Vuelve el gasto p¨²blico
La inversi¨®n en infraestructuras aliviar¨¢ las carencias de servicios e incentivar¨¢ el crecimiento
Despu¨¦s de cinco a?os de sequ¨ªa, la inversi¨®n p¨²blica vuelve a cobrar importancia en los Presupuestos de 2019. No es un secreto que una parte de las redes de transporte e infraestructuras b¨¢sicas se han deteriorado, en algunos casos de gravedad, despu¨¦s de una pol¨ªtica dr¨¢stica de ajustes presupuestarios que, en la pr¨¢ctica, supusieron la casi desaparici¨®n de la inversi¨®n como un instrumento ¨²til de pol¨ªtica econ¨®mica. Este a?o, si el Presupuesto se aprueba, habr¨¢ 10.000 millones para destinar a infraestructuras. Esta decisi¨®n pol¨ªtica implica adem¨¢s recuperar la inversi¨®n p¨²blica como un instrumento para estimular el crecimiento econ¨®mico y el empleo.
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Es una buena decisi¨®n que una parte importante de esta inversi¨®n, en torno al 50%, se destine al ferrocarril y, sobre todo, a reforzar las redes convencionales y de Cercan¨ªas. A veces se olvida que la pol¨ªtica de bienestar depende de cosas tan sencillas como disponer de un tren fiable y carreteras en buen estado. La deplorable situaci¨®n de la red ferroviaria en Extremadura, por ejemplo, es causa de justa indignaci¨®n de los extreme?os y es obligaci¨®n del Estado contribuir a que este problema entre en v¨ªas de soluci¨®n. Tambi¨¦n es correcto, en t¨¦rminos estrat¨¦gicos, privilegiar el transporte ferroviario convencional sobre el AVE, porque si se quiere reducir el da?o ambiental del transporte, en l¨ªnea con lo que exige el compromiso de transici¨®n energ¨¦tica, es obligado trasladar la carga de mercanc¨ªas desde la carretera al ferrocarril.
El estado de las carreteras es crucial para reducir el n¨²mero de accidentes de tr¨¢fico. Es evidente que la mal llamada pol¨ªtica de austeridad presupuestaria se olvid¨® de los costes directos e indirectos de los recortes. Pero es necesario advertir que no basta con aprobar m¨¢s dinero para infraestructuras y decidir el mejor destino; es necesario aumentar el grado de ejecuci¨®n p¨²blica de las inversiones, comprobar que las obras se terminan y evaluar sus efectos. Tareas estas que los organismos p¨²blicos suelen rehuir o menospreciar.
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