La manipulaci¨®n del miedo
El voto a la ultraderecha no siempre esconde odio, sino tambi¨¦n temor
Uno de los mejores relatos del ascenso de la ultraderecha en Francia se public¨® mucho antes de la crisis, poco despu¨¦s de que el Frente Nacional demostrase su fuerza cuando, ante el desconcierto y el horror de muchos franceses, se col¨® en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2002. El relato aparece en el tebeo Los combates cotidianos, de Manu Larcenet, que recibi¨® el premio al mejor ¨¢lbum del Festival de Angulema. El c¨®mic relata la historia de Marco, un antiguo fot¨®grafo de guerra que decide irse a vivir al campo, mientras trabaja en un gran reportaje sobre unos astilleros que se est¨¢n desmantelando, situados justo al lado del pueblo donde creci¨® y en los que trabajan muchos de sus amigos de su infancia.
A lo largo de cuatro vol¨²menes, Larcenet toca muchos temas que han ido cobrando importancia con los a?os ¡ªla amenaza de la crisis, el fin de las grandes industrias, la huida de la ciudad hacia el campo¡ª; pero sobre todo clava el ascenso de movimientos como el de Le Pen. Sentado en el muelle de los astilleros a punto de cerrar, el protagonista descubre que un viejo amigo vota a los ultras y entra en c¨®lera. ¡°?No me digas que te crees su rollo, que te has convertido en un facha? ?C¨®mo puedes hablar as¨ª ante ?mit y Pablo?¡±, dice en referencia a dos compa?eros de trabajo de origen extranjero. ¡°?Crees de verdad que se va a salvar el astillero echando a todos los extranjeros menos a tus amigos?¡±. La discusi¨®n se hace cada vez m¨¢s dura, incluso est¨¢n a punto de llegar a las manos, antes de que cambien de tema.
Lo que intenta explicar Larcenet es que el voto a la ultraderecha no siempre esconde odio, sino tambi¨¦n miedo en una sociedad que cambia demasiado r¨¢pido y que deja a gente fuera. Tambi¨¦n muestra que una cosa son los dirigentes, y su capacidad para manipular esos sentimientos, y otra diferente, sus votantes. Pero todo esto no debe ocultar hasta qu¨¦ punto ese tipo de partidos pueden resultar peligrosos. Recientemente, el Memorial Auschwitz puso el siguiente mensaje en sus redes sociales: ¡°Cuando miramos a Auschwitz vemos el final de un proceso. Hay que recordar que el Holocausto no empez¨® en las c¨¢maras de gas. El odio se gener¨® gradualmente a partir de palabras, estereotipos y prejuicios mediante la exclusi¨®n legal, deshumanizaci¨®n y una escalada de la violencia¡±.
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