La histeria y el frenes¨ª
El de Bradley Cooper y Lady Gaga es uno de los momentos er¨®ticos del a?o
Finaliza febrero con dos ferias, la MWC en Barcelona, dedicada a la tecnolog¨ªa m¨®vil. Y Arco, dedicada al arte contempor¨¢neo, en Madrid. Una compa?era que asisti¨® a ambas ferias por motivos profesionales, me confes¨® que hab¨ªa sufrido un ataque de ansiedad en el AVE entre las dos ciudades. ¡°?Por la mala se?alizaci¨®n en los andenes de Sants, en Barcelona, o por la lentitud de la salida de Atocha, en Madrid?¡±, pregunt¨¦. ¡°No¡±, me dijo respirando a¨²n sofocada: ¡°Viv¨ª un momento como fuera de m¨ª, y a mi alrededor todo el mundo sub¨ªa y bajaba cosas en las redes. Unos para que Trump decidiera una intervenci¨®n militar en Venezuela ahora mismo. Algunos pocos pregunt¨¢ndose qu¨¦ ponerse para el c¨®ctel en casa de Pascua Ortega. Y otros vaticinando que el fabricante chino Huawei le dar¨¢ a Trump una sorpresa demostrando la inconsistencia de sus acusaciones de espionaje¡±. La abrac¨¦ en plan solidario. Y murmur¨®: ¡°?Tanta informaci¨®n al mismo tiempo solo trae histeria y frenes¨ª!¡±.
La acompa?¨¦ a la sala vip, o lounge a secas como se dice ahora, de Arco y la perd¨ª de vista envuelta en el frenes¨ª de la feria. Todo el mundo me suger¨ªa que viera el ninot del Rey firmado por Santiago Sierra, que puede ser adquirido con la condici¨®n de incinerarlo antes de un a?o. Mientras muchos se proclamaban molestos, otros propon¨ªan un indulto, pero nadie olvidaba hacerse el selfie con la famosa figura hiperrealista de cuatro metros. Solo pude verla en los Instagram de amigos. Asombrosamente, se hablaba poco de arte porque todo el mundo quer¨ªa opinar sobre la realidad que, un a?o m¨¢s, lo supera todo. Un grupo de se?oras colombianas obstaculiz¨® mi avance, pregunt¨¢ndome por Venezuela, gesticulando con sus manos llenas de sortijas y copas de champ¨¢n. ¡°Estamos abrumadas, con un nudo en el coraz¨®n¡±, me aseguraron, mirando hacia los lados esperando atisbar un famoso m¨¢s famoso que yo. Intent¨¦ explicarles que para m¨ª era tambi¨¦n abrumador porque mi padre vive en Caracas, sin poder conseguir medicinas necesarias para su tratamiento. Ya no me o¨ªan, o estaban m¨¢s interesadas en el frenes¨ª circundante. ¡°Tiene que haber intervenci¨®n militar ya¡±, exclamaron mientras saludaban a otras contempor¨¢neas y confund¨ªan sus m¨®viles para hacerse autoretratos que confirmasen su presencia hiperreal en la feria. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en el mundo que todo necesita ser inmortalizado por un selfie? Nos gustar¨ªa que se acabara la dictadura y que Venezuela recupere los alimentos y medicinas cuya falta castiga miles de vidas que jam¨¢s estar¨¢n en sitios como Arco, a menos que sea en fotograf¨ªas cruentas y denunciadoras que despu¨¦s aparecen como fondo contempor¨¢neo de esos selfies.
Otro tema muy contempor¨¢neo, la ciudadan¨ªa quiere comentar c¨®mo encajan los simpatizantes de Ciudadanos la irrupci¨®n de la ciudadana Mal¨² en la vida y campa?a de Albert Rivera. En una fiesta en Madrid el tema paraliz¨® el jolgorio porque muchos seguidores del partido naranja no lo son tanto de la cantante sobrina de Paco de Luc¨ªa. Puede ocurrir que en un entorno liberal conservador se presenten simpat¨ªas clasistas, b¨¢sicamente porque son tics que forman parte de la educaci¨®n que muchas familias neo liberales han preferido no erradicar del todo. Una asistente muy influencer a esa fiesta, alert¨®: ¡°Eso tiene pinta de terminar no Mal¨², sino sencillamente Mal¡±. ¡°?Antes o despu¨¦s de las elecciones?¡±, pregunt¨¦ en plan Mercedes Mil¨¢. ¡°Ven¨ªamos muy bien, no necesit¨¢bamos este tipo de prensa¡±. Est¨¢ claro que Albert Rivera no piensa igual.
?Entonces lo de Mal¨² y Albert es amor o pol¨ªtica? La reaparici¨®n estelar de Soraya S¨¢enz Santamar¨ªa y Mariano Rajoy en el decorad¨ªsimo Tribunal Supremo, con muy buen aspecto y el cinismo intacto, record¨® la de Lady Gaga y Bradley Cooper en los Oscar. Necesito un calmante. O un maleficio como el de La bella durmiente para dormir cien a?os y despertarme en otro siglo menos revuelto. Y que al despertarme, repitan esa actuaci¨®n de Lady Gaga y Bradley Cooper cantando Shallow en los Oscar. Lady Gaga es mi nueva ¨ªdolo, pero me encantar¨ªa hacer con mi lengua lo que Cooper hace con la suya cuando entona la la laaa. Ya es uno de los momentos er¨®ticos de este a?o. Durante un segundo sent¨ª a miles de mujeres deseando ese la la la. Y esa lengua. Y si Bradley pudiera complacernos a todos, ?ay!, por un instante olvidar¨ªamos a Maduro, a Trump, a Huawei y dejar¨ªamos atr¨¢s la histeria hueca y el frenes¨ª hiperreal.
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