Sexy y transparente
Las rivalidades nos unen, ya sean las de las brit¨¢nicas Meghan Markle y Kate Middleton o las m¨¢s cercanas entre Cristina Pedroche y Lara ?lvarez mirando a la pr¨®xima Nochevieja

Anoche regres¨¦ a casa desde R¨ªo de Janeiro, una ciudad que dej¨¦ de visitar porque cada vez me desesperaba m¨¢s despedirme de ella. Me devolvi¨® a sus calles, al maravilloso dibujo de sus monta?as y al espect¨¢culo de vida de sus playas una mujer, M¨®nica Naranjo, en el empe?o de reencontrarse a s¨ª misma, tras un traum¨¢tico a?o en que se ha divorciado y no ha renovado como jurado de Operaci¨®n Triunfo. Naranjo me invit¨® a acompa?arla por escuelas de samba iluminadas por el duro ne¨®n prestado por Petrobras. A conversar con una rob¨®tica empresaria de redes sociales de contacto entre desconocidos y a vivir, literalmente, en mi propio cuerpo, la tortura que es practicar pole dancing. Al hacerlo, descubres que te adhieres a esa barra de aluminio con tu piel, tu grasa, tus rollitos. Y duele. M¨®nica, que naci¨® con tablas, imit¨® todos los pasos de la instructora, que nos dijo: ¡°Empec¨¦ en el pole porque estaba harta de que mi exnovio me llamara gorda y fea. Ahora, gracias al pole,soy empoderada¡±.
Este ha sido el a?o de las mujeres. Mi deseo para el 2019 es que contin¨²e siendo el a?o de las mujeres. Y tambi¨¦n ha sido el a?o de Meghan Markle que, en su embarazo, se ha convertido en una noticia de la que no nos cansamos de devorar detalles. Esta semana, se despidi¨® a otra asistente de Meghan, repitiendo ese t¨¦rmino que la prensa inglesa no duda en emplear ¡°hormonal¡±, usando el embarazo de la duquesa como arma arrojadiza. Eso ya lo hemos tolerado otras veces, pero Meghan es la royal en tiempos del Me Too y sin decir nada ella, que no puede porque las familias reales no hablan, provoca que nosotros se?alemos que ese tipo de noticias, aparte de m¨¢s o menos infundadas, son potencialmente machistas. Pero esa prensa no cede, Meghan vende sin parar y ahora se publica que las cu?adas duquesas, Meghan y Kate, no se llevan bien. Nada nuevo bajo el d¨¦bil sol ingl¨¦s. Es como el hist¨®rico enfrentamiento entre The Beatles y The Rolling Stones. Una f¨®rmula, la rentable rivalidad entre bandas y bandos ingleses que se reedit¨® con t¨ªtulo en los a?os noventa: La Batalla del Britpop. As¨ª se llam¨® la disputa en las listas de ventas entre Blur y Oasis. Meghan y Kate siguen ese juego, eso s¨ª, en silencio, sin decir ni pio. Conscientes de la vieja argucia orientada a seguir vendiendo titulares para esa gran empresa que es la familia real inglesa. Y apalancando la monarqu¨ªa , haci¨¦ndola m¨¢s dom¨¦stica y pop que los vaivenes pol¨ªticos tipo Brexit. Parece mentira, pero es l¨®gico, las u?as de esmalte oscuro de Meghan y los cuellecitos de institutriz buena de Kate, igual que aquella carita t¨ªmida y el pelazo corte pamela de Diana de Gales, confortan m¨¢s que los discursos de la desesperada Theresa May en el parlamento.

Es la manera en que funcionamos, las rivalidades nos unen. Con las campanadas de fin de a?o en el objetivo, Lara ?lvarez y Cristina Pedroche est¨¢n calentando motores y parecen dispuestas a foguear otro gran debate nacional que los canales de televisi¨®n esperan capitalizar al m¨¢ximo. ?lvarez, que dar¨¢ las campanadas en Telecinco, ha abierto el fuego al responder a la pregunta de c¨®mo se iba a vestir para esa noche, con ¡°ser sexy es una actitud, no una transparencia¡±, en clar¨ªsima referencia al estilo s¨²per sexy que ha convertido a Pedroche en un adorno navide?o imprescindible. No le quito ingenio comercial a la respuesta de Lara, pero todav¨ªa estoy en el bando nacional al que le divierten mucho los atuendos de espumill¨®n y transparencias de Pedroche entre un polvor¨®n y otro. Ya no me puedo imaginar una Navidad sin ellos y me encantar¨ªa ponerme uno para ir a cenar al restaurante del marido de Cristina, David Mu?oz. O para estar en casa anfitrionando mi cena de a?o nuevo. ?Por qu¨¦ no? Con sus transparencias desbordadas y surrealistas, Pedroche ha reinventado un estilo. Y lo ha hecho justo a tiempo para envolverlo con el empoderamiento y la Navidad. Es algo que entend¨ª junto a M¨®nica Naranjo en R¨ªo: Lo que te hace crecer y sentirte segura, siempre est¨¢ re?ido con algo. No casa, pero libera y eso es lo que importa. As¨ª que estas navidades, u?as negras como las que lleva Meghan, cuerpo rollizo como una bailarina carioca de pole dancing y transparencias estrat¨¦gicas como la gran Cristina Pedroche.
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