La derechizaci¨®n del PP

La celebraci¨®n de la convenci¨®n program¨¢tica del PP certifica la derechizaci¨®n y el abandono del pragmatismo que hab¨ªa caracterizado el mandato de Mariano Rajoy. Nada m¨¢s empezar la contienda por el liderazgo de los populares, Casado dijo claramente que quer¨ªa recuperar a los votantes que se hab¨ªan ido a Vox. Fue toda una declaraci¨®n de intenciones.

Casado no solo no se moder¨® despu¨¦s de ser escogido como presidente del PP, sino que ha llevado a cabo una campa?a agresiva criticando en materia migratoria, ha considerado el feminismo como una ideolog¨ªa colectivista que atenta contra la libertad individual y ha apostado por mayor dureza contra el independentismo catal¨¢n, llegando a proponer la aplicaci¨®n de un art¨ªculo 155 perpetuo o la ilegalizaci¨®n de partidos independentistas. La inmigraci¨®n, el feminismo y Catalu?a han sido los puntales sobre los que Casado ha basado su campa?a contra S¨¢nchez. Unos temas que Vox, especialmente en el caso de la inmigraci¨®n y el feminismo, ha conseguido introducir en la agenda desde su irrupci¨®n medi¨¢tica tras el acto de Vista Alegre.

Casado, sabedor de que la batalla en la derecha girar¨ªa en torno a esas cuestiones, ha apostado claramente por polarizar y aglutinar el voto situado en posiciones m¨¢s conservadoras olvidando la batalla por el centro (donde m¨¢s votantes se ubican) que hoy en d¨ªa se disputan Ciudadanos y el PSOE. Este giro, que se ha materializado con el acuerdo entre los populares y Vox y la aceptaci¨®n del marco discursivo de la formaci¨®n de extrema derecha por parte del PP, podr¨ªa llegar a suponer que un 41% de los votantes populares, los m¨¢s centristas, pudiesen llegar a decantarse por Ciudadanos, como muestra un an¨¢lisis de Rodr¨ªguez Teruel . Esto explicar¨ªa porque este viraje estrat¨¦gico est¨¢ causando tensiones internas en las filas populares: l¨ªderes como Feij¨® o Pastor han mostrado sus diferencias con el acuerdo con Vox en Andaluc¨ªa.

Ahora bien, ?Qu¨¦ explica que Casado opte por una estrategia que lo aleja del centro y que genera fricciones internas? El factor explicativo lo encontramos en la fuga de votos que el PP padece hac¨ªa Vox y en como esta formaci¨®n empieza a despuntar entre los votantes m¨¢s derechizados. Diversos estudios, entre ellos el que realiz¨® 40dB, muestran como la formaci¨®n liderada por Abascal se nutre mayoritariamente del voto del PP. Hasta un 21,6% de los votantes populares en las andaluzas de 2015 pasaron a Vox (223.000 votos). En la misma l¨ªnea, insiste Sigma Dos que muestra como Vox obtuvo alrededor de 178.000 votos del PP. Adem¨¢s, el ¨²ltimo bar¨®metro mensual del CIS muestra como los populares padecen una fuga de hac¨ªa Vox del 6,3% de su voto en 2016, lo que representar¨ªa aproximadamente medio mill¨®n votos. A esto debemos sumarle la fuerza con que Vox ha penetrado en las posiciones m¨¢s derechizadas de la escala ideol¨®gica. Porcentajes significativos de los votantes que se ubican en las posiciones m¨¢s conservadoras (del 7 al 10) se decantar¨ªan electoralmente por Vox. Recordemos que hace unos a?os el PP era la formaci¨®n hegem¨®nica en este espacio.

Sin embargo, la estrategia de Casado no deber¨ªa sorprendernos. El ascenso de las formaciones de extrema derecha en Europa ha puesto ante un dilema estrat¨¦gico a los partidos conservadores cl¨¢sicos situ¨¢ndolos en una clara crisis pol¨ªtica como asegura Rodr¨ªguez-Aguilera en Agenda P¨²blica: sabedores de que parte de su electorado migra hac¨ªa esas opciones han de decidir si imitar su discurso y sus propuestas o mantenerse en postulados m¨¢s moderados. El PP, como la ?VP austriaca o la CSU de Baviera, no es una excepci¨®n y de momento parece decantarse por la primera opci¨®n: luchar por el voto reaccionario.

Mario R¨ªos es polit¨®logo. Este art¨ªculo ha sido elaborado por Agenda P¨²blica para EL PA?S