Un plan para el periodismo

La desinformaci¨®n, la falta de credibilidad de los medios y la omnipresencia de las redes sociales en el debate p¨²blico suponen un problema acuciante. M¨¢s a¨²n en el contexto de la Uni¨®n Europea, teniendo en cuenta que en los pr¨®ximos dos a?os nos aguardan medio centenar de procesos electorales, entre ellos las elecciones al Parlamento de Estrasburgo. Por ello, si queremos ciudadanos bien informados que expresen su voluntad mediante procesos pol¨ªticos libres y justos, hay que actuar con contundencia. Y hay que hacerlo ya.

Los acontecimientos pol¨ªticos de los ¨²ltimos a?os han supuesto una amenaza existencial para nuestras democracias. El descontento econ¨®mico, el pesimismo social y el creciente sentimiento antipol¨ªtico propician las condiciones para un desorden informativo que est¨¢ poniendo al descubierto las debilidades del sistema en todos los rincones del planeta.

Los medios de comunicaci¨®n son en gran parte responsables de esta situaci¨®n. No se han recuperado de los efectos del tsunami que ha transformado las redacciones en la ¨²ltima d¨¦cada. Y la desinformaci¨®n detecta cuando un sector est¨¢ en apuros. Se alimenta de esa debilidad. En la batalla por informar, el periodismo se enfrenta a un enemigo muy poderoso que ha dejado al descubierto fracturas democr¨¢ticas, aunque no todo son malas noticias: tambi¨¦n hay un periodismo que genera la informaci¨®n que nos permite formar nuestra propia opini¨®n sobre cuestiones sociales.

La Comisi¨®n Europea ha publicado esta misma semana un plan de acci¨®n contra la desinformaci¨®n con vistas a las elecciones de mayo. El esfuerzo es bienvenido, y el debate, necesario. El informe, que constituye un hito con respecto a trabajos anteriores de las autoridades comunitarias, enumera muchos proyectos relevantes para hacer frente a las noticias falsas y el desorden informativo. Se observan pocos avances en dos asuntos determinantes, la corregulaci¨®n y la sostenibilidad de los medios, como garantes de una sociedad bien informada.

En una carta abierta al presidente de la Comisi¨®n Europea (CE), Jean-Claude Juncker, firmada por cinco eurodiputados de tres grupos distintos, y seis profesionales independientes del mundo de la comunicaci¨®n, entre los que me encuentro, hemos apuntado a las carencias de este plan.

La UE debe ayudar a innovar, alentando a los editores y periodistas, apoyando la inversi¨®n en tecnolog¨ªa y la calidad de los profesionales

Por lo que se refiere a la corregulaci¨®n, la Comisi¨®n se comprometi¨® hace seis meses a ¡°considerar¡± opciones que puedan incluir iniciativas de pol¨ªticas p¨²blicas que, utilizando instrumentos pertinentes y respaldo legislativo, avancen la regulaci¨®n de la competencia entre medios y plataformas, y la garant¨ªa de un seguimiento y una evaluaci¨®n continua de las medidas de autorregulaci¨®n de las plataformas, especialmente Facebook.

Las plataformas distribuyen contenido, sobre todo en las redes sociales, y han tenido un papel clave en la difusi¨®n y la amplificaci¨®n de la desinformaci¨®n. Hasta el momento, estas plataformas no han abordado el reto que suponen las fake news y el uso manipulador de sus infraestructuras.

La mayor¨ªa de los pa¨ªses financia a los medios a trav¨¦s de los derechos de licencia de la televisi¨®n y radio p¨²blica y, en algunos casos, mediante subvenciones o desgravaciones fiscales para la prensa. Pero hoy en d¨ªa, lo que necesitan los medios no son subvenciones, sino innovaci¨®n, que pensemos y trabajemos m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras y un modelo de negocio sostenible. La UE debe ayudar a innovar, alentando a los editores y periodistas a colaborar, apoyando la inversi¨®n en tecnolog¨ªa, la transferencia del conocimiento y la mejora de la cualificaci¨®n de los profesionales del sector. A diferencia de otros sectores, desde la agricultura y el acero hasta los autom¨®viles, nunca se ha acordado una estrategia econ¨®mica para los medios de comunicaci¨®n, que implique la coordinaci¨®n entre las iniciativas privadas y p¨²blicas, entre los diferentes departamentos de la UE y tambi¨¦n a Gobiernos dispuestos a observar el futuro sin tacticismos, m¨¢s all¨¢ del corto plazo que domina la escena pol¨ªtica.

Se impone la necesidad de lo que hemos denominado ¡°una estrategia europea para el sector de los medios de comunicaci¨®n 2019-2024¡±. El marco financiero plurianual es una gran oportunidad y las propuestas de la Comisi¨®n mejoran el panorama, pero el Parlamento puede mejorarlo a¨²n m¨¢s. Se habla de unos 60 millones para cinco a?os, mucho menos de lo que Google ha concedido a proyectos de medios de comunicaci¨®n en Europa, y, a buen seguro, Facebook conceder¨¢ en un futuro pr¨®ximo.

Una mezcla saludable de ingresos de publicidad, suscripciones, filantrop¨ªa y ayudas p¨²blicas ayudar¨¢ a los medios independientes a contrarrestar la desinformaci¨®n. Estas importantes medidas deber¨ªan ir precedidas de un estudio econ¨®mico que encuentre soluciones que ayuden a los futuros eurodiputados a dar prioridad a una estrategia europea. Est¨¢ en juego el futuro de los medios.

Miguel Castro es alto responsable de relaciones institucionales con medios para la Bill & Melinda Gates Foundation y secretario general de The Conversation Espa?a