Apariencias cubanas
La Constituci¨®n que se vota hoy en la isla es una obra de ingenier¨ªa pol¨ªtica para seguir controlando el poder
![Vista del faro del castillo de los Tres Reyes, tambi¨¦n conocido como castillo del Morro, y de la entrada al puerto de La Habana.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SY6UWUJGAURCC5HONYOSWOR5EE.jpg?auth=5f2b9300a3b8fcb549268e5e7d8686959e9f46bb96a835517ccbb9a3409fcc56&width=414)
En Am¨¦rica Latina, despu¨¦s de la II Guerra Mundial, se rescat¨® la tradici¨®n constitucional europea, basada en el concepto de Estado de derecho. Sin embargo, es a partir de la recuperaci¨®n democr¨¢tica, en los a?os ochenta, cuando se aplic¨® ese acervo constitucional a trav¨¦s de una serie de tratados, resoluciones, cartas y declaraciones interamericanas, en las constituciones del continente.
Ese compromiso colectivo de definir las reglas de juego de la democracia se encuentra tanto en la Declaraci¨®n de Santiago de Chile (1959) como en la Carta Democr¨¢tica Interamericana, (2001). Ambos acuerdos se?alan con claridad los elementos esenciales de la democracia que vinculan legalmente a los Estados de la OEA. La Declaraci¨®n de Santiago es pertinente, adem¨¢s de su contenido, porque fue suscrita por el entonces canciller de Cuba, Ra¨²l Roa, y por tanto ese pa¨ªs sigue comprometido con la misma por el hecho de que, a diferencia de Venezuela, nunca denunci¨® la Carta de la OEA. En esa misma reuni¨®n de cancilleres se aprob¨® la creaci¨®n de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, de la que Cuba tambi¨¦n sigue formando parte. Dicha declaraci¨®n est¨¢ hoy m¨¢s vigente que nunca, pues no s¨®lo se refiere a la legitimidad de origen de la democracia a trav¨¦s de elecciones directas y libres, bajo un poder electoral aut¨®nomo, sino tambi¨¦n a la legitimidad de ejercicio, basada en la separaci¨®n e independencia de poderes, el respeto a los derechos individuales, el r¨¦gimen plural de partidos y la libertad de informaci¨®n y expresi¨®n.
D¨ªaz-Canel ha desaprovechado una inmejorable oportunidad para aproximarse al patrimonio democr¨¢tico y constitucional latinoamericano
Por otro lado, la Carta Democr¨¢tica vincula la democracia al concepto de Estado de derecho. Esta vinculaci¨®n fue un intento de los pa¨ªses de enfrentar una nueva amenaza a la democracia que surgi¨® en los a?os noventa, de Gobiernos elegidos democr¨¢ticamente, como el de Alberto Fujimori en Per¨². Estos Gobiernos, una vez en el poder, utilizan su mayor¨ªa circunstancial para desmontar el andamiaje institucional de la democracia.
El proyecto de Constituci¨®n cubana que se someter¨¢ a referendo hoy es una obra de ingenier¨ªa pol¨ªtica y jur¨ªdica para aparentar reformas cuya aplicaci¨®n seguir¨¢ controlada por el poder. El motivo por el que el actual Gobierno cubano se ha propuesto aprobar una nueva Constituci¨®n tiene que ver con la estrategia seguida en otros pa¨ªses del antiguo bloque comunista: la voluntad de legitimar cierta apertura econ¨®mica necesaria para traer mayor inversi¨®n, evitando emprender reformas pol¨ªticas de contenido democr¨¢tico.
Respecto a los derechos y garant¨ªas, se trata de una Constituci¨®n ideol¨®gica, no de derecho, guiada por ¡°el pensamiento de Marx, Engels, Lenin y Fidel¡±, en cuyo articulado se afirma que Cuba es un ¡°Estado socialista¡± y que ¡°el socialismo y el sistema pol¨ªtico y social revolucionario son irrevocables¡±. Adem¨¢s, se establece que ¡°la traici¨®n a la patria es el m¨¢s grave de los cr¨ªmenes y quien la comete est¨¢ sujeto a las m¨¢s severas sanciones¡±. De acuerdo con esta redacci¨®n, no es posible descartar que cualquier acto o declaraci¨®n que viole ¡°principios marxistas¡± constituya una ofensa punible con la prisi¨®n o incluso la muerte. Otra nota extraordinariamente singular es que ¡°el Partido Comunista de Cuba, ¨²nico, martiano, fidelista y marxista-leninista, vanguardia organizada de la naci¨®n cubana, sustentado en su car¨¢cter democr¨¢tico y la permanente vinculaci¨®n con el pueblo, es la fuerza dirigente de la sociedad y del Estado¡±.
En resumidas cuentas, la nueva Constituci¨®n no se aparta de la ret¨®rica de una revoluci¨®n inspirada en las instituciones pol¨ªticas del comunismo sovi¨¦tico. Y no deja de ser curioso que algunas normas y principios del nuevo proyecto de Constituci¨®n de Cuba parezcan tomados de los Principios Fundamentales del franquismo. El r¨¦gimen franquista, como el cubano, calificaba a sus principios de ¡°permanentes e inmutables¡±.
Aunque en partes de su articulado la nueva Constituci¨®n de Cuba ofrece derechos similares a los de las constituciones liberales, sus contenidos son distintos, pues supeditan su ejercicio a los principios de un socialismo que se define fuera de la Constituci¨®n. Es en las leyes especiales y las complejas reglamentaciones e instituciones controladas por la Asamblea del Poder Popular y el Partido Comunista donde queda de manifiesto la ausencia de democracia en Cuba y su sustituci¨®n por un engranaje autoritario. La burocracia cubana de D¨ªaz-Canel ha desaprovechado una inmejorable oportunidad para aproximarse al patrimonio democr¨¢tico y constitucional latinoamericano, avanzando hacia una sociedad m¨¢s abierta y plural.
El r¨¦gimen de Fidel Castro tuvo la habilidad de adue?arse por muchos a?os de la cultura internacional y de las emociones que cautivaron a una generaci¨®n. Hoy, el intento de mantener el enclaustramiento de la sociedad cubana en la prisi¨®n de una ideolog¨ªa arcaica que niega de ra¨ªz los derechos del individuo, demuestra que tambi¨¦n aquella habilidad se ha desvanecido.
Jaime Aparicio Otero es expresidente del Comit¨¦ Jur¨ªdico Interamericano de la OEA.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.