Ensayo confuso
La renta b¨¢sica en Finlandia ofrece un balance poco concluyente
Los resultados del ensayo social de una Renta B¨¢sica en Finlandia, por el cual 2.000 desempleados recibieron durante dos a?os un ingreso garantizado de 560 euros mensuales, no son terminantes y, si se piensa en ello, tampoco podr¨ªan serlo. El informe oficial sobre el experimento concluye que los beneficiarios de esa renta m¨ªnima no consiguieron mejorar los resultados en su b¨²squeda de empleo respecto de otros grupos de parados sin ayuda; pero, a cambio, el subsidio b¨¢sico mejor¨® su nivel de bienestar, su salud y su organizaci¨®n familiar. Las mismas conclusiones gen¨¦ricas podr¨¢n extraerse sin duda del proyecto de Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa que tiene en marcha Barcelona, con recursos de Fondos Europeos en un 80%, que favorecer¨¢ a 1.000 familias de los barrios m¨¢s pobres.
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El debate sobre la Renta B¨¢sica, muy vivo en varias ciudades europeas que est¨¢n haciendo pruebas para aplicarla, no puede enfocarse solamente desde la perspectiva de los incentivos para buscar empleo. Para incentivar al parado en dicha b¨²squeda hay m¨¦todos m¨¢s eficaces; y tampoco se puede decir que el hecho de contar con un ingreso mensual garantizado incite a la pereza negligente, como se ha puesto de manifiesto en Finlandia. Para un desempleado, la b¨²squeda de un puesto de trabajo, en Helsinki o en Barcelona, depende de un complejo de factores que van desde la tranquilidad emocional para organizar el futuro inmediato o la formaci¨®n profesional hasta la disposici¨®n a cambiar de profesi¨®n. La idea de una renta b¨¢sica responde a dos criterios sociales y econ¨®micos concretos. El primero es que la pobreza provoca desmoralizaci¨®n social y es causa potencial de conflictos dif¨ªciles de encauzar. La Renta B¨¢sica debe entenderse como una v¨¢lvula de compensaci¨®n social.
Adem¨¢s, diez a?os de recesi¨®n econ¨®mica profunda han distorsionado el mercado laboral: a los parados les cuesta cada vez m¨¢s tiempo acceder a un puesto de trabajo. Permanecen m¨¢s tiempo sin ocupaci¨®n e ingresos. Como los parados no son responsables de esta distorsi¨®n del mercado de trabajo, que amenaza con eternizarse, no es descabellado pensar en una renta garantizada como soluci¨®n inmediata, aunque revisable.
El debate sobre la Renta B¨¢sica estar¨ªa incompleto sin reconocer sus costes. En cualquiera de las modalidades de Renta B¨¢sica ¡ªayuda continuada e incondicional a los parados, garantizar ingresos m¨ªnimos a las personas o las familias m¨¢s pobres de la comunidad o a los ciudadanos¡ª, exige ampliar los ingresos fiscales del Estado mediante una reforma fiscal progresiva. Y este es hoy el principal obst¨¢culo.
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