Divide y vencer¨¢s
Desde que Errej¨®n anunci¨® que se presentaba con M¨¢s Madrid, corre el an¨¢lisis depresivo de que la fragmentaci¨®n en la izquierda conduce a la ruina

Hay bastante consenso ¡ªy datos¡ª para afirmar que la desmovilizaci¨®n de la izquierda propici¨® el cambio a la derecha en Andaluc¨ªa en las elecciones del 2 de diciembre. Los 400.000 votantes socialistas y los 300.000 de Podemos m¨¢s Izquierda Unida que se quedaron en casa inclinaron la balanza. Y all¨ª, la izquierda a la izquierda del poderoso PSOE hab¨ªa acudido a las urnas en una sola candidatura. Y all¨ª fue m¨¢s que evidente durante toda la campa?a que Susana D¨ªaz y Teresa Rodr¨ªguez preferir¨ªan, de existir la posibilidad, cualquier otro aliado para gobernar.
En Madrid se presenta, a fecha de hoy, la situaci¨®n exactamente contraria: la izquierda a la izquierda del PSOE es un volc¨¢n en erupci¨®n del que nadie descarta que puedan salir una o varias candidaturas. Y todas, a priori, parecen inclinadas a entenderse con los debilitados socialistas madrile?os para intentar, entre todos, frenar a la derecha. Todo est¨¢ en el aire todav¨ªa, pero desde que ??igo Errej¨®n anunci¨® que se presentar¨¢ a las auton¨®micas con la plataforma de Carmena, y Podemos le invit¨® a dejar el partido, corre como la p¨®lvora el cl¨¢sico an¨¢lisis depresivo de que la fragmentaci¨®n en la izquierda conduce inevitablemente a la ruina.
?C¨®mo pueden saberlo con tanta seguridad? En los ¨²ltimos a?os, cada vez que se abren las urnas, se demuestra que no hay f¨®rmulas ni plantillas del pasado que sirvan en un contexto de fuerte polarizaci¨®n, cambios muy r¨¢pidos y campa?as determinantes. Nadie puede saber si tres candidaturas en la izquierda dejar¨ªan a mucha gente en casa, asqueada por la eterna divisi¨®n; o movilizar¨ªa hasta el ¨²ltimo voto de los izquierdistas exquisitos, tan felices de poder votar cada uno a su pur¨ªsimo candidato, no contaminado por las locuras o las traiciones a la causa del l¨ªder o la lideresa de la escisi¨®n de al lado. Cualquier cosa es posible. Claro que hay que atreverse a concurrir por separado ¡ªsocialistas, pablistas y errejonistas¡ª y medirse, contarse. Y, despu¨¦s, asumir las consecuencias que tenga en cada casa.
Este desconcierto de la izquierda se suma a los otros dos peligros de nuestro a?o electoral: la irrupci¨®n de la extrema derecha arrastrando al PP a sus posiciones, y la dificultad, cada vez m¨¢s evidente, de superar las din¨¢micas de bloques y que en Espa?a pueda haber pactos transversales entre quienes piensan diferente.@PepaBueno
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