro: ¡°Los ¨²ltimos 100 metros: la hoja de ruta para ganar la Rep¨²blica Catalana¡±, que despu¨¦s de la decisi¨®n de la CIJ nada pod¨ªa volver a ser como antes. Y pobres kosovares, pensar¨¢ el lector; mucho les habr¨ªa gustado estar en la misma situaci¨®n que Catalu?a veinte a?os atr¨¢s.

La declaraci¨®n unilateral de independencia de Catalu?a, el 27 de febrero de 2017, poco tiene que ver con la promulgada en Pristina una d¨¦cada atr¨¢s. A diferencia de esta ¨²ltima, el acto catal¨¢n, ni recibi¨® reconocimiento internacional, ni puso en marcha las instituciones del nuevo Estado catal¨¢n. Incluso Kosovo rechaz¨® t¨¢citamente su reconocimiento, y cerr¨® las puertas a cualquier analog¨ªa entre lo sucedido en Kosovo y en Catalu?a en los ¨²ltimos a?os.

Pol Vila Sarri¨¢ es investigador de la Kosovo Foundation for Open Society y analista en El Orden Mundial.