Ante el antisemitismo
El repunte del odio en Europa representa una advertencia muy seria
El antisemitismo es el indicio m¨¢s claro de una sociedad minada por el odio. Su subida en Europa revela una enfermedad, pero es tambi¨¦n el s¨ªntoma de algo m¨¢s profundo y terrible, la ignorancia del pasado. Todas las formas de racismo son condenables, pero desgraciadamente es posible saber con certeza cu¨¢les fueron las consecuencias del viejo odio a los jud¨ªos: el mayor crimen de la historia. Los responsables del Memorial Auschwitz difundieron hace poco el siguiente mensaje a trav¨¦s de sus redes sociales: ¡°Cuando miramos a Auschwitz vemos el final de un proceso. Hay que recordar que el Holocausto no empez¨® en las c¨¢maras de gas. El odio se gener¨® gradualmente a partir de palabras, estereotipos y prejuicios mediante la exclusi¨®n legal, deshumanizaci¨®n y una escalada de la violencia¡±. La exposici¨®n sobre el campo de exterminio nazi que se ha podido ver en Madrid durante casi dos a?os insist¨ªa en ese mismo aspecto: en la aparente trivialidad del mal cuando surge, en la repetici¨®n de clich¨¦s que acaban convirti¨¦ndose en cr¨ªmenes.
Los datos sobre lo que est¨¢ ocurriendo no pueden ser m¨¢s preocupantes. El Gobierno franc¨¦s anunci¨® esta semana que los actos de antisemitismo (insultos, amenazas, agresiones y homicidios) han subido un 74% en 2018, despu¨¦s de dos a?os de bajada. Un amplio sondeo de la Agencia Europea de los Derechos Fundamentales entre los jud¨ªos de 12 pa¨ªses revelaba que un 85% cre¨ªa que la situaci¨®n hab¨ªa ido a peor en los ¨²ltimos a?os.
No se trata solo de la ultraderecha, de radicales isl¨¢micos o de movimientos dif¨ªcilmente definibles desde el punto de vista ideol¨®gico como los chalecos amarillos. El problema es que su normalizaci¨®n ha llevado a Gobiernos como el del h¨²ngaro de Viktor Orb¨¢n a lanzar campa?as contra George Soros, que recuperaban los t¨®picos m¨¢s siniestros del odio a los jud¨ªos. Esta situaci¨®n solo se puede revertir desde la vigilancia y la educaci¨®n. Mientras tanto, los pa¨ªses tienen la obligaci¨®n de combatirlo con todos los medios a su alcance y tambi¨¦n de se?alar a todos aquellos que no lo hagan.
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