
De mendigo a presidente
Encontrar un empleo digno cuando solo se dispone de estudios cor¨¢nicos es una tarea complicada para miles de talib¨¦s en Saint Louis (Senegal). Centros como Maison de la Gare ofrecen educaci¨®n y formaci¨®n profesional a los j¨®venes vulnerables de la ciudad






