Cine, evoluci¨®n o crisis
Los Oscar reflejan el periodo de confusi¨®n que vive la industria cinematogr¨¢fica

La industria del cine estadounidense ha entregado sus premios, los Oscar, en una ceremonia calificada de forma casi un¨¢nime como anodina y manifiestamente mejorable para pr¨®ximas entregas. La excusa en esta ocasi¨®n es que los organizadores decidieron prescindir de presentador, argumento tan trivial como la propia ceremonia, pues ya se hab¨ªa ca¨ªdo en el tedio en a?os anteriores con los presentadores m¨¢s chispeantes. Los encantados con Roma habr¨¢n lamentado que no lograra el Oscar a la mejor pel¨ªcula y los partidarios de unos premios igualitarios celebrar¨¢n los numerosos galardonados de color. En todo caso, estos no son los premios que la Academia de Hollywood necesita, por razones que poco tienen que ver con el glamur y s¨ª con la revoluci¨®n digital que est¨¢ cambiando la faz de la industria.
Editoriales anteriores
Los premios concedidos en la madrugada de ayer y el tono gris de la gala confirman que el cine est¨¢ viviendo un momento confuso. El modo de ver pel¨ªculas est¨¢ cambiando a toda velocidad. La tradicional sala oscura ya no es, y adem¨¢s desde hace varios a?os, el ¨²nico modo de consumir productos cinematogr¨¢ficos. El paradigma Netflix conduce necesariamente a una polarizaci¨®n: por una parte, se invierte en pel¨ªculas de gran presupuesto que buscan un lugar en el abanico de premios sin llegar a conseguirlo, destinadas todav¨ªa a rentabilizarse en pantalla grande; por otra, se fabrican productos que pueden verse en medios distintos, como cadenas de televisi¨®n, cines o incluso ordenadores port¨¢tiles. El fen¨®meno de las series y la estrategia de plataformas como Netflix pretenden rastrear la rentabilidad y la calidad en nuevas formas de negocio alejadas de la producci¨®n tradicional y, sobre todo, de la distribuci¨®n convencional.
La industria del cine tiene que dar respuesta a los nuevos modos de distribuci¨®n con firmeza y capacidad de inversi¨®n, pero la sensaci¨®n que transmite la Academia con su decisi¨®n de relegar Roma al premio a la mejor pel¨ªcula en lengua extranjera es que todav¨ªa tantea el camino para integrar los productos destinados a una nueva distribuci¨®n y a p¨²blicos m¨¢s digitalizados en el marco de la producci¨®n cinematogr¨¢fica al uso. Hollywood advierte los cambios, pero mantiene sus reticencias a la necesidad de integrarlos. El modelo de producci¨®n y distribuci¨®n actual tiene que cambiar. El elevado coste de producci¨®n de las grandes franquicias de Disney o Warner ¡ªsuperh¨¦roes, cine de acci¨®n¡ª exige una pol¨ªtica de precios distinta de la que debe aplicarse a producciones m¨¢s baratas con destino a espectadores multimedia. El pr¨®ximo ¨¦xito de Hollywood, si consigue ponerlo en pie, ser¨¢ una historia sobre la adaptaci¨®n del cine a una nueva clase de consumidores. Mientras tanto, los Oscar seguir¨¢n reflejando la indecisi¨®n de la industria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.