La modelo que vive en la calle cuenta su descenso a los infiernos

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Todos la llaman Nastasia. Ella misma se invent¨® el nombre, a principios de los a?os ochenta, cuando una agencia de modelos la oblig¨® a rebautizarse. Consuelo Urbano ¡°era un nombre sin gancho¡±. Como Nastasia logr¨® ser imagen de moda, perfumes y marcas. Gan¨® cheques con seis ceros. Se merend¨® el mundo y se code¨® con las estrellas del cine, la m¨²sica y la moda de Nueva York. Se retir¨® poco antes de que el fen¨®meno de las top models convirtiera a sus sucesoras en estrellas. Hace d¨¦cadas que no responde al nombre de Consuelo. Hoy tiene 57 a?os y lleva tres meses viviendo en la calle, en Barcelona.?

Nastasia firm¨® contratos de un mill¨®n de d¨®lares por trabajar solo veinte d¨ªas. Eran los a?os 80. Hoy todo lo que tiene se reduce a su perro Jack y a la ropa que lleva puesta, ¡°la cazadora me la ha dejado mi amigo Toni¡±, explica sobre la persona que la ha alojado en su casa durante estos d¨ªas. ¡°Hace tres meses dorm¨ª por primera vez en un cajero. Camin¨¦ durante todo un d¨ªa sin poder pensar con claridad. Un grito de desesperaci¨®n rebotaba en mi cabeza. Un grito de socorro, de ayuda¡­¡±, recuerda en una conversaci¨®n pausada mientras clava sus ojos, entre verdes y grises, en el interlocutor. La historia de Urbano apareci¨® publicada la semana pasada en El Peri¨®dico de Catalu?a. Desde entonces, su vida ha visto algo de luz, pero contin¨²a a la espera de que el guion en que se ha convertido acabe de dar un giro antes de cumplir los 60. Sabe que la c¨¢mara la quiere, ¡°es algo que tienes que nacer con ello¡±, aunque detesta su aspecto actual. Este mi¨¦rcoles ha contado su historia a EL PA?S.

La pel¨ªcula de la vida de Nastasia comienza en septiembre de 1961 en Suiza. All¨ª viv¨ªa junto a sus padres, inmigrantes espa?oles, y sus dos hermanos. Los veranos los pasaban en el municipio de L'Ampolla, en Tarragona. ¡°Ten¨ªa un novio y un d¨ªa me hizo una fotograf¨ªa en la playa. Se la ense?¨® a alguien y acab¨® en manos de una agencia de modelos¡±, recuerda. Consuelo, entonces todav¨ªa se llamaba as¨ª, dej¨® su trabajo como empleada en unos grandes almacenes, vol¨® hasta Barcelona y, tras rebautizarse art¨ªsticamente, comenz¨® a trabajar. ¡°Todo fue r¨¢pido. Primero Barcelona, luego Mil¨¢n, Par¨ªs¡­¡±. La modelo ganaba mucho dinero y entr¨® en un c¨ªrculo donde la belleza lo era todo. Y ella era muy bella. Fue entonces cuando conoci¨® a Fabrizio Ferri, un fot¨®grafo que acab¨® de lanzarla mundialmente.

Con poco m¨¢s de 20 a?os, Europa se le qued¨® peque?a. La joven cruz¨® el charco y se instal¨® en Nueva York. All¨ª, la agencia de modelos Ford la tom¨® de la mano y la llev¨® a las portadas de las publicaciones m¨¢s importantes. ¡°Yo aparec¨ªa en Vogue, New Woman. Fui la imagen de marcas como Yves Saint Laurent y Opium¡±, recuerda. Gan¨® mucho dinero. Jug¨® con la coca¨ªna y el alcohol en una ¨¦poca donde los excesos se apoderaron de las estrellas.

Coincidi¨® en fiestas con la modelo Jerry Hall, con Paul Simon y Art Garfunkel... Fue ¡°una de las chicas¡± con las que le gustaba salir a Jack Nicholson. Bail¨® junto a Melanie Griffith, fue novia del actor David Keith y conoci¨® a Andy Warhol y a David Lynch. Se enamor¨® de un hombre 22 a?os mayor que ella, que la apart¨® de aquel mundo que adoraba: ¡°Era muy posesivo y me anul¨® como persona¡±.

De la noche a la ma?ana, olvid¨® la droga y el alcohol, pero continu¨® trabajando sin preocuparse por cu¨¢nto dinero (entonces d¨®lares) hab¨ªa en la cuenta del banco. Cada verano volv¨ªa a Barcelona y, con 31 a?os, en uno de los viajes, se enamor¨® de quien fue su marido. Lo dej¨® todo en Nueva York. Abandon¨® a su novio y se fue a vivir a una Barcelona que en 1992 se abr¨ªa al mundo. ¡°Ese a?o cambi¨¦ de pa¨ªs, me cas¨¦ y me qued¨¦ embarazada de mi primera hija¡±, recuerda Nastasia.

Estuvo casada siete a?os e invirti¨® toda su fortuna, ¡°de forma ciega¡±, en los proyectos fracasados de su marido. Tuvo dos hijos. ¡°A partir del a?o 2000, empec¨¦ a trabajar de forma temporal, cuid¨¦ a personas, a ni?os¡­ pero lo que ganaba no era nunca suficiente. Un banco franc¨¦s se puso en contacto conmigo inform¨¢ndome de que ten¨ªa una cuenta que ni yo recordaba. Fui viviendo un poco de ah¨ª, luego cuid¨¦ a mi padre¡­ pero no he remontado nunca. Me han desahuciado tres veces. La ¨²ltima hace tres meses¡±, recuerda.

Asegura tener buena relaci¨®n con su familia, pero no quiere causar m¨¢s molestias. ¡°Ellos tienen sus problemas y una madre no puede ser el lastre de sus hijos¡±. Sus amigos han iniciado una campa?a en el portal GoFundMe para ayudar a la exmodelo a conseguir dinero y, por primera vez en mucho tiempo, est¨¢ ilusionada: ¡°Solo pido un futuro con tranquilidad y en el que pueda vivir y no sobrevivir como hasta ahora¡±. Han pasado muchas cosas, pero hoy, Nastasia, vestida de gris y negro y extremadamente delgada, sigue sabiendo posar.