Madonna declara su amor a Lisboa

Madonna, la reina del pop, tras coquetear con el fado, se ha enamorado de los ritmos africanos que llenan los barrios populares de Lisboa, la ciudad en la que se ha instalado. La int¨¦rprete de Like a virgin, que defini¨® Portugal con la tres efes, de F¨¢tima (la virgen), F¨²tbol (el Benfica donde juega David, uno de sus hijos) y Fado, parece que ha cambiado de gustos musicales. En su cuenta de Facebook acaba de distribuir un v¨ªdeo, "para mostrar la magia de Lisboa", donde se la ve tocar los bombos en uno de los miradores de la capital portuguesa.

Aunque parezca improvisado, nada lo es en el m¨¢rquetin de la ambici¨®n rubia. El v¨ªdeo muestra una sesi¨®n musical en el mirador del parque de Monsanto -cerrado al p¨²blico-, abandonado desde hace muchos a?os y en ruinas. El estilo musical ya nada tiene que ver con los v¨ªdeos de fado que compart¨ªa con Celia Rodrigues, ahora se trata de funan¨¢, un ritmo de Cabo Verde, antigua colonia de Portugal. Dino d'Santiago -"un hijo feliz de la colonizaci¨®n", como ¨¦l se define- pone la m¨²sica y la banda al servicio de Madonna, o al rev¨¦s. Junto al alejamiento del fado, tambi¨¦n parece haberse distanciado de las murnas caboverdianas y ahora pasa por un ciclo de vida m¨¢s bullanguero.

No es la primera vez que Madonna y D'Santiago colaboran. Anteriormente coincidieron en uno de los recitales caseros que organiza cada ¨²ltimo domingo de mes Lisbon Living Room.

Madonna, entre viajes a Londres y Nueva York, para en su residencia del hotel-palacio Ramallete y se acerca a la Mouraria a escuchar ritmos africanos, de mucha percusi¨®n o a los campos de f¨²tbol donde juega su hijo David. Mientras, las mellizas Esther y Stella comienzan a hacer sus pinitos musicales y asisten a algunos de los recitales en Alfama o la Mouraria.