Cuba, 60 a?os despu¨¦s

Cuba acaba de conmemorar el 60? aniversario de la Revoluci¨®n que termin¨® con la dictadura de Fulgencio Batista. Las im¨¢genes de los j¨®venes guerrilleros por las calles de Santiago de Cuba a principios de enero de 1959 dieron la vuelta al mundo y tuvieron un gran impacto pol¨ªtico internacional durante varias generaciones. La llegada al poder de Fidel Castro en el punto ¨¢lgido del enfrentamiento ideol¨®gico entre Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica repercuti¨® en las tendencias pol¨ªticas de los pa¨ªses democr¨¢ticos ya fuera por rechazo o simpat¨ªa hacia el r¨¦gimen de La Habana.

En estos 60 a?os el panorama pol¨ªtico mundial ha cambiado tanto que es casi irreconocible. La descolonizaci¨®n africana, la ca¨ªda y desaparici¨®n del bloque comunista, la democratizaci¨®n de Latinoam¨¦rica, el auge econ¨®mico sin precedentes de China, el hundimiento institucional del mundo ¨¢rabe o la consolidaci¨®n del proyecto europeo son apenas algunos de los importantes hitos que han desfilado por este periodo. No obstante, hay algo que no ha cambiado: durante todo este tiempo los vencedores de aquella Revoluci¨®n han detentado el poder en Cuba realizando apenas peque?os cambios pol¨ªticos m¨¢s por circunstancias externas ¡ªpor ejemplo, el grave perjuicio econ¨®mico que provoc¨® el fin de la URSS¡ª que por convencimiento de la necesidad de apertura del sistema hacia una democracia que finalmente nunca se ha producido.

Una constante de estas seis d¨¦cadas ha sido el enfrentamiento con EE?UU. Una pugna pol¨ªtica y econ¨®mica ¡ªcaracterizada principalmente por el largu¨ªsimo y todav¨ªa vigente embargo econ¨®mico decretado por Washington¡ª que en ocasiones se ha deslizado peligrosamente al terreno militar. Esta perspectiva cambi¨® con el acercamiento protagonizado por Barack Obama y Ra¨²l Castro en 2014. Pero apenas cuatro a?os despu¨¦s aquellas expectativas apenas han supuesto una peque?a mejora. El discurso agresivo ha vuelto a instalarse en la Casa Blanca de Donald Trump mientras que en Cuba el relevo de poder desde la familia Castro al nuevo l¨ªder, Miguel D¨ªaz-Canel, todav¨ªa no ha supuesto avance alguno en libertades.