Karlos Argui?ano: ¡°Me ¡®pone¡¯ una alcachofa¡±
El pionero de los cocineros medi¨¢ticos cumple 70 a?os, 50 entre fogones, 30 ense?ando a cocinar en la tele y confiesa que, sin una sart¨¦n, no le encontrar¨ªa sentido a la vida.
Aparece vestido de verde lechuga y m¨¢s fresco que una ¨ªdem, pese a acabar de chuparse cuatro horas de coche desde Zarauz, donde tiene su casa y el plat¨® donde graba sus c¨¦lebres recetas. Hemos quedamos en otro plat¨®, el de El hormiguero, el programa donde esa noche es el invitado estrella, y para el que se ha tra¨ªdo algunas de las caretas que luce en su propio espacio, mezcla de cocina y comedia. Es ¨¦l mismo quien propone pon¨¦rselas para el v¨ªdeo, para delicia de la concurrencia. En efecto, Argui?ano en persona es tan payaso y simp¨¢tico o m¨¢s que en pantalla. Pero vi¨¦ndole el fondo del ojo, a una se le antoja que tiene la l¨¢grima tan f¨¢cil como la carcajada. O igual es que estamos en v¨ªsperas de Nochebuena.
?Qu¨¦ ha comido hoy?
Pues mira: he empezado la dieta posnavide?a antes de Navidad. Hoy he terminado de grabar mis programas hasta Reyes y me he tomado la sopita de verduras del 7 de enero que he cocinado. Bueno, y un bocata de merluza que me he tra¨ªdo para el camino.
Una vez que ya no tenemos hambre, ?qu¨¦ es la comida?
Algo fundamental. Yo, sin pan, huevos, patatas, aceite, ajos, no s¨¦ ni c¨®mo empezar el d¨ªa. Ahora est¨¢n empezando las alcachofas, est¨¢n tremendas, hermos¨ªsimas.
Parece que le 'pusieran'.
Joder, claro que me pone una alcachofa. La verdura, un mont¨®n. Es un mundo de colores, sabores, texturas. Un disfrute total.
?Y la quinoa?
A?o de aniversarios
¡°Setenta a?os respirando, cincuenta guisando, treinta en la tele, una mujer, siete hijos y 11 nietos¡±. As¨ª resume su vida Karlos Argui?ano (Guip¨²zcoa, 1948), ep¨ªtome del cocinero medi¨¢tico antes que los concursantes de Masterchef estuvieran siquiera en la imaginaci¨®n de sus padres. Ahora presenta su obra magna: ' Mil recetas de oro, (Planeta), un 'tocho' de 2,5 kilos de peso entre tapa y tapa con lo mejor de su repertorio. Est¨¢ que se sale, confiesa.
Bueno, si no hay otra cosa... Est¨¢ mejor de lo que pensaba. Tengo un par de chicos en el equipo muy pero que muy vegetarianos y, por m¨¢s que les pico con que con los pantalones puestos solo se puede gozar comiendo, y ellos est¨¢n dejando muchas cosas de lado, no tocan nada. Est¨¢n fuertes, sanos y disfrutan mucho de lo suyo. Les respeto.
?Hay algo m¨¢s triste que el fiambre de pavo a palo seco?
S¨ª. No tener para comer, que en eso no caemos. Parece una pijotada, pero yo que me paso el d¨ªa con comida y tengo tanta familia, pienso que hay gente que no tiene que comer y me descompongo. Algunos ni sabemos lo que es eso.
?Comemos peor que antes?
Estamos mejor en general. Pero tengo miedo de que los padres y madres no est¨¦n prestando atenci¨®n. Que sepan que, si van a tener ni?os y alimentarlos con comida precocinada, casi mejor que no se hubieran casado y se hubieran dedicado a viajar o a esquiar.
A algunos no nos da la vida para cocinar caliente.
Nada es m¨¢s importante que eso. Preocuparse por lo que come uno mismo y los tuyos. Por la boca entra la salud y la enfermedad.
No s¨¦ freir un huevo. R¨ª?ame.
No, te ense?o. En media hora te har¨ªa una experta: una sart¨¦n honda, un buen aceite, un diente de ajo, sin pelar si quieres. Cuando el aceite est¨¦ bien caliente, casca el huevo fuera de la sart¨¦n, su¨¦ltaloy fsssst, ya est¨¢. ?Quieres puntillas?, ponlo un poquito m¨¢s fuerte, le das as¨ª con una espumadera, lo agarras desde abajo y al plato.
?Cu¨¢nto aceite? ?El que me pida la sart¨¦n? A m¨ª la sart¨¦n no me pide nada.
Pues a m¨ª alguno me podr¨¢ llamar sartenero, pero ya se lo dije a Arzak siendo ¨¦l ya famoso, y yo jovencito: yo con una sart¨¦n, una botella de aceite y fuego me gano la vida en cualquier parte del mundo. Pero necesito la sart¨¦n. Yo con una sart¨¦n la armo: dame una sart¨¦n y dominar¨¦ el mundo. Y comen todos de mi plato.
?Aunque sea quinoa?
Hasta eso. Pero lo tuyo me deja preocupado, oye. Te voy a regalar Atr¨¦vete, que es mi libro donde explico recetas paso a paso y con el resultado final a la vista.
O sea, cocina para negados.
No, para cari?osos. Quien se pone a hacer alb¨®ndigas es cari?oso. Si un t¨ªo te hace unas alb¨®ndigas, no le dejes escapar. Ese t¨ªo te va a alimentar y te va a durar. Un hombre con delantal es mucho m¨¢s hombre que uno as¨ª con un trajecito mono y el pelo largo ech¨¢ndoselo todo el rato para atr¨¢s. Un t¨ªo que te hace alb¨®ndigas es un t¨ªo con fundamento.
Tomo nota. Hablando de buenos partidos, ?Ha ganado m¨¢s pasta de la que ha cocinado?
?Al dinero, te refieres? Claro que he ganado bastante, pero lo tengo muy bien repartido. Tengo un buen vivir, pero tambi¨¦n colaboro en cosas que no doy a conocer. Estoy abriendo un comedor social en Per¨² una guarder¨ªa para 300 ni?os en Caracas. Y sigo. Esa es mi vida: dar de comer a la gente. Lo que pasa es que a unos les cobro y a otros ni quiero ni puedo.
Pues algunos bien que nos clavan. ?Hay tonter¨ªa en la cocina?
Hay de todo. Puedes ir a un sitio de comida moderna, o supermoderna, pero lo que no va a cansar nunca es la comida tradicional. Unas lentejas bien hechas. Veganas, vale: lentejas, dos puerros, dos cebolletas, dos zanahorias, un calabac¨ªn, todo en una olla con agua y una pizca de sal 13 minutos y eso es un manjar de reyes. De los de Espa?a y los de Suecia.
?Qu¨¦ cenar¨ªa esta noche si supiera que es la ¨²ltima de su vida?
Cocochas, fijo. Un cuartillo delantero de cordero castellano bien asadito, crujiente. De postre, una tarta de hojaldre con crema y frutitas, un helado de queso. Me fumar¨ªa un puro, ya que iba a morirme, y procurar¨ªa acabar cantando: y mis manos en tu cintu-u-ra..
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
